20 may 2011

El nivel de regulación de los bancos crea incertidumbre

Por David Reilly

Las autoridades reguladoras bancarias en Estados Unidos necesitan ser más claras con los inversionistas.

Al tiempo que se extiende el debate sobre como abordar de mejor manera la amenaza sistémica que representan los bancos que son demasiado grandes para fracasar, la pregunta clave es si las autoridades planean tratar a estas instituciones financieras como servicios básicos altamente regulados. Esto parecería un curso natural de acción. Después de todo, las autoridades afirman que buscan tener un mayor control sobre estas empresas. Sin embargo, no existe la voluntad política para dividirlas.

Hasta el momento, las autoridades reguladoras han dado señales mixtas sobre hasta qué punto están dispuestos a seguir ese camino. Ciertamente, se han abstenido de usar las palabras "servicios básicos". En una audiencia del Comité de Bancos del Senado realizada el jueves, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo que este verano los reguladores presentarán propuestas sobre nuevas regulaciones para empresas sistemáticamente importantes, que incluyen requerimientos "mejorados" de capital.

Sin embargo, Bernanke no ha dado una indicación del potencial tamaño de esos requisitos adicionales. En cambio, la Fed permitió recientemente que grandes bancos como J.P. Morgan Chase, que es muy probable que sea designado como una entidad sistemáticamente importante, eleven sus dividendos y recompren acciones. Ello ha llevado a muchos inversionistas y bancos a creer que el requerimiento de capital adicional no será en realidad tan estricto.

En tanto, Sheila Bair, presidenta del Fondo de Garantía de Depósitos, FDIC, dijo en la misma audiencia que "este requisito de capital adicional podría convertirse en un cojín significativo de capital accionario común tangible", lo que conlleva un tono mucho más agresivo. Bair también refutó los argumentos de la industria bancaria respecto a que los mayores requisitos de capital impactarían negativamente la creación de crédito y el crecimiento económico.

Los reguladores tienen en sus manos la clave para las valuaciones de los mayores bancos. Pero dada la manera en que se encuentra la situación, los inversionistas están en una posición en la que deben evaluar un retorno a las ganancias "normalizadas" sin saber qué es lo normal en el mundo de la postcrisis.

Fuente: WSJ

19 may 2011

Las divergencias para sacar a Grecia de la crisis

Por David Wessel

Cuando estaba en la escuela primaria, los maestros de matemáticas amaban los diagramas de Venn, esos círculos superpuestos que mostraban los elementos en común que tenían diferentes conjuntos. Pregúnteles a funcionarios europeos y cada uno esbozará alguna forma de solucionar la crisis de la deuda griega. Sin embargo, sus círculos no se superponen.

Esta es la historia hasta el momento: Grecia mintió para entrar a la zona euro, y como podía tomar prestado en la moneda común pudo sobreendeudarse. Ahora, no puede pagar la cuenta. Hace un año, el resto de Europa y el Fondo Monetario Internacional le prestaron a Grecia 110.000 millones de euros (US$155.000 millones) para sobrellevar la situación. Ese crédito se basaba en un plan que resultó ser excesivamente optimista.

Grecia se ajustó mucho el cinturón, aunque no todo lo que había prometido. Su economía empeoró, lo que implicó una menor recaudación fiscal. Todo eso produjo un déficit más grande e implica que Grecia necesita más dinero y es poco probable que lo obtenga del mercado, como se esperaba inicialmente. Pocos analistas ven alguna forma de que la economía griega pueda crecer y su gobierno adelgazar de una manera lo suficientemente rápida como para pagar sus deudas a tiempo.

Si Grecia fuera un cliente común del FMI, podría prometer que lo hará mejor y el mundo dejaría de preocuparse. Pero Grecia comparte el euro por lo que dista de ser un cliente ordinario. Entre otras cosas, ya no tiene su propio banco central para imprimir dinero para financiar al gobierno. Y como lo que ocurre en Grecia no se queda en Grecia, lo que está en juego es algo mayor que cuando Argentina o Uruguay incumplieron sus deudas, no solamente para otros países de la zona euro sino para el resto del mundo, dada la virulencia de los virus financieros.

