23 sept 2011

La troika exige a Grecia que elimine 100.000 empleos en el sector público para 2015

Por Alkman Granitsas

ATENAS (EFE Dow Jones)--Los acreedores internacionales de Grecia han exigido al Gobierno que elimine 100.000 puestos de empleo públicos para 2015 --de los cuales 50.000 pasarían a un régimen de empleo especial con el sueldo reducido con efectos inmediatos-- como condición para poder reanudar las negociaciones, señaló el domingo un diario griego.

Según la edición digital del periódico To Vima, inspectores de la troika --formada por la Comisión Europea, el Fonso Monetario Internacional y el Banco Central Europeo-- han presentado 15 medidas de austeridad que Grecia debe implementar "aquí y ahora".

Entre ellas, la troika pide la abolición de miles de puestos de trabajo en 10 organismos públicos --desde la radio y televisión nacional hasta la agencia estatal de gestión de la propiedad--, así como el cierre o fusión de otras 65 organizaciones estatales para diciembre.

En mayo de 2010, Grecia evitó por poco la quiebra gracias a un rescate de 110.000 millones de euros de sus socios de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional a cambio de implementar duras medidas fiscales y reformas económicas.

Como parte de las negociaciones con los acreedores, Grecia acordó en marzo de este año eliminar 80.000 puestos de trabajo públicos para 2015. Pero con el consentimiento de la troika, el Gobierno también ha contratado a 24.000 nuevos trabajadores en los dos últimos años para suplir la escasez de trabajadores en determinadas áreas del sector público, dijo el diario.

Ahora que es poco probable que Grecia cumpla con los objetivos de déficit este año, la troika ha elevado el número de despidos en el sector público a 100.000, exigiendo que el Gobierno lleve a cabo los recortes prometidos y que rescinda las nuevas contrataciones realizadas en los últimos 20 meses.

Por su parte, un alto cargo del Fondo Monetario Internacional dijo el lunes que el Gobierno griego tendrá que llevar a cabo "medidas adicionales" para cumplir sus objetivos presupuestarios, añadiendo que el país debe avanzar con los recortes en el sector público.

En una conferencia, Bob Traa, alto representante para Grecia del FMI, dijo que el Gobierno debe llevar a cabo las reformas estructurales y darse prisa en cerrar organismos vinculados al Estado, así como frenar la factura procedente de los salarios públicos.

"Se necesitarán medidas adicionales para que el déficit se reduzca a niveles sostenibles", dijo Traa.

Estos comentarios de produjeron sólo horas antes de la teleconferencia que va a celebrar el ministro griego de Finanzas, Venizelos Evangelos, con los responsables de la troika, formada por la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, para valorar el progreso del país en sus esfuerzos de reducción del déficit.

Las presiones sobre Grecia han aumentado desde que las negociaciones con esos inspectores internacionales se suspendieron de forma abrupta a comienzos de septiembre debido a que el país parecía desviarse de sus objetivos de déficit para este año.

Pese a ello, Traa dijo que Grecia ha progresado mucho en los dos últimos años en cuanto a la reducción del déficit. "Grecia merece respeto por lo que ha hecho", añadió.

La Fed busca simplificar sus metas para calmar a los mercados

Por Jon Hilsenrath

Funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos, preocupados por que una economía vacilante y sus problemáticos debates estén confundiendo al público, están considerando adoptar metas económicas más específicas para aclarar su estrategia para reducir el desempleo sin alimentar la inflación.

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, le pidió al presidente de la Fed de Filadelfia, Charles Plosser, y al presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, dos adversarios intelectuales, que trabajen con la vicepresidenta de la junta Janet Yellen sobre cómo pueden hacer para que esa institución federal explique al público sus metas económicas de una manera más clara. Un tema prioritario en la agenda: detallar qué cambios haría falta que se produjeran en los índices de desempleo e inflación para que el banco central de EE.UU. alterara su política de bajas tasas de interés, según fuentes al tanto.

