7 oct 2011

Fitch rebaja la calificación de deuda de España

Por Pablo Domínguez

MADRID (EFE Dow Jones)--Fitch Ratings dijo el viernes que ha rebajado la calificación crediticia de España en dos escalones por la intensificación de la crisis de la eurozona y por los riesgos que para el plan de consolidación fiscal del país suponen los presupuestos de algunos gobiernos regionales.

La firma de calificación rebajó a España a AA- desde AA+, con perspectiva negativa, con lo que no descarta nuevas rebajas en los próximos meses.

Fitch dijo que los costos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, el fondo de rescate bancario del país, son manejables. Fitch estima que el dinero desembolsado por el FROB al cierre de 2011 será de 17.300 millones de euros, a lo que se sumarán otros 30.000 millones de euros a partir de 2012. Sin embargo, si los costes superan estas estimaciones, podría haber una nueva rebaja de la calificación de España dentro del área de una calificación A, dijo Fitch.

Así mismo, la firma anunció que rebajó la calificación de Italia en un escalón por el menor perfil de riesgo soberano del país como consecuencia de la intensificación de la crisis de la eurozona.

La agencia rebajó a Italia a A+ desde AA-, con perspectiva negativa.

Además de la crisis de deuda que afecta a toda la eurozona, Fitch destacó que el elevado nivel de endeudamiento de Italia y el bajo potencial de crecimiento hace que la tercera mayor economía de la eurozona sea especialmente vulnerable a los impactos externos.

Moody's Investors Service rebajó el martes su calificación de Italia en tres escalones. Citó un débil tono del mercado y una creciente incertidumbre que podrían hacer más difícil la colocación de deuda.

Por su parte, Standard & Poor's Ratings Services recortó el mes pasado la calificación de Italia en un escalón y señaló que el débil crecimiento económico del país y la fragilidad de la coalición de gobierno del país dificultarán la salida de la crisis que está afectando de manera creciente a la eurozona.

La economía de EE.UU. creó 103.000 empleos en septiembre

Por Luca Di Leo y Jeffrey Sparshott

WASHINGTON (Dow Jones)--La economía estadounidense creó en septiembre más empleos que los esperados, mientras que los incrementos en el empleo durante los dos meses anteriores fueron revisados al alza, lo que brinda cierta esperanza sobre la situación del debilitado mercado laboral del país.

Las nóminas de empleo crecieron en 103.000 en septiembre, luego que las empresas del sector privado crearan 137.000 empleos, informó el viernes el Departamento de Trabajo.

Las cifras de las nóminas de los dos meses anteriores fueron revisadas al alza, en un total de 99.000. Las nóminas crecieron 57.000 en agosto y 127.000 en julio.

La tasa de desempleo, que se obtiene a partir de una encuesta separada a los hogares, no experimentó cambios en septiembre al ubicarse en el 9,1% por tercer mes consecutivo.

Sin embargo, las cifras de las nóminas fueron impulsadas en septiembre por un acontecimiento extraordinario: cerca de 45.000 trabajadores del sector de las telecomunicaciones regresaron a sus puestos de trabajo tras una huelga en Verizon Communications Inc. (VZ) en agosto.

Las cifras fueron mejores de lo que se esperaba. Los economistas consultados por Dow Jones Newswires habían proyectado, en promedio, que las nóminas aumentarían en 60.000 en septiembre y que la tasa de desempleo se mantendría sin cambios en un 9,1%.

El mercado laboral permanece débil más de dos años después del fin de la recesión del 2008 y el 2009. Pero las últimas cifras sugieren que la debilidad observada durante el verano, que generó temores de una recesión de doble caída, habría correspondido a un período de desaceleración.

Según el informe, los empleos en el sector de los servicios profesionales y corporativos crecieron en 48.000 el mes pasado. La creación de empleos en el sector de la construcción fue de 26.000 empleos, mientras que en el sector de la información fue de 34.000, impulsado por los empleos de Verizon.

Los empleos en el sector manufacturero disminuyeron en 13.000. Por su parte, el gobierno eliminó un total de 34.000 empleos en el mes.

El informe del viernes mostró que un 44,6% de los desempleados, o 6,2 millones de estadounidenses, habían estado desocupados por más de seis meses en septiembre.

