18 jun 2010

El lado bueno de los fondos de cobertura

Por Sebastian Mallaby

El primer gestor de un fondo de cobertura, Alfred Winslow Jones, no estudió en una escuela de negocios. No tenía un doctorado en finanzas cuantitativas. No labró su carrera en firmas como Morgan Stanley, Goldman Sachs ni demás incubadoras de amos del universo. En cambio, estudió en la Escuela Marxista de Trabajadores de Berlín, coordinó misiones secretas para un grupo clandestino anti-nazi llamado la Organización Leninista y reportó sobre la Guerra Civil en España. No fue hasta 1949, a los 48 años, que Jones juntó los US$100.000 para lanzar un "fondo cubierto", y abrir una modesta oficina. Sin querer queriendo, Jones improvisó una estructura de inversión que perduraría.

Los fondos de cobertura, con cerca de US$2 billones en activos, representan hoy en día una porción significativa de las operaciones en los mercados financieros y han adquirido una envergadura que habría anonadado a Jones. Pero el éxito ha venido acompañado de notoriedad. La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) no se fía de los rápidos algoritmos de corretaje que utilizan los fondos de cobertura, a los que algunos culpan por la crisis relámpago (que en inglés se conoce como flash crash) en las bolsas de EE.UU. hace unos meses. Congresistas de ese país amenazan con ejercer un mayor control sobre los fondos de cobertura, obligándolos a registrarse ante la SEC y tal vez reservar más capital. Gestores de fondos como Raj Rajaratnam de Galleon Group son investigados por supuesto uso de información privilegiada y, recientemente, Art Samberg y su difunta firma Pequot Capital Management llegaron a un acuerdo con la SEC para pagar una multa de US$28 millones. Pero a pesar de que muchas veces los fondos de cobertura son criticados por sus excesos, la estructura de inversión de Jones encierra la clave a un sistema financiero más estable.

El fondo de cobertura de Jones, al igual que la mayoría de los que surgirían con los años, se basaba en cuatro principios. El primero era que había una tasa por desempeño. Jones se reservaba 20% de las ganancias del fondo para sí mismo y su equipo. Al mismo tiempo, los hombres de Jones eran disuadidos de hacer apuestas locas. Por norma, debían conservar su propio capital en el fondo, para que los errores les salieran caros.

El segundo principio de Jones era una elusión consciente de cualquier tipo de regulación. Su estrategia para no atraer la atención de los reguladores consistía en no promocionar su fondo. El capital lo recaudaba con el poder del boca a boca. Libre de la supervisión del gobierno, tampoco esperaba ninguna ayuda del Estado. Los hombres de Jones sabían que si calculaban mal los riesgos, su fondo podría estallar en pedazos y nadie los rescataría.

En tercer lugar, Jones estaba a favor de las ventas al descubierto. Como ahora, en los años 50, especular sobre el hundimiento de empresas era visto casi como antipatriótico. Pero Jones defendía la práctica como un "procedimiento poco conocido que ahuyenta a los usuarios sin ninguna motivación aparente".

Al aislar su fondo de los vaivenes del mercado, Jones abrió el camino para su cuarta práctica distintiva, que pasó a convertirse en la más controvertida. Dado que estaba protegido de los riesgos del mercado, se sentía en posición de asumir riesgos en las bolsas así que amplió, o "apalancó", sus apuestas con dinero prestado. Entre 1949 y 1968, la sociedad de Jones cosechó una ganancia acumulativa de casi 5.000%.

Jones inspiró a una ola de imitadores a fines de los 60, incluido al filósofo-financista George Soros que lanzó su propio fondo al estilo Jones en 1969.

Puesto que prácticamente no tienen que preocuparse por los impedimentos regulatorios y dado que su estructura de compensación ha atraído a los mejores cerebros, los fondos de cobertura han continuado la tradición de Jones de superar a sus rivales. Mientras los gestores de fondos mutuos, en conjunto, no superan al mercado, el mejor análisis sugiere que los fondos de cobertura entregan valor a sus clientes. En una serie de trabajos, Roger Ibbotson de la Escuela de Negocios de la Universidad de Yale examinó el desempeño de 8.400 fondos de cobertura entre 1995 y 2009. Tras corregir el sesgo en los datos y restar las sustanciosas tasas que cobran los fondos, Ibbotson y el resto de su equipo concluyeron que el fondo promedio genera "alfas" positivos, es decir, ganancias que no podrían haberse generado si hubieran estado expuestas a un índice bursátil. En EE.UU., sólo inversionistas acaudalados e instituciones pueden cosechar los beneficios de los fondos de cobertura. Pero en Europa y Asia, se dirigen también a ahorristas comunes y corrientes.