Es probable que los funcionarios de la Fed consideren otras medidas a corto plazo para impulsar a la economía cuando se reúnan el martes y miércoles, incluyendo la posibilidad de alterar la composición del portafolio de valores de la Fed para que contenga más deuda a largo plazo. La idea sería reducir las tasas de interés a largo plazo para estimular más inversión y gasto. También podrían intentar alentar los préstamos al recortar la tasa de interés de 0,25% que se le paga actualmente a los bancos privados cuando dejan dinero depositado en el banco central.

Bernanke tiene suficiente influencia como para obtener respaldo para esas medidas, si quiere. Pero no es probable que el tema de aclarar las metas sea resuelto en las reuniones de esta semana, si es que se resuelve en algún momento, debido al amplio rango de posturas en la Fed sobre cómo proceder.

Actualmente, varios de los presidentes de los 12 bancos regionales de la Fed se oponen a tomar nuevas medidas para impulsar el crecimiento. Tres de ellos se mostraron en desacuerdo durante su última reunión de políticas. Otros funcionarios de la Fed simplemente están convencidos de que hace falta tomar medidas más enérgicas de inmediato.

Algunos expertos sostienen que la cacofonía misma podría socavar los intentos de la Fed por ayudar a la economía, al generar dudas entre el público respecto de sus próximos pasos. Unas metas económicas más explícitas podrían ser una forma de clarificar cómo reaccionará la Fed y tranquilizar al público y los mercados.

"Sin duda me preocupa que se esté enviando más de un mensaje de manera simultanea por parte de personas distintas", indicó Michael Woodford, un economista monetario de la Universidad de Columbia. Indicó que las señales contradictorias han generado confusión entre el público sobre el compromiso de la Fed de mantener las tasas de interés bajas, lo que reduce el impacto de sus políticas. "Si yo hiciera parte de la institución, estaría preocupado por eso".

En épocas normales, la Fed anuncia cambios en la tasa de interés y los mercados responden de manera predecible. Pero estas no son épocas normales. La Fed ha mantenido sus tasas a corto plazo de referencia cerca de cero desde diciembre de 2008. No puede bajarlas mucho más.

En este tipo de situaciones, según ha señalado Bernanke una y otra vez, una comunicación clara por parte de la Fed sobre la economía y la dirección de las tasas de interés se convierte en una herramienta crucial de la política monetaria porque influye en las expectativas y el comportamiento de inversionistas, empresas y hogares. Al darles una guía clara sobre cuánto tiempo podría llevar subir las tasas de interés a corto plazo, por ejemplo, podría reducir las tasas de interés a largo plazo ahora.

Funcionarios de la Fed ya han dado pasos para simplificar su mensaje. En agosto, Bernanke intentó aclarar las intenciones de la Fed con una declaración pública en la cual indicó que las tasas de interés a corto plazo probablemente se mantendrían cerca de cero por lo menos hasta mediados de 2013. Y Bernanke ahora ofrece conferencias de prensa cuatro veces al año, lo que le brinda la posibilidad de llegar a más personas y más chances de explicar las acciones de la Fed.

Los próximos pasos en la agenda de comunicación en marcha podrían involucrar una guía explícita para el público sobre qué haría falta para que la Fed cambie su postura.

Fuente: WSJ

22 sept 2011

La crisis le quita presión al alza del yuan

Por Tom Orlik

Una de las primeras víctimas del desvanecimiento de la recuperación global ha sido la presión para que el yuan se aprecie.

La elite económica mundial está en Washington para las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional, del 23 al 25 de septiembre. En el pasado, esta ha sido una oportunidad para ejercer un poco de presión sobre China para que permita una apreciación más rápida del yuan.

Las señales en agosto ciertamente eran positivas. El ritmo anualizado de la apreciación del yuan contra el dólar repuntó a más de 11%, frente a un promedio de alrededor de 5% en los primeros siete meses del año. La tasa de cambio ponderada al comercio —una medida más amplia de los movimientos del yuan— también avanzó un poco.

Pero el aumento marcado de agosto ya se ha desvanecido. La apreciación casi se detuvo por completo en la primera quincena de septiembre, y es poco probable que retome el ritmo de agosto. Hay tres razones por las cuales Beijing permite la aceleración de los avances en su moneda: fuertes exportaciones, alta inflación y presión internacional. Una recuperación global menguante conspira contra las tres.