En tanto, el ingreso promedio por hora de los trabajadores ascendió en US$0,04 a US$23,12 el mes pasado. En el último año, el ingreso promedio ha crecido sólo el 1,9%.

6 oct 2011

La crisis de la deuda cobra nuevas víctimas en Europa

Por Matthew Dalton y David Enrich

Los gobiernos de la zona euro sufrieron el martes un golpe por partida doble en sus esfuerzos por contener la crisis de la deuda soberana, cuando uno de los 20 bancos más importantes del continente se disponía a ser desmantelado y la calificación de crédito de Italia fue rebajada de manera drástica.

Ejecutivos bancarios y funcionarios de los gobiernos de Francia y Bélgica trabajaban en un plan para dividir Dexia SA, uno de los mayores bancos europeos en términos de activos. Entretanto, Moody's Investors Service redujo la calificación de la deuda de Italia en tres peldaños para dejarla en A2, y advirtió que pronto podría volver a rebajarla.

El gobierno italiano expresó en un comunicado que la decisión de Moody's era esperada y reiteró su promesa de equilibrar el presupuesto para 2013.

Por su parte, los ministros de Finanzas europeos concluyeron una reunión de dos días en Luxemburgo en la que analizaron el deterioro de las finanzas de Grecia y la posible imposición de mayores pérdidas a los tenedores de bonos del gobierno griego que lo que habían acordado en julio.

Dexia, un banco franco-belga, depende más del mercado interbancario que cualquier otra gran institución europea, lo que la coloca en la línea de fuego cuando los inversionistas, espantados por las carteras de los bancos de bonos de los países europeos en aprietos, han dejado de financiar a los bancos.

La probable división de Dexia constituye un nuevo dolor de cabeza para los gobiernos europeos que hacen frente al agravamiento de la crisis de la deuda soberana que ha dañado severamente la confianza en los bancos del continente. La crisis se ha intensificado en los últimos meses, cuando los gobiernos de la zona euro insistieron en que los tenedores de Grecia tendrán que asumir pérdidas como el precio a pagar por un futuro rescate del país.

Los temores de una diseminación de la crisis causaron el martes una nueva ola de ventas en las bolsas. Las acciones de la mayoría de los grandes bancos europeos cayeron varios puntos porcentuales. Las acciones de Dexia se derrumbaron más de 20%, lo que se sumó a un retroceso de 10% el lunes.

Bélgica y Francia, dos países que hasta el momento no han estado en el epicentro de la crisis, anunciaron el martes que garantizarán los fondos recaudados por Dexia a medida que resolvía su crisis. Como resultado, aumentaron los costos de endeudamiento para ambos gobiernos.

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Una serie de bancos ya han sido víctimas de casi dos años de crisis financiera en Europa. Después de una burbuja en el mercado de bienes raíces de proporciones épicas, algunos grandes prestamistas irlandeses se fueron a pique, endilgando abrumadoras pérdidas al gobierno de Irlanda que forzaron al país a aceptar un rescate internacional el año pasado.

En España, el gobierno ha asumido el control, recapitalizado o reestructurado más de una docena de bancos de ahorro locales conocidos como "cajas", que sintieron los estragos de su exposición al deteriorado mercado inmobiliario español. Y en Grecia, cuyos problemas fiscales dispararon la crisis en la eurozona, los bancos locales están en terapia intensiva, donde dependen en gran medida de los préstamos del Banco Central Europeo (BCE) y otras fuentes para financiar sus operaciones diarias.

Lo que distingue a Dexia es que, hasta ahora, las víctimas habían provenido de los países en el corazón de la crisis.

De acuerdo con fuentes cercanas, el plan de desmantelamiento de Dexia busca colocar activos por al menos 125.000 millones de euros en un llamado "banco malo" que se beneficiaría de las garantías provistas por los gobiernos belga y francés. La entidad propuesta incluiría una cartera de bonos por un valor de 95.000 millones de euros (US$125.800 millones), y unos 30.000 millones de euros (US$39.800 millones) en préstamos considerados no estratégicos y el negocio de créditos municipales en Italia y España. Tales activos podrían llevar el valor total del "banco malo" a más de 200.000 millones de euros. El organismo también absorbería unos 21.000 millones de euros (US$26.800 millones) en bonos soberanos de las economías más débiles de la zona euro.