Por supuesto, nadie debería colocar todo su dinero en un fondo de cobertura. Al igual que cualquier otra inversión, pueden fallar estrepitosamente. El colapso más famoso de un fondo de cobertura fue en 1998, cuando Long-Term Capital Management perdió casi US$6.000 millones. Ocho años después, un corredor de 32 años perdió US$6.000 millones trabajando para un fondo llamado Amaranth.

Pero aun estas excepciones al usualmente buen desempeño de los fondos de cobertura sirven para recalcar una de sus virtudes. Cuando Amaranth se desplomó, otro fondo llamado Citadel intervino para comprar lo que quedaba de su portafolio: un fondo de cobertura se había incendiado pero otro estabilizó los mercados actuando como un bombero, y los contribuyentes no tuvieron que cubrir sus pérdidas.

La humillación del sistema bancario en 2008 no azotó de lleno a los fondos de cobertura. Golpeó contra bancos, aseguradoras, prestamistas inmobiliarios, fondos del mercado de dinero y, especialmente, los otrora titanes de Wall Street, los bancos de inversión. La respuesta que lleva la delantera en Washington, expresada en un paquete de reformas con sello del Congreso, pasa por regular los bancos de inversión y otras firmas tradicionales basadas en la toma de riesgos. Pero cuando incluso múltiples supervisores, como la SEC o la Reserva Federal, fracasan en múltiples lugares, uno debe aceptar que es posible que las reformas, si bien inteligentes, no cambien el patrón significativamente.

La cuestión para los reguladores es qué clase de institución financiera absorberá el riesgo de forma más efectiva y sin costarles ni un centavo a los contribuyentes. La respuesta aguarda ser descubierta en la historia de A.W. Jones y sus descendientes. El futuro de las finanzas está en la historia de los fondos de cobertura.

Este artículo es una adaptación del libro de Sebastian Mallaby: 'More Money Than God: Hedge Funds and the Making of a New Elite' (algo así como Más dinero que Dios: fondos de cobertura y el nacimiento de una nueva élite), publicado por Penguin Press.Mallaby es un académico de economía internacional del Consejo de Relaciones Exteriores.

Fuente: WSJ

17 jun 2010

Para calmar los nervios, la UE decide hacer pública la salud de sus bancos

Por Charles Forelle y Marcus Walker

BRUSELAS—Los gobiernos europeos acordaron el jueves someter a sus bancos a pruebas públicas de su solidez en lo que constituye el principal paso del Continente para aliviar las preocupaciones de que su sistema financiero esconde cantidades significativas de préstamos riesgosos que ponen en peligro la economía de la región.

La decisión de los líderes de la Unión Europea reunidos en una cumbre en Bruselas superó la renuencia a divulgar los resultados de las pruebas de resistencia, cuyo objetivo es evaluar cómo los bancos enfrentarían serios problemas económicos.

El acuerdo representa una apuesta a que los beneficios de una inyección de confianza en el sistema bancario de Europa superarán las preocupaciones de que la publicación de los resultados pueda perjudicar a las instituciones más débiles y exigir costosos rescates.

"No hay nada mejor que la transparencia para demostrar solvencia, para dar confianza y para dejar atrás tanto rumor sin fundamento", dijo el jueves el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. España anunció el miércoles que iba a publicar los resultados de las pruebas realizadas a sus bancos, lo que pareció abrir la puerta a que otros países europeos siguieran el ejemplo.

Los nervios acerca de la salud del sistema bancario han estado a flor de piel esta semana debido, en parte, a los rumores enérgicamente desmentidos de que España buscaría un rescate internacional de sus bancos.

Los líderes de la UE acordaron en forma unánime que cada país miembro publicaría los resultados de las pruebas de resistencia nacionales realizadas a todos sus bancos tan pronto estuvieran listas, dijo la vocera del gobierno español Cristina Gallach. Todos los resultados deberían ser divulgados a finales del próximo mes, dijeron los líderes de la UE.

