3 sept 2010

El desafío de guardar secretos industriales en China

Por Dana Mattioli

Las empresas de Occidente están cambiando su manera de hacer negocios en China, a medida que se concentran más en la protección de su propiedad intelectual.

Durante años, parte del costo de hacer negocios en China en ciertas industrias ha sido combinarse con una empresa china para formar una empresa conjunta.

En muchos casos esto implica que la firma occidental accede a una "transferencia de tecnología", es decir, a compartir la tecnología o propiedad intelectual con el socio chino.

Aun cuando la formación de empresas conjuntas no es obligatoria, algunas empresas de Occidente las crean para obtener acceso a capacidad de fabricación y contactos locales y encuentran que necesitan compartir su tecnología como parte del acuerdo.

Pero cada vez más, las empresas de Occidente están expresando su preocupación sobre la seguridad de su propiedad intelectual en estos acuerdos.

En julio, Jürgen Hambrecht, presidente ejecutivo del gigante químico BASF AG, y Peter Löscher, presidente ejecutivo del conglomerado industrial Siemens AG, reiteraron su preocupación en una reunión con el primer ministro de China, Wen Jiabao, sobre reglas de "transferencia tecnológica", según personas al tanto. Las quejas eran una reafirmación de otras hechas en junio por Jeff Immelt, presidente ejecutivo de General Electric Co., durante una cena privada en Roma.

También en julio, Motorola Inc. demandó a Huawei Technologies Co. acusando a la compañía china más grande de equipos de telecomunicaciones de participar en un elaborado complot para robar sus secretos comerciales a través de una compañía fachada en Estados Unidos. Huawei ha negado los cargos.

Estas preocupaciones están cambiando la manera en que empresas de Occidente operan en China, balanceando el prospecto de fabricación barata con un mercado de consumo masivo.

"Definitivamente ahora están siendo más cuidadosas y ya no forman alianzas con tanta facilidad en China", asegura Mark Gottfredson, un socio principal en Bain & Co. "Desde la perspectiva de nuestros clientes, todo ha cambiado. Ya no sólo se trata de entrar en China, es sobre cómo operar en China".

Algunas estrategias adoptadas por empresas y recomendadas por consultores incluyen: no compartir la propiedad intelectual más confidencial, enviar más empleados propios a supervisar la fabricación, asociarse con empresas pequeñas menos capaces de convertirse en rivales, y estructurar las empresas conjuntas de tal forma que la empresa de Occidente tenga más control.

Los consultores también recomiendan dividir el proceso de fabricación. Gottfredson trabajó con una empresa de Occidente que fabrica electrodomésticos y la cual optó por fabricar motores y cables eléctricos en China, pero envía todos sus componentes a una planta en México, donde son ensamblados.

De esa manera "nadie ahí tiene la capacidad de hacer el refrigerador y comenzar a venderlo", explica Gottfredson.

Cada vez más empresas extranjeras también están recurriendo a medidas de seguridad tecnológicas. Rich Bergmann, director gerente a nivel global de prácticas de fabricación de Accenture PLC, afirma que empresas estadounidenses están codificando planes de diseño y creando unos que "se vencen" y no pueden ser guardados, reenviados o impresos.

Los usuarios tienen acceso a los archivos codificados únicamente con un código especial. Otro tipo de archivo, llamado bomba de tiempo, puede ser leído por cierto tiempo y luego desaparece. Esto permite limitar y controlar quién ve cierta información.

Los consultores subrayan además la importancia de que estas empresas conjuntas sean constituidas de manera que la empresa de Occidente tenga a sus propios empleados a cargo de operar la planta o por lo menos en puestos clave manejando la propiedad intelectual. El deseo de tener un mayor control ha llevado a algunas empresas occidentales a buscar una mayoría accionaria en las sociedades.

Por ejemplo, el fabricante de equipo de construcción Terex Corp. ha establecido compañías conjuntas en China desde la década de los 90, pero el presidente ejecutivo, Ron DeFeo, indica que ahora prefiere entablar acuerdos que le den un control accionario. Parte de la razón es para tener una mejor protección de propiedad intelectual.

Algunas empresas están evitando del todo formar alianzas con empresas China. Cree Inc., un fabricante de componentes y diodos emisores de luz, no tiene ninguna empresa conjunta en China, en parte por preocupaciones de protección de propiedad intelectual. John Kurtzweil, el director general de finanzas, dice que Cree no se cierra a la posibilidad de crear una empresa conjunta, pero usaría unos estándares muy altos para proteger su propiedad intelectual.

Por ahora, Cree ha decidido fabricar sus láminas LED en Estados Unidos, y luego los envía a su planta en China para ser insertadas en sus productos.

