19 ago 2011

Alemania y Francia sacan a relucir el garrote

Por Nathalie Boschat y Gabriele Parussini

PARÍS—Francia y Alemania intensificaron el miércoles la presión para mejorar la disciplina fiscal de la zona euro al proponer recortar fondos de transferencia de la Unión Europea (UE) a los miembros más derrochadores.

La propuesta constituye un esfuerzo para mejorar la disciplina fiscal en la zona euro al ofrecer incentivos para controlar el gasto y reducir los déficits fiscales. Sin embargo, la idea es controvertida, difícil de aplicar y se topará con la resistencia de varios países del bloque. La zona euro ha fracasado una y otra vez a la hora de imponer sanciones económicas a los miembros más gastadores y todavía se debaten multas automáticas para los países que exceden sus metas del déficit.

En una carta dirigida al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, el presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel propusieron frenar el acceso a los miles de millones de euros en fondos de la UE como medida para mantener a raya el gasto de los países de la zona euro. "En el futuro, los pagos de los fondos estructurales y de cohesión tendrían que ser suspendidos para los países de la zona euro que no sigan las recomendaciones del procedimiento de déficit excesivo", escribieron Sarkozy y Merkel.

Oficialmente, la zona euro exige que los países miembro que mantengan un déficit fiscal inferior al 3% del Producto Interno Bruto (PIB) y una deuda pública por debajo del 60% del producto. En la práctica, sin embargo, el bloque tiene un pobre historial en la aplicación de sanciones financieras a los países que rompen esas reglas. Francia, asimismo, se ha resistido a las sanciones automáticas.

La propuesta hace referencia al dinero de la UE conocido como fondos de cohesión, destinado a ayudar a los miembros más pobres de la unión a acercarse al nivel de los más ricos, y a los fondos estructurales que apuntan al desarrollo regional y al incremento de la competitividad en toda la UE. En conjunto constituyen la segunda partida más importante en el presupuesto de la UE y representan el 36% del total del gasto, equivalente a 347.000 millones de euros (unos US$500.000 millones) para el período 2007-2013, de acuerdo con las cifras de la Comisión Europea.

La carta también sugiere que si los países que han recibido paquetes de rescate no son capaces de gastar el dinero de los fondos estructurales y de cohesión dentro de cierto plazo, deberían devolver los remanentes que pasarían a formar parte de un nuevo fondo administrado por la Comisión Europea con el fin de impulsar el crecimiento y mejorar la competitividad.

La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, tiene ahora facultades limitadas para suspender los pagos por el uso indebido de los fondos de la UE.

Las propuestas forman parte de una iniciativa más amplia dada a conocer el martes por los líderes de Francia y Alemania para mejorar la gobernabilidad de la unión monetaria y disipar los temores del mercado sobre los problemas de deuda de la zona euro. Las recomendaciones incluyen la creación del cargo de presidente de la unión monetaria para ayudar a coordinar mejor las políticas macroeconómicas.

Sin embargo, los analistas sostienen que las propuestas carecen de la ambición necesaria para abordar la crisis de la zona euro y esperan medidas más radicales como un aumento del fondo de rescate del bloque o hacer a la zona euro solo responsable por las deudas de sus países miembros, una idea a la que Merkel y Sarkozy le restaron importancia el martes.

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Mientras tanto Grecia, el país que desató la crisis, aún no ve luz al final del túnel. La economía corre el riesgo de que 2012 sea su cuarto año consecutivo de recesión, advierten los analistas.

Los pronósticos asestan un golpe adicional a los planes del gobierno de reducir el déficit fiscal. En medio de una demanda deprimida, las magras perspectivas de crecimiento mundial y la posibilidad de nuevas medidas de austeridad, los expertos señalan que la economía de Grecia se podría contraer 2% o más el próximo año, luego de una caída de 4,5% en 2010 y de un retroceso esperado de 3,9% en 2011.

El deterioro en los pronósticos podría hacer que la atención vuelva sobre el país donde empezó la crisis, luego de semanas de inquietud por los problemas económicos de España e Italia.

Fuente: WSJ

18 ago 2011

El presidente del Banco de China pide a EE.UU. que no lance otra ronda de relajación cuantitativa

Por Eliot Gao

BEIJING (EFE Dow Jones)--Estados Unidos debería contenerse de lanzar una tercera ronda de expansión cuantitativa y de endurecer su política monetaria para aumentar la confianza mundial en el dólar, afirmó el presidente del Banco de China, Xiao Gang.