Se espera que Dexia también venda su negocio de administración de activos y DenizBank, su banca minorista de rápido crecimiento en Turquía.

"Será algo drástico", afirmó una fuente cercana a la situación. "Cualquier otra solución no será aceptada por los mercados financieros", añadió. No se espera que una disolución resulte fácil. La cuestión más difícil sería probablemente la forma en que se repartirán las garantías entre los gobiernos de Bélgica y Francia.

Dexia ha pasado los últimos tres años intentando dar marcha atrás después de una década en la que privilegió el crédito a gobiernos y autoridades locales de todo el mundo, a través de la volátil financiación en el mercado interbancario. El congelamiento de los mercados financieros a raíz del colapso de Lehman Brothers expuso profundas fallas del modelo de negocios de Dexia.

Fuente: WSJ

La inflación en los países desarrollados subió en agosto, dice la OCDE

Por Paul Hannon

LONDRES (EFE Dow Jones)--La tasa interanual de inflación de los países desarrollados subió en agosto por segundo mes consecutivo, debido a que los precios de los alimentos siguieron creciendo con fuerza.

Pero, debido a que la recuperación económica está bajo una amenaza creciente en las economías más desarrolladas, es improbable que este dato genere una respuesta inmediata por parte de los principales bancos centrales.

A pesar de que el Banco Central Europeo subió los tipos de interés en abril y julio, ahora se espera que los vuelva a bajar en los próximos meses. La Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra también han apuntado que mantendrán sus respectivos tipos de interés en sus actuales niveles bajos durante un largo tiempo. En el caso del Banco de Inglaterra, incluso, se espera que amplíe sus compras de bonos con dinero nuevo, lo que se conoce como expansión cuantitativa.

Los datos publicados el martes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico mostraron que los precios de consumo de sus 34 países miembros subieron un 3,2% interanual en agosto, tras subir un 3,1% en julio.

Los precios de los alimentos fueron los principales causantes del avance, al aumentar un 4,6% interanual en agosto, tras haber crecido un 4,5% en julio.

Un asunto negativo para los bancos centrales es que los precios de los bienes y servicios, excluyendo la energía y los alimentos, subieron un 1,8% interanual en agosto, por encima del avance del 1,7% registrado en julio.

Sin embargo, la tasa interanual de inflación se ralentizó en algunas de las mayores economías desarrolladas, entre ellas China, Sudáfrica y Rusia.

5 oct 2011

China estornuda y los commodities caen estrepitosamente

Por Liam Pleven

Los últimos años han demostrado el poder de China para mantener a flote los precios de las materias primas, incluso en medio de condiciones adversas.

Pero en días recientes, se ha visto cómo pueden reaccionar los mercados de commodities si China se inclina un poco.

A dos semanas de que se acabara el tercer trimestre, el índice de materias primas de DJ-UBS estaba en territorio positivo, a pesar de las preocupaciones sobre los problemas de deuda soberana en Europa y crecientes temores de otra recesión en Estados Unidos.

Sin embargo, el índice de 19 recursos naturales ampliamente consumidos terminó el trimestre con una baja de 11,3%, ante la posibilidad de que un enfriamiento de China y otros mercados emergentes de rápido crecimiento quite el soporte a los precios.

La soya, que China importa en altos volúmenes, registró un alza de 4% entre el 30 de junio y el 15 de septiembre, mientras que el cobre, que China consume más que cualquier otro país, cayó 8%. Desde entonces, los dos se han desplomado. Para el fin del trimestre, la soya cerró 9,7% a la baja, mientras que el cobre cayó 26%. Commodities como aluminio y maíz siguieron trayectorias similares, ya sea profundizando descensos previos o pasando a territorio negativo en las últimas semanas. El cobre y el petróleo, que cayó 17%, tuvieron su peor desempeño trimestral desde los últimos tres meses de 2008.