Las cifras de comercio para agosto, según las cuales las exportaciones estuvieron cerca de un récord, fueron sorprendentemente fuertes. Pero ahora que las economías de Estados Unidos y de Europa están al borde del precipicio, la perspectiva es sombría. La encuesta oficial más reciente de los productores fabriles chinos muestra una caída de los pedidos extranjeros, lo cual inquietará a Beijing acerca de imponer presión monetaria adicional sobre los exportadores.

La inflación, entretanto, está alta pero parece haber superado su cenit. El índice de precios al consumidor cayó a 6,2% interanual en agosto de 6,5% en julio y se espera que una recuperación económica debilitada lastre aun más los precios. Los precios de las importaciones de materias primas por China también se han moderado. El crudo cayó a US$86 por barril en la primera quincena de septiembre frente a US$113 por barril en abril. Ello reduce la presión inflacionaria importada, y el incentivo para acelerar la apreciación del yuan.

En el frente político, la crisis de deuda soberana de Europa ofrece cobertura para los líderes de China. Un yuan subvaluado —que ayuda a las firmas chinas a ganar cuota de mercado a expensas de rivales extranjeros— podría ser parte de la razón de los padecimientos de Europa. Pero la inmediatez de la crisis distrae la atención de problemas que arden a fuego lento, como la tasa de cambio. Las pujantes reservas de divisas, también producto del yuan controlado, incluso permiten que los líderes de China se hagan pasar por los salvadores de Europa, comprando deuda soberana en su hora de necesidad.

La apreciación del yuan no se detendrá por completo. Un acción resuelta de la Reserva Federal que tenga el impacto de debilitar aun más el dólar podría obligar a avances en la tasa de cambio bilateral. Pero una recuperación global menguante significa que la apreciación acelerada de agosto ya es noticia vieja.

Fuente: WSJ

Los BRICS no son una panacea para Europa, advierte Zoellick

El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, advirtió que Europa no puede contar con el dinero de naciones emergentes como China y Brasil para ayudar a rescatar a la zona euro y que sus líderes deben tomar decisiones fundamentales sobre la dirección de la unión monetaria.

"No hay un santo remedio ni una panacea", sostuvo Zoellick, en una entrevista ofrecida el viernes, mientras los ministros de Finanzas europeos se reunían en Polonia. "Nadie va a venir con una gran bolsa de dinero para resolver el problema", añadió.

Los funcionarios europeos pusieron la mira en Brasil, China y otros grandes mercados emergentes, que suman billones (millones de millones) de dólares en reservas, como lugares para vender grandes volúmenes de deuda soberana. Al menos de manera retórica, algunos países han hecho su aporte. Brasil, por ejemplo, ha dado a conocer una reunión del llamado grupo BRICS, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, esta semana en Washington, donde se tratarán los problemas de la zona euro. En tanto, China insinuó que podría proporcionar financiamiento a cambio de concesiones comerciales.

Christine Lagarde, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), catalogó la semana pasada la idea de una ayuda conjunta de los BRICS como "un acontecimiento interesante".

Sin embargo, Zoellick sugirió que la asistencia de los BRICS es un tema secundario. En cambio, afirmó que los líderes europeos deben decidir qué tipo de unión monetaria desean, ya sea al forjar una unión fiscal más estrecha o afrontar las consecuencias cuando los miembros más débiles fallan. Aunque no mencionó de manera específica la ruptura de la zona euro como una posibilidad, indicó que podría ser un desenlace posible.

"Esas son decisiones europeas", manifestó Zoellick. "Se puede ir en cualquier dirección, pero se necesita saber hacia dónde uno quiere dirigirse. Como mínimo, se necesita saber eso, de modo que si uno está en una verdadera crisis, sabe hacia dónde tienen que apuntar" las políticas.

La semana pasada, cinco bancos centrales actuaron en conjunto para inyectar liquidez al mercado. No obstante, los líderes europeos tienen que resolver los problemas de fondo, expresó Zoellick. "No menosprecio la compra de tiempo, pero sugiero que cuando se compre tiempo, luego se haga uso de él", explicó.