La renuencia a la publicación de los resultados había sido fuerte, en particular de Alemania, la mayor economía de la región pero la que podría tener varios bancos en delicado estado de salud. Incluso durante la cumbre, según una fuente cercana, la canciller Angela Merkel era reacia a alcanzar un acuerdo y se mostró partidaria de realizar una divulgación coordinada de información de parte de los gobiernos.

Las fuentes indicaron que el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, fue un firme defensor de una publicación rápida de los resultados y dijo que cada país debía seguir criterios comunes para las pruebas de resistencia, de modo que los resultados fueran comparables.

La exposición de los grandes bancos europeos a la deuda pública y privada en países como Grecia, Portugal y España sigue siendo turbia y las autoridades europeas han combatido durante meses los temores de que la crisis de deuda soberana de esos países pueda infectar el sistema bancario y causar un amplio daño.

Por el momento, han decidido que la transparencia es el tratamiento indicado. Las pruebas de resistencia serían más exhaustivas que las divulgadas en octubre de 2009. En ese entonces, los reguladores se limitaron a decir que los bancos habían aprobado, sin especificar cuáles entidades se habían sometido a las evaluaciones ni en qué consistían.

La publicación de los resultados de las pruebas de resistencia realizadas en Estados Unidos el año pasado fue un momento clave en la crisis financiera, al ayudar a disipar las dudas del mercado sobre la salud de los bancos del país. Las pruebas contribuyeron a que 10 grandes instituciones recaudaran miles de millones de dólares para cerrar las brechas de capital identificadas por los reguladores.

Zapatero señaló que exhortó a sus colegas europeos durante un almuerzo el jueves a acordar hacer las pruebas públicas y los 27 países que conforman la Unión Europea manifestaron su conformidad. "Este es un paso importante para recalcarles a los mercados que estamos en busca de la transparencia total", dijo Merkel después de la reunión.

De todos modos, aún queda un largo camino por delante, en especial en lo relacionado al nivel de detalle de los resultados que serán publicados.

Acordar los parámetros "no será ni tan rápido ni tan simple como en EE.UU., porque hay muchas autoridades de varios países involucradas", dice Nicolas Véron, de los centros de estudios Bruegel, en Bruselas, y el Instituto Peterson de Economía Internacional, en Washington. El anuncio, en todo caso, es bienvenido, resaltó. "Se ha salido del impasse".

El principal obstáculo que tuvo que ser superado para alcanzar el acuerdo fue la situación de los bancos regionales alemanes, o landesbanken, que son uno de los motivos de preocupación de los inversionistas junto a los bancos regionales españoles, o cajas.

La principal asociación alemana de bancos había manifestado su radical oposición a la publicación de las pruebas de resistencia al señalar que los mercados podrían "interpretar erróneamente" los resultados. La asociación subrayó que la ley alemana exige el consentimiento de los bancos antes de divulgar los resultados. El gobierno alemán dijo el jueves que buscará la aprobación de los bancos, pero que también podría tratar de cambiar la ley en caso de que los bancos se resistan.

Aunque las pruebas de resistencia pueden apuntalar la confianza del mercado, también acarrean riesgos. El mayor es qué hacer con los bancos que no pasan la prueba. La mayoría de los países europeos han adoptado una filosofía de prudencia fiscal para aliviar las preocupaciones sobre sus déficits fiscales y niveles de deuda pública. Los rescates bancarios pondrían en riesgo tales esfuerzos.

"Cualquier prueba de resistencia sólo tiene sentido si es acompañada de un compromiso equivalente por parte de los respectivos gobiernos para llevar adelante el proceso de recapitalización y la garantía de liquidez", dijo Axel Weber, presidente del banco central alemán.

[UE]
Fuente: WSJ

16 jun 2010

Las economías en desarrollo se encaminan a representar la mayor parte de la producción mundial

Por Paul Hannon

LONDRES (EFE Dow Jones)--Este año podría ser uno de los últimos en que las economías industrializadas representen la mayor parte de la producción económica mundial, según un informe publicado el miércoles por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

La organización con sede en París indicó que en 2010, los 31 miembros representarán el 51% de la producción económica mundial. Pero debido al rápido crecimiento de China, India y de otras economías en desarrollo, el porcentaje se redujo respecto al 60% que representaban en 2000. La OCDE ahora prevé que esta proporción seguirá reduciéndose, hasta que representen el 43% en 2030.