Los inversionistas "van a vender petróleo, y van a vender otros commodities, porque les preocupa una desaceleración global", dijo Paul Simon, director general de finanzas de Tactical Allocation Group, una firma que gestiona unos US$1.600 millones y quien a fines de septiembre retiró dinero de un fondo ligado al índice de commodities DJ-UBS.

A diferencia de lo que ocurre en los países desarrollados, China no tiene una deuda onerosa ni su economía está estancada. El gobierno intensificó esfuerzos hace unos meses para enfriar la economía y eso parece estar surtiendo efecto, así que puede que los inversionistas apenas estén tomando nota.

En años recientes, los vendedores de materias primas han podido contar con el creciente apetito de China, así que incluso mantener el status quo puede equivaler a la proyección de una menor demanda. Y a algunos inversionistas les preocupa que los problemas de China se agraven.

Los problemas del resto del mundo también podrían reducir la demanda de commodities de China. Calvin Lee, que estudia el mercado del crudo chino para el proveedor de datos Platts, dijo que si disminuyen los pedidos de bienes chinos por parte de otros países, eso podría llevar a una caída adicional en la demanda de crudo de China. Platts ya estimó que en agosto se registró el nivel más bajo en 10 meses, aunque también anticipa que la demanda china podría elevarse debido a las fiestas de fin de año.

En los últimos meses, los precios del crudo en EE.UU. han sido golpeados fuertemente, con una caída de 32%, frente a su punto máximo de 2011, alcanzado en abril. El viernes cerró a US$79,20 por barril, el nivel más bajo desde el 29 de septiembre de 2010. Si la demanda sigue cayendo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo podría recortar el suministro para apuntalar los precios.

Los precios de las materias primas agrícolas también pueden ser protegidos de una caída brusca con restricciones de suministro, dijo Kevin Norrish, director ejecutivo de investigación de commodities en Barclays Capital.

Algunos inversionistas, incluyendo Simon, piensan que el reciente retroceso del oro podría ser temporal.

Los precios del lingote han caído 14% desde que alcanzaron un nivel máximo en agosto, pero aun están 14% al alza en lo que va del año, lo que refleja que los seguidores del oro siguen teniendo poca fe en las divisas de papel y además creen que los bancos centrales debilitarán aún más las monedas al inyectar dinero adicional en sus economías.

"A la larga, creo que la Fed va a pisar el acelerador de nuevo", dijo Simon, cuyo portafolio incluye posiciones en fondos que cotizan en bolsa y que están respaldados por oro físico.

Por otro lado, el cobre podría ser vulnerable si China se debilita junto a EE.UU. y. El cobre de referencia para entrega en tres meses en la Bolsa de Metales de Londres cerró el viernes a US$7.018 la tonelada.

Algunos inversionistas no creen que la demanda de commodities desde China y otros mercados emergentes caerá significativamente. Gobiernos en muchos de estos países están financiando grandes proyectos de infraestructura que consumen mucha energía, metales y otros bienes, dijo Paul Dietrich, quien encabeza Foxhall Capital Management, firma gestora de dinero.

De todas formas, incluso sin caídas adicionales, la historia reciente sugiere que pasará algún tiempo antes de que los precios regresen a sus máximos recientes. El crudo empezó a declinar en julio de 2006 hasta alcanzar un descenso de US$34 y no regresó a su anterior punto máximo sino hasta un año después. Igualmente, el maíz retrocedió de un máximo en 2008 y más adelante cayó 61%. Los precios del grano no se recuperaron sino hasta comienzos de este año.

Fuente: WSJ

Bernanke exhorta al Congreso de EE.UU. a tomar medidas que ayuden a la economía

Por Luca Di Leo

WASHINGTON (Dow Jones)--El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo el martes a los legisladores estadounidenses que el banco central está listo a adoptar nuevas iniciativas para ayudar a la economía del país, pero agregó que el Congreso y la Casa Blanca también pueden tomar medidas que ayuden a la recuperación.

En comentarios preparados de antemano y pronunciados ante un panel bipartidista del Congreso, Bernanke afirmó que fomentar un saludable crecimiento económico es una "responsabilidad compartida de todos los encargados de las políticas económicas, en estrecha cooperación con el sector privado".