La crisis de la zona euro pesa cada vez más sobre las economías fuera de Europa.

Los países en desarrollo, según Zoellick, ya enfrentan un mayor riesgo país y un debilitamiento de sus mercados de valores, al tiempo que se preparan para una caída en la demanda de las exportaciones. Además, los sucesos en EE.UU. y Europa estarían empezando a filtrarse a los consumidores y las empresas de los mercados emergentes, de manera tal que afecte la demanda interna.

"Si su crecimiento cae de manera demasiado abrupta, entonces comenzarán a tener problemas con las carteras en mora", añadió Zoellick.

Los mercados emergentes que en los últimos meses habían estado casi exclusivamente preocupados de un sobrecalentamiento, están ahora "en un momento muy delicado", opinó. "Tienen que empezar a prever, en función de lo que ocurra en Europa, que podría registrar una caída significativa de la demanda y la confianza".

Fuente: WSJ

21 sept 2011

El gobierno argentino defiende el uso de reservas para pagar la deuda

Por Taos Turner

BUENOS AIRES (Dow Jones)--Antes de presentar el presupuesto para 2012 el jueves por la tarde, el gobierno de Argentina defendió sus planes de usar hasta US$7.500 millones en reservas internacionales del banco central para realizar pagos de deuda.

En un borrador del presupuesto enviado a los legisladores, el gobierno destacó el razonamiento tras elementos clave del presupuesto 2012, según documentos revisados por Dow Jones Newswires.

Como ejemplo, el gobierno intento convencer a los legisladores de la prudencia de usar las reservas del banco central para cancelar deuda, lo que ha llevado a cabo en medio de fuertes críticas en años anteriores.

"Cabe resaltar los logros en materia de reducción de los costos de financiamiento, y reservas internacionales, las que, en lugar de reducirse luego de la aplicación del fondo, se han incrementado", señaló el gobierno.

Los planes para hacer uso de reservas en 2012 a través de un fondo de reducción de deuda se explican en el artículo 56 de al menos una versión del borrador. El viernes por la mañana aún no estaba claro si el artículo sería incluido en el documento final. Funcionarios del Ministerio de Economía no estuvieron disponibles para efectuar comentarios.

El gobierno dijo que usaría las reservas "a efectos de afianzar el normal cumplimiento de las obligaciones del Estado Nacional aún en caso de que persistan los efectos de la crisis en los mercados financieros internacionales que han impedido en los últimos años el acceso al financiamiento de mercado a tasas razonables".

S&P rebaja la calificación de deuda de Italia

Por Drew Fitzgerald

Standard & Poor's Ratings Services rebajó el lunes la calificación de deuda soberana de Italia en un escaño, y señaló que el débil crecimiento económico del país y su frágil coalición de gobierno le harán más difícil eludir la creciente crisis que afecta a la eurozona.

La noticia representa un nuevo obstáculo para la tercera mayor economía de la zona, que se ha enfrentado a los efectos de la creciente crisis de deuda en Europa y a más de una década de un mediocre crecimiento económico.

S&P otorga ahora a Italia una calificación "A", cinco escaños sobre el territorio chatarra. Su perspectiva sigue siendo "negativa", lo que refleja las débiles proyecciones de crecimiento económico y divisiones en el gobierno que probablemente limitarán la capacidad del Parlamento italiano para responder decisivamente a esos problemas.

La firma señaló que la debilidad de Italia en sus criterios "políticos" y de "deuda" fueron los principales responsables de la rebaja, y agregó que la menor demanda externa, las medidas de austeridad del gobierno y la presión alcista sobre los costos de financiamiento probablemente hagan caer el crecimiento económico por debajo las proyección base que divulgó S&P en mayo, cuando la firma rebajó la perspectiva del país.

El lento crecimiento desde entonces harán más difícil para Italia cumplir las metas fiscales revisadas establecidas este año.

Moody's Investors Service mantuvo el viernes su perspectiva negativa para la calificación de deuda soberana de Italia, y señaló que probablemente necesitará otro mes para evaluar la solvencia del país.

Moody's aún tiene una calificación "Aa2" para Italia, la tercera calificación de deuda soberana más alta.