Estos son los círculos que no se superponen:

Grecia dice que necesita dinero, y dice que su gente no puede hacer más conseciones. El FMI no mantendrá el dinero fluyendo a menos que Europa también se meta la mano al bolsillo. Alemania dijo que no prestará más sin un cambio contundente, como podría ser obligar a los tenedores de bonos de Grecia y a los banqueros a cobrar menos de lo que se les prometió, o al menos a esperar más para que se les pague. El Banco Central Europeo objeta y amenaza con negarse a aceptar valores del gobierno griego como garantía para préstamos a bancos. Lorenzo Bini Smaghi, del consejo del BCE, dice que una reestructuración equivale a pedirle a Grecia que se suicide.

Pero los mercados y muchos economistas privados ven pocas posibilidades de que Grecia sea capaz de pagar sus deudas como prometió, y esa es la razón por la que los rendimientos de los bonos de ese país a 10 años están a casi 16%.

Las afirmaciones de los funcionarios griegos y europeos en sentido contrario no ayudan a cambiar la opinión de los mercados. En su lugar, están socavando la credibilidad de los funcionarios. Cuando un funcionario dice con firmeza que Grecia puede evitar la reestructuración; ¿por qué habría que creer en sus garantías sobre España?

Grecia supone que el resto de Europa teme el daño colateral —sobre Portugal, Irlanda, quizás España— si entra en cesación de pagos y lo está aprovechando.

El FMI sabe que si aparece como dándole a Europa un tratamiento especial será tomado como una provocación (con buenas razones) por parte de sus accionistas de los mercados emergentes que han aceptado duras condiciones para tomar prestado del Fondo.

El gobierno alemán teme la ira de los votantes si más dinero de los contribuyentes germanos es enviado a los derrochadores griegos sin aplicar algún castigo ya sea a Grecia o a sus acreedores, sin considerar que los bancos alemanes se destacan entre ellos. Los políticos que simpatizan con el euro dicen que a pesar de los números, no pueden ignorar a los cada vez más populistas enojados que cuentan con el respaldo de votantes a quienes les preocupan los rescates.

Y ahora todo esto es mucho más difícil de resolver con el arresto de Dominique Strauss-Kahn, que, hasta la noche del sábado, era un embajador diplomático para las capitales europeas a las que viajaba en busca de compromisos.

Al final, como ocurre frecuentemente con las crisis financieras, la solución no está en los números sino en la política, en encontrar una forma que permita que cada parte mantenga su prestigio a salvo al obtener concesiones o descubrir un liderazgo político que hasta ahora no ha aparecido.

"La política no es el arte de lo posible", escribió el economista John Kenneth Galbraith hace 50 años en una carta al presidente estadounidense John F. Kennedy, contradiciendo el aforismo del canciller alemán Otto von Bismarck. "Consiste en elegir entre lo desastroso y lo desagradable".

Fuente: WSJ

18 may 2011

El voto latino determina la senda de la elección presidencial de EE.UU.

Por Gerald F. Seib

He aquí dos números que deberían preocupar a los republicanos: 56% y 64%.

Esos números son, respectivamente, el porcentaje del crecimiento de la población de Estados Unidos en la última década que provino de hispanos y el porcentaje de hispanos que votaron por los demócratas el año pasado.

Este es el número que debería preocupar a los demócratas: 69%.

Ese es el porcentaje de votantes hispanos habilitados que no se presentaron a votar en las elecciones de mitad de período de 2010.

Este cuadro —de una población grande y creciente de hispanos, predispuesta a los demócratas pero todavía un gigante dormido en términos electorales— explica mucho de la actividad que se ve en las rondas iniciales del ciclo político de 2012.

Explica por qué el presidente Barack Obama realizó no menos de cuatro actos dirigidos a hispanos en las últimas dos semanas. También explica por qué una de las primeras cosas que hizo Newt Gingrich tras declarar su candidatura a la nominación presidencial republicana fue una entrevista con la cadena en español Univisión (donde empezó hablando en español: "Jorge, gracias por invitarme a tu programa").

Y explica por qué de pronto hay intentos por revivir un amplio proyecto de ley que busca revisar la legislación de inmigración estadounidense, un asunto que había estado fuera del radar pero que ahora es debatido como uno de los pocos temas que un Congreso profundamente dividido podría tratar de abordar el año próximo.