El titular del banco central agregó que, si bien la política fiscal es sumamente importante, existen otras áreas en las cuales el gobierno puede ayudar: "los mercados laborales, la vivienda, el comercio, los impuestos y la regulación, por ejemplo", señaló al Comité Económico Conjunto.

Presidido por el senador Bob Casey, demócrata por Pennsylvania, el Comité está compuesto por 10 demócratas y 10 republicanos del Senado y la Cámara de Representantes.

Lideres republicanos del Congreso, incluso candidatos a la presidencia, han formulados fuertes críticas contra la Fed y afirmado que sus medidas estarían haciendo más mal que bien a la economía. Aunque no abordó las críticas directamente, Bernanke señaló que la Fed está lista para hacer más y dijo a los legisladores que depende del Congreso y la Casa Blanca también hacer algo.

"La política monetaria puede ser una herramienta poderosa, pero no es una panacea para los problemas que la economía estadounidense enfrenta en la actualidad", señaló Bernanke.

Hace poco, la administración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, envió al Congreso tres proyectos de ley que apuntan a fomentar las relaciones comerciales con Corea del Sur, Colombia y Panamá.

En tanto, el Senado analiza un proyecto que criticaría la política china de mantener su moneda subvaluada. El proyecto podría ser aprobado a principios de la próxima semana.

Bernanke aprovechó sus palabras en el Congreso para explicar a los legisladores las medidas más recientes de la Fed.

El banco central vende US$400.000 millones en títulos del Tesoro que vencen en los próximos tres años y los reemplaza por bonos a más largo plazo. Conocido como "Operación Twist", el programa busca ayudar a la economía a través de la rebaja de tasas de interés a largo plazo.

La Fed también dejará de reducir sus posiciones en valores hipotecarios, en una operación que busca impulsar al alicaído sector vivienda.

Tres de 10 funcionarios de la Fed se opusieron al programa en la votación del 21 de septiembre.

Los tres que disintieron estiman que el abaratamiento del crédito no ayudará a la economía y que, incluso, podría empeorar las cosas al detonar la inflación.

En una decisión que destacó la controvertida naturaleza de la medida, legisladores republicanos enviaron una carta a Bernanke justo antes de la reunión del mes pasado, en que exhortaron a la Fed a no hacer nada.

El funcionario reiteró el mensaje que ha estado dando al Congreso durante más de un año: Si bien la deuda fiscal del país debe ser controlada en un plazo largo, los legisladores deben tener cuidado en no recortar el gasto o subir los impuesto de inmediato porque afectará la frágil recuperación económica.

Bernanke dijo que la recuperación ha sido mucho menos robusta de lo que esperaba la Fed, y añadió que el mercado laboral se mantendría lento en el futuro cercano.

Funcionarios de la Fed ahora vislumbran un crecimiento "algo" más lento de lo que proyectaron en junio y ofrecerán sus nuevas proyecciones económicas cuando se reúnan el 1 y el 2 de noviembre.

Las tensiones en los mercados financieros producto de la crisis europea también afectan la economía, señaló el titular de la Fed. Las dificultades de Grecia han sido una fuente "significativa" de estrés en los mercados, indicó.

Bernanke dijo además que la inflación ha comenzado a moderarse, tras alcanzar un máximo en la primera mitad del año.

Apuntó a una medida de mercado que muestra un descenso en las expectativas de inflación, una señal de que los inversionistas esperan más debilidad económica en el futuro cercano.

4 oct 2011

El inicio de la 'Operación Twist' impulsa los títulos del Tesoro de EE.UU.

NUEVA YORK (Dow Jones)--La compra inaugural de la Reserva Federal de Estados Unidos, como parte de su Operación Twist, junto a la caída de las acciones, dieron el lunes un impulso a los precios de los títulos del Tesoro mientras que el rendimiento del bono a 30 años retrocedió a su menor nivel del año.

El bono de mayor vencimiento tuvo un desempeño inferior en la sesión, a medida que los inversionistas se vieron influenciados por el nuevo plan de estímulo del banco central, conocido como Operación Twist. La Fed inició el programa esta tarde, al comprar US$2.500 millones en títulos del Tesoro con vencimiento entre 25 y 30 años.

Los precios de los bonos de mayor vencimiento ascendieron con el anunció de la compra y extendieron sus avances tras la operación de la Fed.