Por su parte, el Banco Central Europeo compró el martes bonos italianos, dijeron tres operadores conocedores de la operación.

"Han comprado bonos de Italia en pequeñas cantidades y hemos visto repuntar al bono de ocho años", dijo un operador en Londres.

La rentabilidad del bono italiano a 10 años subía en tres puntos básicos hasta 5,603%, por debajo del máximo de 5,67%.

Fuente: WSJ

20 sept 2011

La Reserva Federal quiere resucitar el twist

Por David Wessel

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, ha demostrado tener una actitud muy clara hacia su trabajo: si la Fed pronostica que el desempleo será muy superior al normal y la inflación se encamina a un nivel inferior a la meta, entonces el banco central debe hacer algo al respecto, aunque ninguna herramienta en su arsenal parezca muy potente.

En opinión de Bernanke, cualquier cosa ayuda. Esa es la razón por la cual está desempolvando una maniobra de hace medio siglo. El banco central podría reconfigurar su portafolio de bonos del Tesoro de US$1,7 billones (millones de millones) para tener menos deuda de corto plazo y más de largo plazo, usando su poderío financiero para hacer bajar aun más las tasas de interés de largo plazo.

Estas especulaciones han dado que hablar en los mercados de bonos y en la banca. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años, que recientemente cayó por debajo de 2%, sugiere que los mercados prevén la intervención de la Fed.

Para la mayoría, empero, cuesta comprender cómo un reordenamiento de la cartera de la Fed pueda estimular la economía estadounidense.

Hace un año, la Fed decidió imprimir US$600.000 millones para comprar bonos, como parte de la segunda ronda de su programa de "relajamiento cuantitativo". Eso fue fácil de entender: mientras más dinero inyecta la Fed en la economía, más combustible hay para el crecimiento.

Pero el propio banco central lo ve desde otra óptica. Después de todo, la entidad puso dinero en el bolsillo de los bancos, y los bancos prefirieron depositarlo en la Fed en lugar de prestarlo.

En cambio, la Fed cree que la segunda ronda de la relajación cuantitativa funcionó principalmente al retirar del mercado mucha deuda del Tesoro de entre dos y siete años, dirigiendo a los inversionistas hacia otros activos: bonos del Tesoro de mayor plazo (haciendo caer sus rendimientos y abaratando las tasas hipotecarias y de préstamos para empresas), acciones y otros valores. También redujo el valor del dólar contra otras monedas, pero eso es harina de otro costal.

La Fed estima que la segunda ronda de relajamiento cuantitativo redujo aproximadamente dos décimos de un punto porcentual de las tasas de largo plazo, las que cuentan para las hipotecas y los préstamos corporativos.

Hoy, el organismo tiene más de US$500.000 millones en bonos del Tesoro que vencen en menos de tres años, y menos de US$200.000 millones en bonos del Tesoro que vencen en menos de 10 años. Si vendiera, por ejemplo, US$300.000 millones de deuda de corto plazo para comprar deuda de más largo plazo, podría hacer caer las tasas de largo plazo aproximadamente dos décimos de un punto porcentual. Ese, al menos, es su razonamiento.

Esto evoca un intento en 1961 del gobierno del presidente John Kennedy por mantener las tasas a corto plazo estables o al alza (para ayudar al dólar) y, al mismo tiempo, recortar las tasas a largo plazo (para ayudar a la economía). El intento fue conocido como "Operación Twist", en alusión al popular baile.

En 2004, Bernanke (entonces uno de los gobernadores de la Fed) y dos funcionarios de la Fed, Vincent Reinhart (ahora en Morgan Stanley) y Brian Sack (ahora a cargo de la división de mercado del Banco de la Reserva Federal de Nueva York) escribieron, "La Operación Twist es generalmente considerada un fracaso". Señalaron que Franco Modigliani, ganador del premio Nobel, calificó el impacto de "moderado en el mejor de los casos", y calculó que redujo las tasas de interés a largo plazo en 0,1 o 0,2 puntos porcentuales. Los tiempos han cambiado. Una reciente reevaluación por parte de un economista de la Fed de San Francisco es mencionada como prueba de que Twist fue un éxito, aun cuando éste también concluyó que las tasas se redujeron en apenas 0,15 puntos porcentuales.