"El centro de gravedad del mundo se está desplazando hacia el este y el sur", dijo la OCDE. "Este reajuste de la economía mundial no es un fenómeno pasajero sino que representa un cambio estructural con una trascendencia histórica".

La OCDE explicó que con la entrada de China, India, las ex repúblicas soviéticas y otros países en el mercado económico mundial desde comienzos de la década de 1990, el número de naciones convergentes con los niveles de riqueza de las economías industrializadas ha aumentado de 12 a 65.

La OCDE define una economía convergente como aquélla en la que el crecimiento de la producción por individuo es el doble del de una economía industrializada.

Otra consecuencia de este cambio en el orden económico mundial es el fuerte descenso del número de países pobres, que han pasado de 55 a 25.

La OCDE explica dos factores que han contribuido a cambiar el orden económico.

La rápida expansión de China, India y otras grandes economías en desarrollo impulsó la demanda de materias primas, en productores en África, América Latina y Oriente Próximo.

Y muchas economías convergentes se volvieron acreedoras netas en lugar de deudoras netas, manteniendo bajos los tipos de interés en Estados Unidos y el resto del mundo.

Muchos economistas consideran que estos últimos acontecimientos han contribuido a aumentar los desequilibrios por cuenta corriente que prepararon el terreno para la crisis financiera y la recesión. Los países industrializados han instado a China a que permita revaluar el yuan para corregir estos desequilibrios, pero la OCDE no es partidaria de una rápida apreciación de la moneda china.

"Una rápida y prematura apreciación del yuan podría dañar el crecimiento en China y, por extensión, afectar también a algunos de los socios económicos de China, incluidos muchos países pobres", dijo la OCDE.

La OCDE afirma que las relaciones comerciales y de inversión entre las economías en desarrollo están creciendo rápidamente. El organismo calcula que mientras los flujos comerciales mundiales se cuadruplicaron entre 1990 y 2008, los flujos entre las economías en desarrollo se multiplicaron por diez.

"Esta actividad comercial podría ser uno de los principales motores de crecimiento en la próxima década", dijo la OCDE.

El análisis de la OCDE es compartido por el Fondo Monetario Internacional.

15 jun 2010

España y sus problemas, la prueba de fuego para la viabilidad del euro

Por Paulo Prada

MADRID—Las autoridades españolas reconocieron que a los bancos y empresas del país les cuesta acceder al crédito, lo que deja de manifiesto la presión que enfrenta el gobierno para recuperar la confianza de los inversionistas.

España ha tratado durante las últimas semanas de convencer a los mercados de que es capaz de reducir el déficit y reestructurar su sistema bancario en medio de las preocupaciones de que el país se vea obligado a solicitar un rescate. Uno de sus mayores motivos de ansiedad tiene que ver con la dificultad de los bancos españoles para hallar financiamiento en el mercado interbancario, una fuente importante para las entidades con necesidades de liquidez de corto plazo.

El lunes, el secretario de Estado de Economía, Carlos Ocaña, reconoció, al intervenir en una conferencia, que la dificultad de acceder al crédito "es un problema". Durante el mismo evento, el presidente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Francisco González, manifestó que los mercados seguían "cerrados" para la mayoría de las empresas y exhortó al país a aprobar las reformas pendientes. "Restablecer la confianza del mercado es prioritario", señaló.

[desempleo]

Los comentarios coinciden con la presentación, contemplada para el miércoles, de una controvertida reforma laboral. España cuenta con un sistema laboral dual, parecido al de Francia y Alemania. Un primer nivel, que abarca principalmente a los trabajadores calificados y de mayor edad, ofrece empleos bien remunerados y protegidos. El segundo nivel está conformado por empleados más jóvenes que ganan menos y pueden ser fácilmente despedidos. Los detractores de este sistema indican que ha resultado en un alto desempleo y sostienen que la liberalización del primer nivel generaría más y mejores empleos.

La crisis de la deuda europea está obligando a los países más vulnerables de la región a realizar grandes recortes en el gasto público y, al mismo, hallar formas de estimular el crecimiento. Muchos economistas creen que la única forma en que Grecia, Portugal y España podrían alcanzar esa meta es mediante la liberalización de sus economías.