A medida que las acciones estadounidenses registraban una liquidación tardía, los precios de los instrumentos del Tesoro, que se mueven de forma inversa a sus rendimientos, cerraron las negociaciones del lunes en máximos de sesión. El bono a 30 años sumó 3 24/32 en términos de precios, mientras que su rendimiento cayó casi 17 puntos base al 2,752% -con lo que se acerca al mínimo de 2011 del 2,738% que alcanzó brevemente el 23 de septiembre. La nota referencial a 10 años aprovecharon parte del impulso de compra, y su precio escaló 1 11/32 con un rendimiento del 1,780%.

La salida a bolsa de Loterías no ofrece ningún premio

Por Andrew Peaple

La compañía pública de loterías española ha dado a Europa otro boleto sin premio.

El Gobierno español anunció a última hora del miércoles la cancelación de la privatización del 30% de Loterías y Apuestas del Estado, citando las desfavorables condiciones del mercado. El que una compañía tan defensiva no pueda cotizar en el mercado es una mala señal para el moribundo mercado de salidas a bolsa en Europa. Para los países europeos que esperan recaudar un dinero muy necesario mediante la venta de activos estatales, es un augurio aún peor.

La combinación de mercados volátiles e intereses políticos ha lastrado la salida a bolsa de Loterías. Desde que se anunció la operación, la bolsa española ha caído un 15%. Eso significaba que la salida a bolsa podría valorar Loterías por debajo del valor en libros de 20.500 millones de euros, según la ministra de Economía española, Elena Salgado. El Gobierno habría sufrido las acusaciones de la oposición de vender con descuento una de las joyas de la corona de España, justo antes de las elecciones del mes que viene.

Cualquier esperanza de que el mercado de salidas a bolsa europeo se reactive ahora parece haberse ido. Con unos ingresos estables, sin deuda y una posición de casi monopolio en España, Loterías parecía un sólido candidato a cotizar en el mercado. Sin embargo, su fracaso significa que se han cancelado o aplazado 19.100 millones de euros en salidas a bolsa en Europa este año, más que en cualquiera de los años desde 2007, según Dealogic. Los volátiles mercados dificultan la labor de los inversionistas de valorar las empresas, mientras que el mediocre comportamiento tras el debut bursátil de compañías como Glencore les hacen ser cautos.

Gobiernos como el de España, mientras, se encuentran inmersos en un círculo vicioso. La volatilidad del mercado se debe en gran parte a la preocupación por las cuentas de los gobiernos europeos; la privatización de activos estatales podría ayudar a restaurar esas finanzas, pero las turbulencias del mercado entorpecen mucho esas operaciones.

El Gobierno español dice que puede seguir adelante sin los entre 5.000 millones de euros y 7.000 millones de euros que habría conseguido con la operación de Loterías. Sin embargo, haber sacado adelante la operación habría sido una señal importante de la capacidad del Gobierno de recaudar fondos en unos mercados difíciles. El Gobierno griego verá con especial pesadumbre la noticia. Su plan de recaudar 50.000 millones de euros en los próximos cinco años mediante un programa de privatizaciones y ventas de activos inmobiliarios es clave para restablecer su salud fiscal.

Comprar un billete de lotería empieza a parecer una manera más segura de conseguir dinero.

Fuente: WSJ

3 oct 2011

Para evitar una tragedia griega, hay que tomar al toro por los cuernos

Por Stephen Fidler

En su influyente libro de 1910, La gran ilusión, el escritor Norman Angell sostenía que los países eran tan interdependientes financiera y económicamente, que la guerra perjudicaría tanto al vencedor como al derrotado. Bajo estas circunstancias, afirmó, ningún país sería lo suficientemente tonto como para comenzar una guerra.

Su análisis sobre la catástrofe económica de la guerra resultó ser correcto; su conclusión sobre la toma de decisiones en el gobierno estaba trágicamente errada. Cuatro años más tarde, los países de Europa emprenderían un conflicto horrendo.

Las advertencias sobre las consecuencias económicas de una salida griega de la zona euro —que podría seguir a una cesación de pagos de su deuda, pero no es una consecuencia inevitable de tal suceso— sugiere un desenlace que autoridades racionales tratarían de evitar.