En todo caso, cualquier intento de la Fed por quitar los bonos a largo plazo de manos de los inversionistas (haciendo caer la tasa de interés) se diluiría si el Tesoro vendiera más bonos. "La Fed tendría que coordinar con el Tesoro", escribió Bernanke en 2004, "para asegurarse de que las políticas de emisión de deuda del Tesoro no contrarresten las acciones de la Fed".

Últimamente, el Departamento del Tesoro ha estado vendiendo más bonos a largo plazo, al estimar que los contribuyentes se benefician de las bajísimas tasas de interés y para reducir los riesgos de que el gobierno tenga problemas en refinanciar su deuda de corto plazo más adelante. El vencimiento promedio de la deuda del Tesoro se ha prolongado a 62 meses y el gobierno quiere extenderlo incluso más.

La Fed y el Tesoro están dialogando, pero cada uno dice que tiene una tarea distinta por delante. "A la Fed le preocupa que no nos convirtamos en Japón mientras que el Tesoro quiere asegurarse de que no nos convirtamos en Grecia", indica un informe de la firma de investigación Wrightson ICAP. Un posible desenlace es que el Tesoro deje de extender el vencimiento de la deuda, pero, a diferencia de los años 60, no vinculará explícitamente la decisión a nada que esté haciendo la Fed.

Fuente: WSJ

Un grupo de economistas apoya a los eurobonos como medida para salir de la crisis

Por Paul Hannon

LONDRES (EFE Dow Jones)--Un grupo de destacados economistas respaldó el lunes la emisión de bonos de la zona euro, no como una forma de resolver la crisis fiscal de la zona euro, sino como forma de hacer que el sistema monetario mundial sea más estable.

En un informe publicado por el Centro de Investigación de Política Económica, los economistas también recomiendan que los acuerdos entre los principales bancos centrales sean permanentes, que se debería permitir al Fondo Monetario Internacional prestar en los mercados de bonos para aumentar su capacidad de préstamo, que las reservas del mercados de divisas deberían agruparse, y argumentaron que los controles de capital se deberían utilizar para frenar la "excesiva volatilidad" de la inversión hacia las economías en desarrollo.

En el informe, Emmanuel Fahri de la Universidad de Harvard, Pierre-Olivier Gourinchas de la Universidad de California en Berkeley y Hélène Rey de la London Business School, explicaron que desde el colapso del Acuerdo de Bretton Woods en 1971, las relaciones monetarias internacionales habían estado gobernadas por un "no sistema" que puede haber sido "un factor agravante o incluso un desencadenante de los desequilibrios financieros que se encuentran en la raíz de la reciente crisis financiera".

Uno de los principales problemas del "no sistema" es que la creciente demanda de activos de reserva de los países en desarrollo no está cubierta por la oferta.

En la actualidad, los valores del Tesoro de Estados Unidos son el activo de reserva dominante, pero que tiene algunas consecuencias negativas, incluyendo el de que las tasas de interés en Estados Unidos sean demasiado bajas y de lugar a burbujas y a endeudamiento excesivo. Otra cosa que también contribuye a los desequilibrios globales es el gran déficit comercial de Estados Unidos que concuerda con el gran superávit comercial de China.

Los tres economistas dijeron que para hacer frente a este problema, se deben tomar medidas para "promover el desarrollo de alternativas a los valores del Tesoro de Estados Unidos como el activo de reserva predominante con el fin de acelerar la inevitable transición a un sistema multipolar".

"Con este fin, la emisión de bonos europeos parece particularmente deseable", dijeron.

Aunque la economía de la zona euro es comparable en tamaño a la de Estados Unidos, su mercado de bonos está fragmentado y cada país miembro se encarga de la emisión de sus propia deuda pública.

La emisión de eurobonos podría crear un mercado de bonos de tamaño similar al de los valores del Tesoro de Estados Unidos, lo que aumentaría la liquidez. Debido a que son fáciles de comprar y vender, los bonos tienen la ventaja de ser casi como el dinero, que es una de las características más interesantes de los activos de reserva.