En un momento en el que abundan las preguntas sobre la viabilidad de la moneda común europea, España se ha transformado en una prueba clave. Se trata de la cuarta economía de la eurozona con un PIB del orden del billón (millón de millones) de euros, que equivale a 11% del PIB de la región. El resto de las economías en apuros, Grecia, Irlanda y Portugal, representan combinadas cerca de 6%.

Aparte de la reforma laboral, el gobierno español prepara otras medidas, como la reestructuración del sistema bancario, consideradas fundamentales para reanimar la economía y restaurar la confianza del mercado. La semana pasada, España no tuvo más remedio que ofrecerles a los inversionistas un rendimiento promedio de 3,3% en una subasta de 3.900 millones de bonos a tres meses, frente a un rendimiento de apenas 2% en una operación similar en abril. La diferencia, o spread, entre el rendimiento de los bonos españoles y los bonos alemanes, considerados como los más seguros de Europa, llegó recientemente a su nivel más alto desde el lanzamiento del euro.

El gobierno tiene que recaudar 97.000 millones de euros este año para financiar una deuda nacional de 553.000 millones de euros. El alza en los costos de financiamiento podría complicar la campaña de España para reducir su déficit fiscal desde el 11% del PIB del año pasado a 9% del PIB para finales de este año, para luego dejarlo en 3% del PIB para 2013.

El sector privado también enfrenta restricciones de crédito, ante las dudas de los inversionistas sobre el impacto del colapso del auge inmobiliario y la recesión económica en el sector financiero. Los bancos no saben a cuánto ascenderán los créditos incobrables y el valor de los bienes raíces en sus libros sigue cayendo de la mano de los precios inmobiliarios.

Filas de desempleados

España relajó las condiciones para los contratos laborales de corto plazo en 1997, durante el gobierno conservador de José María Aznar. El cambio impulsó el empleo durante el auge inmobiliario, pero creó un mercado laboral que absorbe trabajadores durante las épocas de vacas gordas para luego expulsarlos durante los bajones económicos.

Muchos de los empleos generados durante el boom de los bienes raíces fueron de corto plazo y muchos trabajadores pasaron de trabajo en trabajo, a menudo ganando el sueldo mínimo. Cuando la recesión golpeó finalmente con toda su fuerza, el mercado laboral colapsó. Las filas de los desocupados pasaron de los 1,7 millones de personas en 2007 a los 4,6 millones de trabajadores a finales de marzo, una tasa de desempleo de 20%.

Luego hay que contar a los millones de trabajadores contratados bajo el sistema antiguo. La seguridad que les otorgan sus contratos significa que, a menudo, a los empleadores les sale más barato mantenerlos que pagarles una indemnización por despido.

La reforma del gobierno reduciría las indemnizaciones a los nuevos empleados de 45 a 33 días por año de trabajo. En un intento por animar a los empleadores a depender menos de los trabajadores temporales, el gobierno usaría un fondo para financiar ocho de los 33 días siempre y cuando el contrato sea de largo plazo, o "fijo" como se conocen en España.

El gobierno, que está discutiendo un borrador de las reformas con los sindicatos y partidos de la oposición, aprobará el decreto este miércoles en el Consejo de Ministros y lo pondrá en vigor sólo de manera provisional.

Fuente: WSJ

14 jun 2010

El declive del euro amenaza a un eslabón clave de la economía global

Por Alex Frangos

HONG KONG—Los problemas económicos que han aquejado a Europa y el correspondiente declive del euro ya están mermando las ganancias de los fabricantes asiáticos. La preocupación es que el dolor se propague con más facilidad si decae la demanda europea por las exportaciones asiáticas.

Las empresas asiáticas que venden desde chalecos a paneles solares en Europa empiezan a sentir el impacto. Los pedidos realizados el año pasado, cuando el euro se cotizaba 20% por encima de su nivel actual contra las monedas locales, están obligando a las empresas a asumir pérdidas imprevistas o a renegociar los precios con los clientes del Viejo Continente.

"En el caso de los pedidos en euros, podríamos perder hasta la camisa, el pantalón y la ropa interior", señala Willy Lin, director ejecutivo de Milo's Knitwear International Ltd., una empresa familiar de Hong Kong que trabaja con marcas europeas.