Sería "un desastre financiero y económico no sólo para Grecia, sino también para los 16 estados que siguen en la zona euro", sostuvo Willem Buiter, economista jefe de Citigroup, en una nota de investigación este mes. Desataría "corridas bancarias en todos los países considerados remotamente en riesgo de salir de la zona euro". Los inversionistas y prestamistas de estos países, en efecto, se declararían en huelga. El impacto se sentiría en todo el mundo.

Otros economistas estiman que los costos del retiro para una economía débil podrían exceder 25% del Producto Interno Bruto en el primer año. El precio de la salida incluso para economías sólidas también sería enorme.

Pero si salir del euro, al menos durante un momento de pánico financiero, parece sumamente indeseable, ¿es evitable?

Los gobiernos de la zona euro ya se han metido involuntariamente en cada vez peores enredos, que han aumentado los riesgos para la moneda. Se considera que la perspectiva de una cesación de pagos griega aumenta las posibilidades de otras, lo cual se considera que a su vez amenaza a los bancos que poseen miles de millones de dólares en bonos del gobierno. La factura de reconstruir bancos pesa sobre los hombros de gobiernos que ya están endeudados. Si la confianza sigue desvaneciéndose, una corrida sobre un país y sus bancos podría llevar a un país a retirarse de la zona euro.

Los expertos financieros sostienen que aún hay soluciones disponibles para contener ese pánico. Involucran grandes sumas de dinero. Las soluciones más convincentes se centran en dos pilares: la fortaleza financiera de Alemania, por mucho la economía más sólida en la zona euro —más que nunca ahora que Francia y sus grandes bancos han sido afectados por la crisis— y el Banco Central Europeo.

Aquí yace el problema. No hay, con la excepción del BCE, ninguna organización en la zona euro paralela a las instituciones que harían frente a una crisis de este tipo en un país. Tampoco existe un gobierno central que lo haga posible.

La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, tiene poco poder independiente porque a la mayoría de los grandes estados miembro les gusta que sea así. El Consejo Europeo, la suma de los 27 gobiernos, no puede actuar sin el acuerdo de la mayoría. El Parlamento Europeo es, bueno, el Parlamento Europeo.

Incluso cuando actúan, son lentos. El presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, señaló esta semana que las democracias europeas funcionan colectivamente más despacio que los mercados financieros.

Alemania, una de las claves para resolver la crisis, es un país soberano, cuyo líder encabeza un país donde la gente objeta cada vez más a pagar las cuentas de lo que consideran el despilfarro de otros.

La crisis ha revelado una falta de confianza entre los gobiernos y los habitantes de la zona euro.

La advertencia de La gran ilusión aún puede ser desmentida por hechos. La única institución que según los economistas puede actuar y terminar con el pánico inmediato —aunque no brindar los arreglos a largo plazo esenciales— es el BCE, que puede aportar fondos ilimitados sin condiciones. Pero se siente restringido para hacerlo, debido a temores de que sea visto como servil a los gobiernos, que sea visto como fuente de financiación directa de los países, y por los temores de inflación.

Fuente: WSJ

Los inversionistas no salen de sus refugios y prevén lo peor

Por Tom Lauricella

Luego de un tercer trimestre tumultuoso, muchos inversionistas están concentrados en una sola meta: la seguridad.

"La teoría era vivir para librar otra batalla", afirma Mark Enman, director de corretaje global de la administradora de fondos Man Investments.

La retirada de fondos fue desatada por un período volátil y doloroso que obligó a los operadores a revisar sus calendarios para cerciorarse de que no habían sido transportados en el tiempo de regreso a la crisis de 2008.

El Promedio Industrial Dow Jones terminó el tercer trimestre con una caída de 12% para quedar en 10.913,38 puntos, una pérdida de 1.500,96 unidades. Se trata del mayor descenso porcentual desde el primer trimestre de 2009. El índice Standard & Poor's 500 experimentó una caída incluso más pronunciada, de 14%.

En apenas tres meses, los inversionistas han pasado de esperar un repunte en el segundo semestre a temer una segunda recesión en las economías desarrolladas.