A largo plazo, los economistas también estiman que el desarrollo de un mercado de bonos denominados en yuanes también será necesario para asegurar un sistema monetario estable.

Mientras la crisis fiscal de la zona euro se ha agravado, el apoyo a la emisión de bonos de la zona euro ha crecido, aunque los principales gobiernos de la zona --sobre todo los de Alemania y Francia-- siguen resistiéndose a la idea.

19 sept 2011

Los economistas ven 30% de probabilidades de recesión en EE.UU.

Por Phil Izzo

Los economistas ven ahora una probabilidad del 30% de que Estados Unidos entre en una recesión en los próximos 12 meses, y dudan que cualquier decisión que adopte la Reserva Federal en su reunión de la próxima semana pueda cambiar este escenario.

Esa fue la mayor probabilidad que dieron 53 economistas encuestados por The Wall Street Journal (no todos contestaron todas las preguntas) de una nueva recesión desde el inicio de la recuperación y se ubicó cuatro puntos porcentuales por sobre el nivel del mes pasado.

Las tensiones económicas han aumentado de forma abrupta en las últimas semanas debido a la agitación en los mercados, un alicaído mercado laboral y las crecientes preocupaciones sobre la estabilidad europea.

"Se siente un ambiente de recesión. Como lo llamen después, no lo sé", señaló Bart van Ark, economista jefe de Conference Board, quien estima que las probabilidades de recesión son del 45%. Desde 1988, cada vez que Conference Board estimó que las probabilidades de una recesión eran mayores al 40%, poco después se produjo una desaceleración. "El consumidor en realidad nunca ha creído que salimos de la recesión", agregó.

El débil panorama ha generado preocupación en la Fed. Tras la reunión del Comité de Mercados Abiertos de la Fed del mes pasado, el banco central señaló que mantendría las tasas cerca de cero hasta mediados de 2013. Los economistas que participaron en el sondeo de The Wall Street Journal esperan que la Fed tome más medidas en su reunión de la próxima semana, pero siguen en su mayor parte escépticos sobre el impacto que tendría sobre el crecimiento cualquiera de las medidas posibles.

De las distintas opciones que existen, en promedio, la mayor probabilidad -de un 64%- fue que la Fed implemente el programa conocido como "Operación Twist", mediante la cual el banco central intercambiaría instrumentos del Tesoro a corto plazo de su hoja de balance por bonos de mayor vencimiento. Esta medida apunta a reducir las tasas de interés a largo plazo. Los economistas ven una probabilidad del 30% de que la Fed reduzca o elimine la tasa de interés que paga a los bancos por el exceso de reservas, lo que podría alentar a los bancos a prestar dinero. Las probabilidades de una meta más explícita de inflación o tasa de desempleo y otra ronda de compras de activos, conocida como flexibilización cuantitativa, o QE, fueron del 25%.

La mayoría de los economistas indicó que la Operación Twist, alterar los intereses sobre las reservas o metas más explícitas tendría poco o ningún efecto sobre la economía. De los 50 economistas que respondieron la pregunta, 22 señalaron que más compras de activos tendrían algo de impacto o un impacto significativo en la economía, pero 19 indicaron que el efecto sería pequeño y nueve afirmaron que sería negativo.

Como parte de esta visión más pesimista, los economistas redujeron sus proyecciones de crecimiento para el resto de este año y para 2012. Ahora esperan que el producto interno bruto de Estados Unidos se expanda menos de un 2,5% a una tasa anual ajustada por factores estacionales durante el resto de este año y para todo el próximo -un descenso frente a las estimaciones de un 3% de hace dos meses. Como consecuencia, esperan que la economía añada sólo 125.000 empleos al mes durante el próximo año, apenas lo suficiente para seguir el ritmo de crecimiento de la población. El mes pasado, estimaron que la economía crearía cerca de 148.000 empleos mensuales.

Fuente: WSJ

Los tres pasos que el FMI podría dar para impulsar la economía

Por Suddep Reddy

Christine Lagarde, la nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), tiene una oportunidad para hacerse escuchar durante la reunión de ministros de Finanzas y banqueros centrales de todo el mundo que tendrá lugar esta semana en Washington.