En un ensayo publicado el miércoles en el diario oficial China Daily, el presidente del banco de divisas más grande de China también dijo que Estados Unidos debería resolver sus problemas estructurales y de alejarse de un modelo económico basado en el consumo excesivo. Esto también obligaría a impulsar el ahorro y depender menos del gasto gubernamental.

"El inicio de una tercera fase de expansión cuantitativa podría impulsar los mercados financieros y de las materias primas por un corto espacio de tiempo, pero provocaría nuevas burbujas de activos y avivaría aún más las expectativas de inflación, lo que creará problemas en la propia economía de Estados Unidos y en la de los países emergentes", escribe.

Xiao dijo que aunque la lucha por elevar el techo de endeudamiento de Estados Unidos ha terminado, la rebaja de la calificación crediticia ha provocado turbulencias en los mercados internacionales. Además sugirió que los mercados mundiales podrían estar amenazados por los problemas estructurales de Estados Unidos.

"Hay una sensación real de que se acerca rápidamente una nueva fase de la crisis", dijo.

Xiao dijo también que es hora de que los países desarrollados y los países emergentes normalicen las políticas monetarias que fueron adoptadas en respuesta a la crisis financiera.

China debería estar preparada para vigilar de cerca los efectos retardados del endurecimiento de la política monetaria, dijo.

Xiao apuntó que si bien China ya ha adoptado una política monetaria prudente para hacer frente a la inflación, una de las causas más arraigadas de la persistente presión inflacionista se debe a problemas estructurales en la agricultura y la energía.

La política monetaria por sí sola no es suficiente para hacer frente a esos problemas, dijo.

También advirtió que la recuperación económica mundial será más lenta de lo que muchos esperan y que el actual empeoramiento de la situación económica mundial podría reflejarse en la economía de China en 2012 y adelante.


17 ago 2011

El bajo crecimiento complica la crisis fiscal de la zona euro

Por Brian Blackstone

FRÁNCFORT—La economía de Alemania y la de la zona euro avanzaron a paso de tortuga en el segundo trimestre, lo que aumenta el riesgo de estancamiento o incluso de recesión, en el momento en que Europa necesita crecer para escapar de la crisis de la deuda que se desarrolla en su periferia.

El crecimiento inferior al previsto en el último trimestre y las encuestas empresariales que auguran malos resultados en el actual ejercicio, muestran que incluso las economías más dinámicas de Europa acusan recibo del bajón global que ya afectó a otros países industrualizados. La debilidad se extiende desde Alemania, cuya economía está a punto de estancarse después del auge de los últimos trimestres, hasta países altamente endeudados como Portugal. Los analistas prevén que ante los mayores riesgos de estancamiento, el Banco Central Europeo probablemente no suba las tasas de interés durante varios meses.

El Producto Interno Bruto (PIB) de la zona euro creció 0,7% interanual en el segundo trimestre, informó Eurostat, la agencia de estadísticas de la Unión Europea. La cifra es la mitad de lo que aguardaban los economistas. El bloque se expandió 0,2% frente al trimestre anterior. Las acciones europeas cayeron debido a las señales de debilidad económica y el euro retrocedió levemente ante el dólar.

En el plano político, Francia y Alemania propusieron crear la figura de jefe de la zona euro para mejorar el manejo económico del bloque, pero no adoptaron otros pasos cosiderados fundamentales para transformar el área en una entidad federal que emita su propia deuda. De esta forma, decepcionaron a los inversionistas que buscaban una solución más radical a la crisis de la zona euro.

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, propusieron que los líderes de la zona euro se reúnan más a menudo para coordinar sus acciones. Recomendaron elegir al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, como jefe de la zona euro, pero no dieron indicaciones sobre el poder real a su disposición.

[wsjamd1ago17]

Los líderes de Alemania y Francia dijeron que una mezcla de mayor coordinación económica y mayor disciplina fiscal ayudaría a restablecer la confianza de los mercados.

A diferencia de lo ocurrido en otros trimestres, cuando la fortaleza de Alemania, Francia y Holanda más que compensó el estancamiento y la contracción en el sur de Europa e Irlanda, la debilidad económica fue muy extendida en el segundo trimestre. Alemania apenas creció 0,5% frente al segundo trimestre del año previo. Aunque se esperaba una desaceleración con respecto al boyante 5,5% del primer trimestre, la magnitud del debilitamiento tomó a los analistas por sorpresa. El crecimiento en Francia fue prácticamente nulo, mientra que España se expandió menos de 1%. Un avance de 1% transformó a Italia en la economía de mejor desempeño entre los miembros grandes de la zona euro. Grecia e Irlanda no divulgaron sus cifras trimestrales, aunque Grecia anunció la semana pasada que su economía se contrajo 6,9% interanual.