El voto hispano ha sido durante mucho tiempo un asunto de fascinación y obsesión para seguidores de la política, pero los resultados de las elecciones de legislativas del año pasado —combinados con las realidades demográficas simples y abrumadoras— hacen que su importancia sea imposible de ignorar y difícil de sobreestimar.

[Immig]

Es apenas una ligera exageración decir que los demócratas retuvieron el control del Senado el año pasado —al tiempo que perdieron el control de la cámara baja— debido al voto hispano. Los votantes hispanos salvaron la curul del líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, en Nevada, y probablemente el del senador por Colorado Michael Bennet. También fueron cruciales para otros demócratas, entre ellos Barbara Boxer en California y Patty Murray en Washington, y todo ello en un año en que la concurrencia de los hispanos a las urnas no fue precisamente estelar.

Las tendencias demográficas significan que el voto hispano podría ser decisivo en la próxima elección presidencial, especialmente debido a que los resultados de votación de 2012 probablemente serán más estrechos de lo que fueron en las elecciones de 2008 que trajeron a Obama al poder. Unas pocas estadísticas ponen de relieve el asunto.

El censo de 2010 mostró que la población hispana del país creció en 43% en la década anterior, en tanto la población blanca creció por menos de 6%. La mediana de edad de la población hispana es 27,4; para la población blanca, la mediana de edad, es 41,2, y para la totalidad del país, 36,8.

Para fines políticos, es incluso más importante mirar cómo afectará el voto hispano en estados indecisos claves que Obama ganó en 2008 pero las cifras que, según se vaticina, tendrá más dificultad en retener en 2012. Estos estados no son meramente los predecibles en el Sudoeste, pero también en lugares inesperados también. En particular, el voto hispano bien podría ser decisivo en Virginia y Carolina del Norte.

A medida que pase el tiempo, los hispanos también cambiarán la política de los bastiones republicanos de Georgia, donde la población hispana casi se duplicó en la última década, e incluso en la profundamente republicana Texas, donde 38% de la población ahora es hispana. Dato interesante: el segundo nombre más popular para un bebé varón nacido en Texas el año pasado fue José.

La pregunta obvia, entonces, es cuáles son las fortalezas y debilidades relativas de ambos partidos entre los hispanos. Los demócratas tienen el atractivo histórico y más natural: son el partido con la cuota mucho mayor de minoría en su base, y el partido que apadrina programas sociales importantes para muchos hispanos de bajos ingresos. La posición mayoritaria de los demócratas sobre la reforma inmigratoria —más abierta, por ejemplo, a allanar la senda a la ciudadanía para inmigrantes indocumentados que han estado trabajando y pagando impuestos por mucho tiempo— les ha dado una imagen más amena ante los hispanos.

Aun así, el problema para los demócratas es que no han convertido esta población en la clase de fuerza electoral que podría ser; el 31,2% de hispanos calificados que votaron en 2010 se compara con 48,5% entre los blancos, según un nuevo informe del Centro Hispano Pew. Más aun, es posible que una reciente campaña del gobierno del presidente Obama contra los inmigrantes indocumentados en el mundo laboral pudiera generar una reacción adversa.

Para ellos, el mensaje de los republicanos será doble: los empleos son el asunto más importante para los hispanos, y nosotros somos el partido que crea empleos, y los republicanos comparten los valores sociales conservadores predominantes en la comunidad hispana.

El Comité Nacional Republicano está aumentando su personal de comunicación con los hispanos, y apunta a un número significativo de hispanos elegidos como republicanos el año pasado. En suma, cuando se trata de hispanos, el juego apenas comienza.

Fuente: WSJ

17 may 2011

El histórico ascenso y desplome de la plata

Por Gregory Zuckerman y Carolyn Cui

Cuando los precios de la plata rompieron un récord de tres décadas la última semana de abril, David Zornetsky decidió invertir en ella. Desempleado, Zornetsky esperaba generar cierta ganancia que le permitiera mudarse desde las afueras del estado de Nueva York a Manhattan y pagar préstamos estudiantiles. "Había oído que la plata podía llegar hasta US$150 por onza este año", dice.