La pregunta que domina la agenda es cómo impedir que la economía mundial vuelva a caer en recesión.

Los directores gerentes del FMI tienden a ser cautos y a poner en práctica la voluntad de sus 187 países miembros, en especial los más poderosos. Lagarde, sin embargo, parece dispuesta a asumir más riesgos al, por ejemplo, pedir que Europa recapitalice sus bancos a pesar de la resistencia de los gobiernos de Francia y Alemania, que temen una reacción adversa de los electores a un nuevo paquete de rescate.

Estos son algunos de los pasos que el FMI podría dar.

Generar las condiciones para un nuevo estímulo.

Se trataría de un cambio de parecer del FMI, que en los últimos dos años se ha dedicado a predicar que la reducción de los déficits fiscales debe ser la primera prioridad. Ahora, no obstante, las medidas de austeridad adoptadas están mermando el crecimiento. La economía británica se contrajo a finales del año pasado y hay dudas acerca de su recuperación luego de la recesión. Algunos economistas advierten que EE.UU. estará muy cerca de una contracción el próximo año si no renueva los recortes de impuestos y otras medidas de estímulo que vencen a finales de año.

Aunque las crecientes cargas de deuda son un problema de largo plazo, Lagarde ya ha comenzado a señalar que los países necesitan reactivar el crecimiento y, al mismo tiempo, afrontar los déficits de largo plazo. "En muchos rincones" del mundo se implementaron medidas de austeridad "de una manera demasiado brusca", sin dejar que el crecimiento tome impulso, indicó la semana pasada. Lagarde, sin embargo, ha tenido cuidado de no criticar directamente al Reino Unido, uno de los grandes accionistas del FMI.

"El problema es que los europeos están muy divididos y en EE.UU. hay una gran división" en torno al estímulo, afirma Simon Johnson, economista del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y ex economista jefe del FMI. "Pero esas cosas incomodan al FMI".

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Presionar a Europa para que actúe en forma más decisiva.

Los mercados comienzan a apostar que los legisladores europeos no tendrán la voluntad para adoptar medidas enérgicas para aumentar el tamaño del fondo de rescate o al menos demostrar que los gobiernos cuentan con la artillería necesaria para impedir el colapso de sus bancos. "El tema principal es político e institucional", dice Nicolas Véron, catedrático de Bruegel, un centro de estudios de Bruselas. "Este es el aspecto más difícil de la situación actual".

Europa necesita establecer una política fiscal estrechamente coordinada entre sus países, pese a las reservas de los electores europeos de que podría tratarse de algo parecido a unos Estados Unidos de Europa. Lagarde, ex ministra de Finanzas de Francia, tiene credibilidad en Europa. Su tarea es presentar un plan específico para una mayor integración fiscal.

El FMI ha estado analizando propuestas para colocar la deuda europea en un vehículo financiero respaldado por los gobiernos a través de un fondo de rescate europeo. Podría ser un comienzo.

Convencer a los BRIC para que asuman un mayor protagonismo.

Las mayores economías emergentes, como Brasil, Rusia, India y China, tienen las arcas llenas y han adquirido un mayor peso político. No es de extrañar, por lo tanto, que algunos países europeos recurran a ellos en busca de alivio financiero cuando otros gobiernos no quieren llevarse la mano al bolsillo.

No es realista pensar que estos países van a rescatar a Europa y tomar riesgos que el mercado no está dispuesto a asumir con el dinero de sus contribuyentes. Pero no es pecar de ingenuo pensar que podrían ser parte de la solución para Europa. Podrían, por ejemplo, comprar ciertos bonos y, en el caso de China, acelerar la revaluación del yuan. Con reservas del orden de los US$3,2 billones (millones de millones), China tiene una "billetera mucho más gorda que el FMI", indica Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard y ex economista jefe del FMI. "Pero es muy difícil involucrarse desde el punto de vista político" en los asuntos europeos.

De todos modos, la tarea de Lagarde es convencer a los mercados emergentes de que ayudar a Europa les conviene y es su responsabilidad.

Fuente: WSJ