"Hay un debilitamiento subyacente real que se está expandiendo al corazón de la zona euro", dijo Jennifer McKeown, economista de la consultora Capital Economics, que consideró las cifras de Francia y Alemania particularmente alarmantes.

"Estábamos creciendo a un ritmo muy vigoroso hasta mayo, y se cayó en junio y julio", dijo Michael Resntschler, vicepresidente de ERNI Electronics, fabricante alemán de conectores y equipos de transmisión eléctrica para telecomunicaciones, salud y transporte. "Creo que tenemos que prever un segundo semestre mucho más débil", advirtió. El mayor cambio, explicó, tuvo lugar en Asia, donde los pedidos se derrumbaron respecto al año pasado luego de que la región fuera una fuente estable de crecimiento. Rentschler aún no está seguro si el negocio atraviesa por un bache temporal o un enfriamiento más prolongado. Hasta no tener un panorama más claro, está reduciendo gastos e inventarios.

Ante la debilidad de las grandes economías industrializadas como Estados Unidos y Japón, las empresas alemanas han pasado a depender más de la demanda de países emergentes como China, India y Brasil para impulsar las ventas de sus autos de lujo y maquinaria especializada. Muchos de estos países están tratando de subir las tasas de interés y restringir el crédito para enfriar sus economías. Algunos economistas señalan que el desempeño de Alemania está más ligado al éxito de estas medidas que a lo que ocurra en la zona euro. "Esto no tiene que ver con la crisis de la deuda, sino con los mercados emergentes", afirmó Andreas Rees, economista del banco italiano UniCredit en Munich.

Las perspectivas de crecimiento europeo han adquirido gran relevancia ante la preocupación sobre la capacidad de España e Italia para refinanciar grandes montos de deuda pública. La austeridad fiscal hace poco para cambiar la dinámica de la deuda de un país a menos que vaya acompañada de crecimiento, aumente la recaudación de impuestos y reduzca las presiones sobre el gasto social. "Si el crecimiento resulta más débil de lo esperado, deteriora la posición fiscal de los gobiernos que tendrán que adoptar nuevas medidas de austeridad", dijo Greg Fuzesi, economista de JP Morgan Chase en Londres.

16 ago 2011

Zoellick pide soluciones económicas de largo plazo

Por Enda Curran

SIDNEY—La economía global y los mercados se están dirigiendo a "una nueva zona de peligro" que requerirá poner en marcha medidas políticas decisivas para restablecer la confianza, dijo el domingo el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick.

La crisis provocada por la espiral de deuda soberana en Europa y la rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos han provocado una nueva ola de volatilidad y alimentado los miedos de otra recesión global. Es algo que ocurre mientras las autoridades de los países desarrollados están agotando los recursos para hacer frente a nuevas sacudidas.

Zoellick ha apoyado la decisión del Banco Central Europeo de comprar bonos de países de la eurozona bajo presión como España e Italia, pero puntualizó que esta medida sólo resolverá problemas de liquidez a corto plazo. Por ello, pidió a los líderes que aprobaran reformas estructurales para mejorar la productividad, la creación de empleo y el libre comercio para poder volver a la senda del crecimiento.

"Estamos entrando a una nueva zona de peligro", dijo Zoellick a periodistas en Sydney tras un discurso. "Sería importante que los principales actores económicos tomen medidas de corto y largo plazo para restaurar la confianza".

Los países en desarrollo también enfrentan dificultades, dijo el presidente del Banco Mundial. Zoellick, que ha estado al frente de esta institución internacional desde 2007, reconoció que hay un riesgo de recalentamiento en la economía china y dijo que la inflación de 6,5% registrada en este país en julio, la máxima en tres años, probablemente ha influido en las autoridades para que permitan una apreciación del yuan para combatir la presión sobre los precios. Zoellick pidió una mayor apreciación de la divisa.

"La razón por la que creo que hemos visto parte de esta apreciación de la moneda es que (la inflación de julio) probablemente inclinó la balanza internamente para una revalorización como una forma de contrarrestar la inflación", dijo Zoellick en declaraciones anteriores en un panel.

El yuan alcanzó un nuevo máximo frente al dólar el viernes después de que el banco central guiara al alza su divisa por tercera jornada consecutiva, lo que representó la mayor apreciación semanal de esta moneda desde que fue desvinculada de la estadounidense en junio del año pasado.

Zoellick, que fue subsecretario del Departamento de Estado de EE.UU., dijo que una inflación de hasta 10% en China acarrearía graves problemas a los líderes del país y advirtió que si hubiera una fuerte desaceleración, Beijing tendría menos posibilidades que antes de poner en marcha políticas de estímulo dada la creciente inflación y los préstamos tóxicos que hay en su sistema financiero.

