14 jun 2010

El declive del euro amenaza a un eslabón clave de la economía global

Por Alex Frangos

HONG KONG—Los problemas económicos que han aquejado a Europa y el correspondiente declive del euro ya están mermando las ganancias de los fabricantes asiáticos. La preocupación es que el dolor se propague con más facilidad si decae la demanda europea por las exportaciones asiáticas.

Las empresas asiáticas que venden desde chalecos a paneles solares en Europa empiezan a sentir el impacto. Los pedidos realizados el año pasado, cuando el euro se cotizaba 20% por encima de su nivel actual contra las monedas locales, están obligando a las empresas a asumir pérdidas imprevistas o a renegociar los precios con los clientes del Viejo Continente.

"En el caso de los pedidos en euros, podríamos perder hasta la camisa, el pantalón y la ropa interior", señala Willy Lin, director ejecutivo de Milo's Knitwear International Ltd., una empresa familiar de Hong Kong que trabaja con marcas europeas.

La caída del euro podría ser una molestia pasajera. La pregunta más importante es si la desaceleración europea socavará la demanda de más largo plazo de bienes asiáticos.

El tema es fundamental porque desde el estallido de la crisis financiera, las economías manufactureras de Asia se han transformado en los motores del crecimiento de la economía global y de las ganancias de las empresas. Asia, asimismo, necesita los pedidos europeos. La Unión Europea absorbe cerca de 13% de las exportaciones de las 10 mayores economías asiáticas, excluyendo la de Japón, según los cálculos del banco de Singapur DBS. Estados Unidos, por su parte, recibe 11% de estas exportaciones.

[Outlook-Dependientes]

Los problemas por los que atraviesa Europa aún no se reflejan en el intercambio comercial. Las exportaciones chinas a la región crecieron 48,5% en mayo respecto al mismo mes del año pasado. Corea del Sur y Taiwán también registraron alzas importantes en las cifras de mayo. Las exportaciones, sin embargo, no responden de manera instantánea a los vaivenes de la economía.

Una reducción del gasto fiscal en Europa podría tener "efectos muy negativos sobre los países en desarrollo que dependen de las exportaciones para crecer", manifestó el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, en una reciente reunión del Grupo de los 20 en Corea del Sur.

Las economías asiáticas, en especial la de China, han sido criticadas por sus modelos de exportación. Los países han prometido depender más de la demanda interna e implementar políticas que estimulen a las empresas y las personas a gastar menos y ahorrar más.

"Las economías emergentes tienen que emprender acciones para dinamizar su crecimiento interno para compensar" el bajón de Europa, dijo Strauss-Kahn.

Estos cambios, sin embargo, pueden demorar años en surtir efecto. Por ahora, Asia necesita que los países desarrollados sustenten su crecimiento. "Hay algunos indicios que muestran que los problemas de la zona euro se están propagando a la economía global", dijo recientemente el Banco de Corea, cuando anunció que la economía local tenía un buen desempeño. Se espera que Corea del Sur crezca más de 5% este año.

La caída del euro es la principal amenaza inmediata.

Los fabricantes de electrónicos para el segmento alto del mercado ya han sentido el impacto. El analista de CLSA Saurabh Chugh estima que cerca de la mitad de los ingresos del fabricante de computadoras Acer proviene de Europa. En términos porcentuales, sus ganancias disminuyen 5% por cada 1% que pierde el euro frente al nuevo dólar taiwanés. En torno a 15% de la facturación del gigante coreano Samsung Electronics es en euros.

La industria china de paneles solares ha sido particularmente golpeada.

Solarfun Power Holdings Company Ltd., un fabricante de paneles solares de Shanghai, obtiene 8% de sus ventas en Europa. El descenso del euro ha nublado sus mejores ganancias desde su fundación en 2005. Solarfun calcula que cada declive de 1% del euro frente al yuan reduce su margen de ganancia en 0,4%. El declive del euro la ha obligado a renegociar precios con clientes europeos y trabajar arduamente para tratar de diversificarse y vender más en China y EE.UU.

"A largo plazo, nos preocupa que la crisis financiera en Europa debilite el apoyo de los gobiernos europeos a los subsidios a la energía renovable", dice Gareth Kung, el director de Finanzas de Solarfun.

Es posible, en todo caso, que la crisis europea no repercuta negativamente en Asia. Algunos creen que las economías exportadoras asiáticas seguirán creciendo siempre y cuando EE.UU. se recupere, pese al enfriamiento de la economía en Europa.

Alemania, la mayor economía europea, ha mostrado un crecimiento robusto y es probable que se beneficie de la debilidad del euro.

"Habrá una presión persistente sobre el crecimiento de las exportaciones asiáticas, pero no es suficiente para ser menos optimista acerca de Asia en general", indica Eric Fishwick, economista jefe de CLSA Asia Pacific Markets.

Los temores, sin embargo, son reales. Lin, cuya empresa produce millones de chalecos al año en sus fábricas de China y Hong Kong, dice que sus finanzas son sólidas y el dolor de corto plazo es manejable.

A largo plazo, no obstante, le preocupa que el derrumbe del euro encarezca sus chalecos comparado con los de sus competidores del norte de África. "Todo es más incierto", reconoce. "Nadie quiere trabajar con mucho stock".

Fuente: WSJ