Por si esto fuera poco, se acaba de sumar una nueva complicación: la debilidad de las economías emergentes. La preocupación se centra en China, donde hay temor por la estabilidad del sistema bancario y los indicadores muestran que la economía podría estar perdiendo fuerza.

Las preocupaciones sobre la salud de la economía china causaron estragos en los precios de las materias primas. El cobre, el petróleo y la soya cerraron el tercer trimestre con bajas de 26%, 17% y 9,7%, respectivamente.

Los inversionistas "van a vender petróleo y van a vender otros commodities porque les preocupa una desaceleración global", señaló Paul Simon, director de finanzas de la administradora de fondos Tactical Allocation Group, que gestiona cerca de US$1.600 millones.

En buena medida, la suerte de los mercados financieros está en manos de los gobiernos, en especial los de Europa y EE.UU., lo cual según los inversionistas hace que el desenlace sea más difícil de predecir.

Durante el tercer trimestre, los mercados fueron zarandeados todos los días —o incluso en cuestión de horas— por las últimas noticias provenientes de Washington o las capitales europeas. En agosto y septiembre, el Dow Jones subió o cayó más de 1% en 29 jornadas, y hubo 15 días con cambios finales de más de 2%. La última vez que los mercados experimentaron esta clase de volatilidad fue en marzo y abril de 2009.

El daño fue mucho mayor en Europa, donde las acciones bancarias sufrieron caídas estrepitosas. Los principales índices bursátiles de Francia y Alemania perdieron más de 25%de su valor, sus mayores caídas trimestrales desde 2002. Las bolsas asiáticas soportaron pérdidas de dos dígitos. El índice Hang Seng, de Hong Kong, cayó alrededor de 21%.

Incluso el oro, habitualmente un refugio en épocas convulsionadas, sufrió un colapso espectacular en septiembre luego de alcanzar un récord en agosto. En sólo una semana, el metal dorado cedió 12% debido a que la debilidad económica redujo los temores de inflación y los inversionistas vendieron oro para saldar deudas.

En medio de los sobresaltos, el principal refugio fueron el efectivo y los bonos soberanos, en especial los de EE.UU. y Alemania, a pesar de que los retornos estuvieran por debajo de la inflación.

El retorno del bono del Tesoro de EE.UU. a 10 años cayó a 1,71%, el nivel más bajo desde por lo menos la década del 40. Al tomar en cuenta que la inflación en EE.UU. bordea el 3,6%, eso significa que los inversionistas están efectivamente aceptando una pérdida. Algo parecido ocurre con los bonos del gobierno alemán, cuyos rendimientos también cayeron por debajo de 2%.

En el caso de los papeles del Tesoro de EE.UU., los inversionistas a veces compraron valores que no ofrecen ningún retorno. Esencialmente, guardaban su dinero en el Tesoro de EE.UU., previendo recibir la misma cantidad en tres meses.

Lo único que importa es la certidumbre, sostiene Sara Zervos, directora del equipo de deuda global de OppenheimerFunds. "Uno sabe que le devolverán el dinero".

Los fondos de cobertura, muchos de los cuales habían adoptado una postura defensiva durante el primer semestre, mantuvieron su cautela.

"Muchos administradores están dispuestos a perderse la primera parte de una racha alcista con tal de preservar capital ahora", señala Philip Vasan, director de la operación de corretaje prime de Credit Suisse, que trabaja con fondos de cobertura.

La precaución también se extendió a las firmas de Wall Street, señala Roger Freeman, analista de Barclays Capital. Cuando el destino de los mercados está en gran parte en manos de los procesos políticos en EE.UU. y Europa, se torna muy difícil administrar el riesgo, señala.

De todos modos, algunos sostienen que, en momentos en que tantos inversionistas se preparan para lo peor, cualquier desenlace un poco mejor podría revertir la tendencia del trimestre.

Si bien son pocos los que ven una salida rápida a los problemas de Europa, las sorpresas positivas podrían producirse en la forma de estímulos fiscales a corto plazo mayores a los previstos y un sólido acuerdo entre demócratas y republicanos en EE.UU. que permita una reducción ordenada del déficit fiscal.

Fuente: WSJ