24 mar 2010

El cazador de burbujas financieras

Por Eleanor Laise

Didier Sornette ha vivido su vida coqueteando con el peligro. Conduce motocicletas, es aficionado al surfing de vela y practica esquí acuático a lo largo de un recorrido de 200 kilómetros entre Niza y Córcega. Ahora llega un desafío profesional intimidante: "el experimento de la burbuja financiera".

Sornette, de 52 años, es el director del Observatorio de Crisis Financiera de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, o como él lo llama, "el MIT de Europa". A fines del año pasado, lanzó su experimento al identificar cuatro burbujas en desarrollo y pronosticar cuándo alcanzarán su pico. Sus predicciones están guardadas en secreto en archivos codificados que no pueden ser alterados y serán reveladas sólo el primero de mayo cuando, según sus estimados, los picos de las burbujas hayan pasado.

"Mis colegas creen que estoy loco por arriesgar mi pellejo" al hacer este tipo de predicciones, afirma Sornette. Los académicos suelen ser bastante cautos, afirma, para proteger sus reputaciones. "Hay que encontrar alguien como yo, un inconformista que tiene poca aversión al riesgo".

Las firmas de Wall Street y gobiernos en todo el mundo buscan la clase de sistema de predicción que Sornette asegura ofrecer. Algunos grandes bancos y firmas de investigación de inversión, incluidos Fortis Bank, de BNP Paribas, e Ibbotson Associates, de Morning star Inc., ya probaron sus modelos con cierto éxito. Por ejemplo, en un informe de investigación difundido el año pasado, Fortis usó el modelo de Sornette para identificar un comportamiento similar al de una burbuja en algunos índices de seguros contra cesación de pagos.

La firma predijo que los índices caerían, pero antes de que realmente ocurriera. De todos modos, "es interesante tener una herramienta disponible que puede dar señales de advertencia", afirma Peter Cauwels, uno de los directores de Fortis.

En las últimas semanas hubo movimiento en el Congreso estadounidense para crear una nueva agencia que albergue datos y herramientas analíticas que apunten a detectar e impedir futuros colapsos financieros.

La noción de que las burbujas pueden ser identificadas mientras aún se están inflando no es popular. El ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan señaló en un famoso discurso de 2002 lo difícil que es identificar una burbuja hasta después del hecho, "es decir, cuando al reventar confirma su existencia". Otros académicos apuntan a las fallas de Sornette, incluida una predicción de que las acciones estadounidenses continuarían con problemas en 2003 y 2004, para calificar su sistema de fracaso.

Sornette afirma que su observatorio puede rastrear miles de acciones, bonos y otros valores. El término "observatorio" también busca subrayar su enfoque científico y cuantitativo en el estudio de las burbujas.

Sornette trabaja con un puñado de académicos con doctorados e investigadores avanzados y examina con cuidado datos con la ayuda de una supercomputadora del instituto llamada "Brutus".

Como profesor de finanzas, física y geofísica, Sornette tiene una pasión por predecir eventos en sistemas complejos. Ha estudiado terremotos, brotes epilépticos, y la popularidad de videos de YouTube.

El observatorio, que es financiado por la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, está diseñado para probar científicamente la idea de que los mercados financieros tienen un grado de previsibilidad, en particular durante períodos en los que se desarrollan burbujas.

Tras estudiar tanques de cohetes, fluctuaciones del mercado y terremotos, Sornette, quien se dedica a los deportes extremos en su tiempo libre, siguió despuntando su adicción a las predicciones, en busca de ciertas "huellas" en los precios del mercado que lo ayudaran a identificar burbujas. Mientras hay mucha matemática compleja detrás, un patrón clave es esencialmente este: períodos de crecimiento insostenible, en los que la tasa de crecimiento se acelera a sí misma, marcados por olas de ventas generadas por el pánico. Elementos clave son el "feedback positivo" generado por inversionistas optimistas que impulsan el precio aún más arriba hacia territorio peligroso incluso cuando los inversionistas más pesimistas producen olas de ventas. En medio de esta guerra, hay un desarrollo acelerado de la burbuja.

Sólo alrededor de dos tercios de las burbujas terminan estallando, sostiene Sornette. Pero en su opinión, a medida que se desarrolla la burbuja, se vuelve cada vez más inestable de forma que cualquier cantidad de pequeñas molestias podría provocar su estallido.

Así que mientras los observadores del mercado a menudo buscan las causas de un estallido en los eventos inmediatamente anteriores, el académico cree que el origen fundamental se encuentra en el desarrollo de la inestabilidad a más largo plazo.

Sornette dice que por lo general no negocia acciones, porque considera que consume mucho tiempo. Ahora, a través de una firma llamada Research LLC, vende programas para analizar riesgos financieros.

Nassim Taleb, quien popularizó el término "cisne negro" para describir eventos extremos que son altamente imprevisibles, está bien familiarizado con el trabajo de Sornette, pero aún no cree que se pueda usar un modelo para hacer predicciones precisas. Sin embargo añade que el trabajo del profesor es "mucho más útil que cualquier cosa que hay actualmente en la economía".

Fuente: WSJ