7 sept 2009

El G-20 alcanza acuerdos sobre bonificaciones y medidas de estímulo, pero faltan los detalles

Por Stephen Fidler y Laurence Norman

LONDRES—Las mayores economías del mundo acordaron controlar las bonificaciones que reciben los banqueros y establecer estándares de capital más estrictos para los bancos. La ausencia de detalles, sin embargo, deja el camino abierto para que en las próximas semanas salgan a flote las discrepancias.

Los representantes de las economías que conforman el Grupo de los 20 (G-20) también se comprometieron el sábado a mantener las políticas económicas de estímulo, aunque dejaron abierta la posibilidad de que, en el momento y bajo las circunstancias que estimen convenientes, los gobiernos empiecen a poner punto final a tales iniciativas a medida que las economías se estabilizan.

El G-20 acordó las directrices para el pago de las bonificaciones a los ejecutivos bancarios, pero tales medidas no incluyen un límite sobre el monto que reciben ciertos individuos. Asimismo, el pacto para hacer que los bancos se ciñan a estándares de capital más estrictos también dejó abierta su implementación.

Tras la reunión del fin de semana en Londres, la atención se vuelca ahora a lo que ocurra en el encuentro de líderes del G-20 que tendrá lugar el 24 y 25 de septiembre en Pittsburgh, donde los mercados y los reguladores financieros buscarán un plan más detallado para manejar la recuperación de la economía mundial y prevenir una nueva crisis bancaria.

La canciller alemana, Angela Merkel, dijo anoche desde Berlín que esperaba que los líderes del G-20 pudieran desarrollar los detalles de los principios acordados cuando se reúnan en unas semanas. Gordon Brown, el primer ministro británico, que estaba reunido con Merkel, añadió que el sector financiero no podía regresar a sus prácticas antiguas, refiriéndose a la remuneración de los ejecutivos bancarios. "Queremos frenar la cultura de las bonificaciones en el sector financiero" , dijo Brown.

Dominque Strauss-Kahn, el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), alabó el grado de coordinación entre los gobiernos del G-20. Agregó, no obstante, que los países necesitan cumplir sus promesas de trabajar en conjunto para reformar el sistema financiero global. "Me impresiona el nivel de consenso, pero sigo a la espera de que se decidan medidas enérgicas y que también se implementen a nivel nacional", aseveró.

El G-20 le solicitó a la Junta de Estabilidad Financiera, un grupo de reguladores internacionales, que considere si vale la pena imponer un límite al pago total de bonificaciones que otorgan los bancos como porcentaje de sus ganancias.

Acorde al desempeño

El convenio sobre las primas pagadas a los banqueros exige que una mayor parte de las bonificaciones disminuya en caso de que el desempeño del banco se deteriore posteriormente. También pide el aplazamiento en la entrega de un porcentaje de las bonificaciones. En ambos casos, no se han revelado detalles sobre cómo funcionarían estos mecanismos. El pacto también exige la divulgación de mayor información sobre los corredores más exitosos de cada entidad.

En las próximas semanas, la Junta de Estabilidad Financiera dará a conocer propuestas más detalladas de cara a la reunión en Pittsburgh. El G-20 quiere que las nuevas normas entren en vigencia antes de que se repartan las bonificaciones correspondientes a este año. No hubo acuerdo para limitar las primas, pero se le pidió a la Junta de Estabilidad Financiera que explorara si vale la pena la idea de limitar el dinero que los bancos asignan para estos propósitos dependiendo de las circunstancias. La entidad examinará posibles sanciones para los bancos que no cumplan las normas.

Alemania y Francia hicieron hincapié en la remuneración de los banqueros y señalaron que las bonificaciones incentivan una toma excesiva de riesgos y deben ser reducidas. EE.UU. y Gran Bretaña, en cambio, sostuvieron que la mayor fuente de debilidad es la falta de capitalización de la banca.

En ambos temas se alcanzó un compromiso y el secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geithner, señaló que ambas corrientes de opinión eran esenciales para fortalecer el sistema financiero global. "Estándares de capital más estrictos no son un substituto de una reforma al sistema de remuneraciones", observó. "Esta reforma es una parte necesaria en la elaboración de un sistema más estable". Geithner propone que haya un acuerdo sobre las nuevas exigencias de capital para fines de 2010 para que entren en vigencia dos años después, aunque no ha especificado cuáles deberían ser esos niveles.

La ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, dijo que hubo avances en la reunión, pero prometió insistir en el tema y asegurarse de que en la reunión de Pittsburgh se alcance una solución concreta. "Defendimos con mucho ahínco y en forma convincente... para que nuestros puntos de vista... fueran considerados y nuestras propuestas aceptadas", afirmó. "Vamos en una buena dirección pero... en lo que se refiere a Francia... tenemos la determinación de seguir el tema muy de cerca...".

En la declaración oficial, el G-20 señaló que las políticas monetaria y fiscal seguirán siendo "expansivas" hasta que se afiance la esperada recuperación económica. El grupo teme que un retiro prematuro de las iniciativas de estímulo podría provocar una recaída después de un breve repunte.

También acordaron la necesidad de prepararse para retirar esas medidas de estímulo. De todos modos, aunque los asistentes se comprometieron a desarrollar estrategias de salida "coordinadas", reconocieron que "la escala, tiempo y secuencia de las medidas variarán según el país".

Según los economistas, eso deja espacio para que cada miembro del G-20 retire las políticas de estímulo cuando considere que la recuperación ha echado raíces.

Fuente: WSJ