"No queremos propiedad intelectual fuera de EE.UU. Queremos tenerla lo más cercana posible", dice Kurtzweil.

Fuente: WSJ

2 sept 2010

¿Corretaje o manipulación de precios?

Por Susan Pulliam

Christopher Pia era el ejemplo por excelencia de un gestor de fondos de cobertura exitoso: procedente de un barrio de clase trabajadora de Nueva York, su destreza le llevó a ocupar un cargo en la cúpula del fondo Moore Capital Management. Pia se compró una mansión en Armonk, Nueva York, y un flamante Lamborghini de color naranja.

Pero su relación de 18 años con Moore Capital y su fundador, el magnate Louis Bacon, terminó abruptamente a finales de 2008. Bacon obligó a su principal operador, amigo y protegido a abandonar la compañía, y Pia lanzó su propio fondo.

La historia detrás de la ruptura está saliendo ahora a relucir, e incluye acusaciones de negociaciones indebidas que las autoridades estadounidenses temen que podrían ser una práctica que se extiende.

[Bacon] Zuma Press

Louis Bacon

La Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas en Estados Unidos (CFTC, por sus siglas en inglés) está investigando si Pia manipuló el mercado cuando trabajaba para Moore, según una persona cercana a la situación. Específicamente, la CFTC trata de establecer si Pia intentó hacer subir indebidamente los precios del platino y el paladio para aumentar las ganancias de Moore y su propia remuneración, afirma una fuente.

La CFTC presentó en abril una demanda civil contra Moore, argumentando que un ex gestor de cartera sin identificar intentó manipular los precios en los mercados de futuros. Personas familiarizadas con el caso afirman que el gestor es Pia. Moore pagó US$25 millones para resolver extrajudicialmente el caso, sin admitir o negar haber hecho algo inapropiado, pero la investigación de Pia continúa. Un portavoz del gestor declinó hacer comentarios.

En el último año, el sector de los fondos de cobertura ha sido golpeado por acusaciones de que los gestores de dichas firmas amasaron ganancias ilegales al negociar acciones a partir de información privilegiada. La investigación de Pia y el caso de Moore sugieren que el corretaje de commodities también puede ser abusado por gestores con información privilegiada que buscan mover los precios según les convenga.

Los precios en los mercados de futuros de bienes básicos ayudan a determinar cuánto pagan los consumidores por todo, desde una botella de jugo de naranja a un galón de gasolina. Los casos de inversionistas que mueven artificialmente los precios de los recursos naturales no son nuevos. Pero las prácticas abusivas están aumentando, afirma Bart Chilton, uno de los comisionados de la CFTC, debido a que, hasta hace poco, los reguladores carecían de las herramientas necesarias para combatirlas.

A largo plazo, la oferta y la demanda dictan los precios en los mercados de commodities. La preocupación de las autoridades radica en los intentos por mover los precios a corto plazo. El creciente número de grandes inversionistas que especulan en bienes básicos ha creado "aberraciones" que pueden presentar "la oportunidad para cometer actos ilegales", dice Chilton.

En los mercados de futuros de bienes básicos, los inversionistas firman contratos para comprar o vender materias primas a un precio determinado para una fecha específica. En su queja contra Moore, la CFTC dijo que el gestor de cartera en cuestión intentó modificar los precios inundando el mercado con órdenes justo antes del cierre, una práctica conocida como banging the close (algo así como "sacudir el cierre").

La intención de Moore, dijo la CFTC, era hacer subir los precios del platino y el paladio. La CFTC no indicó el motivo del comportamiento del gestor, ni si Moore o el gestor (al que nunca menciona por su nombre) ganaron dinero. Si era Pia, la estrategia podría haber incrementado el valor de su cartera de futuros, aumentando a la vez su remuneración, según personas cercanas al asunto.

Moore también llegó a un acuerdo extrajudicial sobre acusaciones de supervisión inadecuada de sus operaciones. En un comunicado, el fondo dijo que nadie más ha "sido acusado de actuar de forma inapropiada". Bacon declinó hacer comentarios.

Pia, de 44 años, creció en el barrio neoyorquino de Astoria, Queens, y conoció a Bacon en Shearson Lehman Brothers. Cuando Bacon, de 54 años, lanzó en 1990 Moore Capital, contrató a Pia.

Moore es un fondo de cobertura "macro", que hace apuestas variadas en la economía y los mercados negociando bienes básicos, divisas y diversos valores. Tras un rápido crecimiento, la firma gestiona hoy unos US$15.000 millones. Pia llegó a supervisar sus operaciones de corretaje.

El éxito de Moore hizo multimillonario a Bacon. Desde 1990 hasta 2009, el principal fondo de Moore obtuvo un retorno anual promedio de 20,5%, descontadas las comisiones. En Moore, Pia tenía a su disposición enormes cantidades de capital, y era reconocida su forma de desplegarlas en maniobras complejas.