La caída del euro podría ser una molestia pasajera. La pregunta más importante es si la desaceleración europea socavará la demanda de más largo plazo de bienes asiáticos.

El tema es fundamental porque desde el estallido de la crisis financiera, las economías manufactureras de Asia se han transformado en los motores del crecimiento de la economía global y de las ganancias de las empresas. Asia, asimismo, necesita los pedidos europeos. La Unión Europea absorbe cerca de 13% de las exportaciones de las 10 mayores economías asiáticas, excluyendo la de Japón, según los cálculos del banco de Singapur DBS. Estados Unidos, por su parte, recibe 11% de estas exportaciones.

[Outlook-Dependientes]

Los problemas por los que atraviesa Europa aún no se reflejan en el intercambio comercial. Las exportaciones chinas a la región crecieron 48,5% en mayo respecto al mismo mes del año pasado. Corea del Sur y Taiwán también registraron alzas importantes en las cifras de mayo. Las exportaciones, sin embargo, no responden de manera instantánea a los vaivenes de la economía.

Una reducción del gasto fiscal en Europa podría tener "efectos muy negativos sobre los países en desarrollo que dependen de las exportaciones para crecer", manifestó el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, en una reciente reunión del Grupo de los 20 en Corea del Sur.

Las economías asiáticas, en especial la de China, han sido criticadas por sus modelos de exportación. Los países han prometido depender más de la demanda interna e implementar políticas que estimulen a las empresas y las personas a gastar menos y ahorrar más.

"Las economías emergentes tienen que emprender acciones para dinamizar su crecimiento interno para compensar" el bajón de Europa, dijo Strauss-Kahn.

Estos cambios, sin embargo, pueden demorar años en surtir efecto. Por ahora, Asia necesita que los países desarrollados sustenten su crecimiento. "Hay algunos indicios que muestran que los problemas de la zona euro se están propagando a la economía global", dijo recientemente el Banco de Corea, cuando anunció que la economía local tenía un buen desempeño. Se espera que Corea del Sur crezca más de 5% este año.

La caída del euro es la principal amenaza inmediata.

Los fabricantes de electrónicos para el segmento alto del mercado ya han sentido el impacto. El analista de CLSA Saurabh Chugh estima que cerca de la mitad de los ingresos del fabricante de computadoras Acer proviene de Europa. En términos porcentuales, sus ganancias disminuyen 5% por cada 1% que pierde el euro frente al nuevo dólar taiwanés. En torno a 15% de la facturación del gigante coreano Samsung Electronics es en euros.

La industria china de paneles solares ha sido particularmente golpeada.

Solarfun Power Holdings Company Ltd., un fabricante de paneles solares de Shanghai, obtiene 8% de sus ventas en Europa. El descenso del euro ha nublado sus mejores ganancias desde su fundación en 2005. Solarfun calcula que cada declive de 1% del euro frente al yuan reduce su margen de ganancia en 0,4%. El declive del euro la ha obligado a renegociar precios con clientes europeos y trabajar arduamente para tratar de diversificarse y vender más en China y EE.UU.

"A largo plazo, nos preocupa que la crisis financiera en Europa debilite el apoyo de los gobiernos europeos a los subsidios a la energía renovable", dice Gareth Kung, el director de Finanzas de Solarfun.

Es posible, en todo caso, que la crisis europea no repercuta negativamente en Asia. Algunos creen que las economías exportadoras asiáticas seguirán creciendo siempre y cuando EE.UU. se recupere, pese al enfriamiento de la economía en Europa.

Alemania, la mayor economía europea, ha mostrado un crecimiento robusto y es probable que se beneficie de la debilidad del euro.

"Habrá una presión persistente sobre el crecimiento de las exportaciones asiáticas, pero no es suficiente para ser menos optimista acerca de Asia en general", indica Eric Fishwick, economista jefe de CLSA Asia Pacific Markets.

Los temores, sin embargo, son reales. Lin, cuya empresa produce millones de chalecos al año en sus fábricas de China y Hong Kong, dice que sus finanzas son sólidas y el dolor de corto plazo es manejable.

A largo plazo, no obstante, le preocupa que el derrumbe del euro encarezca sus chalecos comparado con los de sus competidores del norte de África. "Todo es más incierto", reconoce. "Nadie quiere trabajar con mucho stock".

Fuente: WSJ