En cambio, el metal inició el mes de mayo con su peor retroceso desde la década de 1980, luego que se truncara un presunto intento infame de los hermanos Hunt, de Texas, por acorralar el mercado. El brutal bajón hizo caer los precios de los futuros de la plata a US$35,28 por onza de casi US$50 en apenas cinco días de negociación, y tanto los profesionales de Wall Street como los inversionistas particulares quedaron atónitos.

"No entiendo", dice Zornetsky, de 31 años, cuya inversión cayó alrededor de 25%. "Se supone que le irá muy bien a la plata este año".

Esta semana los precios de la plata están recuperándose, pero, a alrededor de US$38 la onza, sigue lejos del récord de abril.

Detrás del histórico colapso de la plata hay un mercado que se desancló, atizado por apuestas especulativas, muchas de ellas provenientes de pequeños inversionistas que pueden haber entrado en el momento incorrecto.

"Si el oro es un casino de Monte Carlo, la plata es una máquina tragamonedas en Las Vegas", dice Andy Smith, un estratega senior de metales de Bache Commodities.

Incluso los inversionistas más sofisticados están divididos sobre los metales preciosos. Para muchos de los nombres más respetados de Wall Street, como el gerente de fondos de cobertura John Paulson, la plata y el oro representan una protección contra los bancos centrales, que siguen regando dinero en el sistema financiero mundial, amenazando con disparar la inflación. Pero otros, como George Soros, consideran exagerados estos temores, arguyendo que es improbable que la Reserva Federal de Estados Unidos, por ejemplo, permita que la inflación se salga de control. Los fondos de Soros se han deshecho de posiciones en plata y oro en semanas recientes.

Toda clase de materias primas han trepado este año, pero pocas tanto como la plata. Eso es porque la plata es diferente a la mayoría de las demás, lo que la hace más susceptible a picos rápidos, como también a desplomes.

Por lo pronto, el mercado de la plata es menor que el de otros commodities, lo cual significa que espanta a inversionistas grandes que de otro modo intervendrían para atemperar amplios movimientos. La cantidad de contratos de futuros negociables del oro es casi cuatro veces el tamaño de la de la plata. El valor de la nueva oferta de oro el año pasado fue de US$217.000 millones, con 17% del suministro total en manos de bancos centrales e instituciones financieras multinacionales. En comparación, la nueva oferta de plata sumó US$49.000 millones en 2010, según GFMS Ltd., una firma de consultoría de metales con sede en Londres. Y menos de 5% de la plata está en manos de bancos centrales e instituciones, estiman los analistas.

Una gran cantidad de la plata del mundo está en manos de particulares en forma de monedas, medallas y lingotes, aunque es difícil obtener cálculos precisos de este número.

Tales inversionistas se sienten atraídos por el precio relativamente bajo de la plata, pero también pueden tener propensión al pánico. Los fans de larga data de los metales preciosos con frecuencia son personas impredecibles, suspicaces de las grandes firmas corredoras, cautelosas de catástrofes financieras y renuentes a guardar su dinero en el banco. Con frecuencia dependen del consejo de boletines, sitios de Internet vagos, propietarios de tiendas de monedas o su propia investigación.

La plata es más atractiva que el oro, dicen algunos de los inversionistas que confían en su buena racha, en parte porque su máximo histórico ajustado a la inflación es de alrededor de US$140 por onza, cerca de cuatro veces el nivel en que cotiza hoy.

La plata sigue con un alza de 14% en 2011, una de las mejores inversiones, a pesar del desplome reciente. De hecho, algunos fondos de cobertura, como Hayman Capital, de Kyle Bass, compró plata la primera semana de mayo, intuyendo que el metal blanco había llegado a niveles de ganga y que se encaminaba a un repunte, dice una persona cercana al operador.

Algunos inversionistas menores están manteniéndose firmes también. Donna Badach, una jubilada de 55 años, comenzó a comprar plata en 2003 a un costo promedio de US$25 por onza. Ahora tiene un alijo de monedas y lingotes, que dice mantiene guardado en un "depósito privado" y representa 60% de su fortuna. Compra plata "a manera de seguro", porque "es muy inquietante ver lo que está ocurriendo en todo el mundo".

"No creo que la corrección (del precio) durará mucho. La plata llegará a US$100 antes de fin de año", dice Badach, quien había trabajado en el sector de banca hipotecaria en el estado de Florida. "Nunca me he sentido tan segura en mi vida acerca de algo".