Sobre el papel del dólar como divisa de reserva, Zoellick dijo que espera que esta moneda mantenga el estatus como el principal activo de reserva, pero abogó porque haya un nuevo enfoque multilateral que, con el tiempo, permita que otras divisas, incluida la china, crezcan para representar una mayor proporción de las reservas globales.

Fuente: WSJ

15 ago 2011

Arrecian las críticas contra las agencias calificadoras

Por Jeannette Neumann

Hace dos semanas, Egan-Jones Ratings Co. rebajó la calificación de deuda de Estados Unidos. Casi nadie prestó atención.

"La rebaja de S&P estuvo en la primera página de todos los periódicos," dijo Sean Egan, presidente de la firma con sede en Haverford, Pensilvania, y que ha venido emitiendo calificaciones desde 1995.

La decepción de Egan en el sentido de que Standard & Poor's sacudió el mundo con su evaluación sobre la deuda a largo plazo del gobierno estadounidense, de AAA a un AA+ , mientras que su calificación idéntica fue ignorada, es una señal del control que las tres grandes firmas tienen sobre la industria de calificación de riesgo.

S&P, unidad de McGraw-Hill Cos.; Moody's Investors Service, de Moody's Corp.; y Fitch Ratings, unidad de la empresa francesa Fimalac SA, poseen alrededor de 2,7 millones de evaluaciones de deuda corporativa, municipal, soberana y de otros tipos, de acuerdo con documentos presentados ante las autoridades de valores de EE.UU.

Las otras siete firmas calificadoras bajo la supervisión de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) tienen apenas 84.000 evaluaciones.

Las tres firmas de calificación de crédito más grandes tienen "un monopolio", dijo Mohamed El-Erian, presidente ejecutivo y codirector de inversión de Pacific Investment Management Co. "Bien sea que nos guste o no, las agencias de calificación están completamente integradas en el sistema".

Las críticas del dominio de la industria se intensificaron después de la rebaja de S&P, especialmente luego de que la firma siguió adelante a pesar de que funcionarios estadounidenses señalaran un error de cálculo de US$2 billones (millones de millones).

La confusión está alimentando un inusual consenso entre los diferentes partidos políticos en EE.UU. en el sentido de que se requiere mayor competencia para limitar el impacto de cualquier calificación sobre los mercados financieros.

S&P, Moody's y Fitch controlan 95% de la industria de calificaciones de deuda en EE.UU., basado en lo que gastan los emisores que las contratan para que evalúen su deuda, estima Peter Appert, un analista de Piper Jaffray & Co.

Su control del sector no cambió incluso después de que perdieron cierta credibilidad por ser demasiado optimistas sobre el desempeño de miles de títulos ligados a hipotecas antes y durante la crisis financiera.

Muchos inversionistas están todavía furiosos, pero ninguna otra firma puede igualar la cantidad de analistas, la amplia cobertura y las décadas de experiencia.

Moody's empezó en el negocio de las calificaciones de crédito en 1909, seguida de S&P en 1923 y Fitch en 1927. La compañía más antigua del sector, A.M. Best Co., comenzó a expedir evaluaciones en 1907, pero se especializa en aseguradoras.

Durante décadas, la industria fue supervisada de forma flexible. Funcionarios de la SEC asumieron la regulación en 2007, después de que el Congreso estadounidense aprobara una ley que aspiraba, en parte, a animar la competencia.

Muchos planes de pensión, fondos mutuos y otros grandes inversionistas están obligados a comprar valores o títulos con calificaciones de una de las diez firmas registradas ante la SEC. La lista incluye a Egan-Jones, Kroll Bond Rating Agency Inc. y Morningstar Credit Ratings LLC, una filial de Morningstar Inc.

Algunos de los críticos de las tres grandes agencias argumentan que una regulación más estricta hizo que fuera más difícil ignorarlas cuando adjudican una nota de AAA sobre obligaciones de deuda garantizada y otros valores derivados del auge en el sector inmobiliario.

"La SEC protegió el negocio de las finanzas estructuradas de las tres grandes firmas todo el tiempo hasta llegar a la crisis de las hipotecas de alto riesgo", dijo James H. Gellert, presidente de Rapid Ratings International Inc., una firma que califica bonos pero no tiene la aprobación de la SEC.

La propuesta de reglas aún más estrictas que requerirían que las firmas calificadoras revelaran más información sobre la exactitud de sus calificaciones y la forma como son decididas también son rechazadas por las firmas independientes, pues argumentan que el costo de cumplir con las normas las desanimaría a buscar el visto bueno de la SEC.

Fuente: WSJ