Fuente: WSJ

16 may 2011

Según economistas, las presiones inflacionarias en EE.UU. son temporales

Por Phil Izzo

La mayoría de los economistas consultados en la más reciente encuesta de pronósticos de The Wall Street Journal está de acuerdo con la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) en que las presiones inflacionarias severas son "transitorias" y que los incrementos de precios serán más moderados hasta el próximo año.

"El reciente ritmo (de inflación) no puede ser sostenido, pero los alimentos y la energía seguirán subiendo", dijo Stephen Stanley de Pierpont Securities.

En promedio, los 55 economistas, de los cuales no todos contestaron todas las preguntas, esperan que la inflación se modere durante 2012. El Departamento de Trabajo informó el viernes que los precios al consumidor subieron en abril 3,2% con respecto a un año antes debido al alza de los alimentos y de la energía. Los economistas esperan que la tasa vuelva a 3% para fines de año y se mantenga por debajo de 2,5% durante 2012.

De los 52 economistas que respondieron la pregunta sobre ese punto, 36 dijeron que el alza en los precios de los alimentos y la energía sería temporal. De hecho, si bien esperan que los precios del petróleo sigan elevados con respecto a los niveles del año pasado, pronostican que es improbable que se repitan los rápidos incrementos vistos a comienzos de este año.

"Pensamos que cualquier incremento adicional en los precios de los commodities será pequeño", dijo Bruce Kasman de J.P. Morgan Chase.

Este punto de vista es compartido por la Fed. "Para que los precios de la energía afecten la tasa de inflación en los próximos cuatro años en la misma medida —aumentaron alrededor de 25% el año pasado— tendrían que seguir subiendo 25% al año durante los próximos tres o cuatro años. No creo que eso vaya a ocurrir", dijo el presidente de la Reserva Federal de Mineápolis, Narayana Kocherlakota, en un discurso que dio este mes en Santa Bárbara, California.

Se espera que la aceleración de la inflación sea temporal incluso a pesar de que los encuestados pronostican que la economía dejará atrás un primer trimestre débil y conseguirá un sólido crecimiento.

Los economistas proyectan que el Producto Interno Bruto de Estados Unidos crecerá a una tasa anual desestacionalizada de 3,2% en este trimestre y que se acelere hasta 3,4% en el cuarto. A pesar de la expansión económica, se espera que el nivel de desempleo caiga de forma lenta y los pronósticos señalan que su nivel será de 8,4% para fines de este año y de 7,7% para cuando termine 2012. En abril, el nivel de desocupación fue de 9%.

Con este marco de una reducción del desempleo y de una inflación que se moderará, la mayoría de los economistas espera que la Fed dé el primer paso hacia un endurecimiento de la política monetaria —una decisión para permitir que los valores respaldados por hipotecas lleguen a su maduración sin ser reinvertidos— para fines de año y se espera que las tasas de interés suban a comienzos de 2012.

Cuando se les preguntó qué punto del globo representa la mayor amenaza para la fortaleza de la recuperación durante el próximo año, la mayoría de los economistas señaló a Medio Oriente. Disturbios adicionales en la región podrían generar otro salto en los precios de la energía que podría alimentar la inflación y obstaculizar el gasto de los consumidores estadounidenses. Las burbujas de activos en China y la crisis de la deuda soberana europea también fueron causas de preocupación.

Otro asunto importante es el tope de la deuda estadounidense. El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, ha dicho que si el Congreso no eleva el límite de US$14,294 billones antes del 2 de agosto, el gobierno federal no podrá pagar todas sus cuentas, lo que tendría "un impacto económico catastrófico".

Por un margen de 9 a 1, los economistas esperan que se llegue a un acuerdo para subir el tope de deuda antes de agosto, pero están divididos justo por la mitad respecto a si la decisión debería estar atada a recortes en el gasto público. Esa división entre los economistas refleja la que existe en el Congreso y es un recordatorio de que incluso pronósticos compartidos por muchos pueden resultar erróneos.

"El problema con jugar a ver quién es más valiente es que ocasionalmente resulta en choques", dijo David Wyss, economista jefe de Standard & Poor's Corp.

Fuente: WSJ