A diferencia del mercado de acciones, los precios de cierre en los mercados de futuros no son determinados por la última transacción. En cambio, el precio de cierre es el promedio ponderado de todas las operaciones durante los últimos minutos de negociaciones. Para el paladio, por ejemplo, el "período de cierre" es de 12:58 a 1:00 p.m., y para el platino, de 1 :03 a 1:05 p.m.

Los operadores pueden mover los precios de cierre inundando el mercado con órdenes durante los últimos dos minutos de negociaciones. Intentar hacer subir los precios de esta forma —banging the close— está considerado en algunos casos como manipulación de mercados bajo la legislación estadounidense sobre bienes básicos.

En 2008, varios operadores se quejaron ante la Bolsa Mercantil de Nueva York de que alguien estaba entrando al mercado cerca del cierre para realizar grandes compras de contratos a futuro de platino y paladio, dijeron dos personas cercanas a la situación. Por la misma época, la CFTC comenzó a detectar patrones inusuales de negociaciones en los dos metales. Abogados de la CFTC empezaron a interrogar a Pia sobre sus métodos operativos, dijo una de las dos personas.

La queja de la CFTC contra Moore no especifica el día o días en los que tuvieron lugar las negociaciones, ni revela si Pia fue el gestor involucrado. Por lo general, menos de 10 operadores participan en el mercado del paladio, dijo la CFTC, y las operaciones de Moore representaron la mayoría del volumen de transacciones en los dos mercados durante el cierre.

En una serie de entrevistas, investigadores de la CFTC le preguntaron a Pia si pretendió hacer subir los precios mediante las negociaciones en cuestión, según una persona familiarizada con la situación. Pia negó haber hecho algo inapropiado. Si bien admitió que esperó hasta el último minuto para colocar las órdenes, alegó que simplemente estaba comprando lo que vendían los operadores del piso. Pia dijo que la estrategia pretendía frenar los planes de operadores rivales, que a menudo trataban de adelantarse y comprar por anticipado antes de que Moore colocara las órdenes, afirma la fuente.

La investigación de la CFTC pretende averiguar si Pia intentó incrementar su remuneración con esas operaciones, según una persona al tanto de la investigación. Entre los temas que examina la CFTC está si Pia estaba negociando, a través de un portafolio que manejaba al interior de la firma, antes de que las órdenes de Moore fueran colocadas, posiblemente tratando de aumentar sus comisiones, dice la persona. Estas tácticas pueden conceder a los operadores una ventaja injusta porque las órdenes pendientes —no reveladas al público— pueden afectar los precios cuando se ejecutan.

Los temores de Bacon sobre la responsabilidad de Moore aumentaron, según otra persona conocedora de la situación. Poco después, Pia abandonó la firma.

Un portavoz de Moore declinó hacer comentarios sobre las posiciones de la firma en bienes básicos, pero dijo que Moore "no ha logrado establecer ningún motivo económico para las operaciones de cierre de futuros de paladio y platino descritas por la CFTC. Las operaciones no causaron precios artificiales ni ganancias ni pérdidas indebidas".

Un mes después del acuerdo extrajudicial, el fondo estrella de Moore registró su mayor pérdida mensual desde su creación, una caída de 9,2% en mayo. Desde enero al 5 de agosto, cayó 4,46%, en parte debido a cálculos erróneos sobre la crisis económica en Europa.

Después de abandonar Moore, Pia lanzó Pia Capital Management. Al igual que su ex empleador, es un fondo de cobertura "macro". El nuevo fondo tiene unos US$500 millones bajo gestión y cayó 0,6% entre enero y el 6 de agosto. No hay indicios de que este nuevo fondo se encuentre bajo investigación.

Fuente: WSJ

1 sept 2010

La reforma cambiaria de China no resolverá la brecha comercial con EE.UU., dice el banco central de China

Por Rebecca Blumenstein, Andrew Browne y Dinny McMahon

BEIJING— China continuará relajando gradualmente las restricciones al uso del yuan, pero los cambios en la tasa de cambio no resolverán en gigantesco desequilibrio comercial con Estados Unidos, dijo la vicegobernadora del Banco Popular de China Hu Xiaolian el martes.

En una entrevista con The Wall Street Journal, Hu también dijo que cree que la economía global continuará recuperándose, aunque lentamente, y que no espera que regrese a un estado de recesión.

"La economía global aún se está recuperando", dijo Hu. "Claro, hay una cierta volatilidad, pero no causará una doble caída. La recuperación será un poco lenta".

Hu, la vicepresidenta con mayor influencia entre los cinco vicepresidentes que operan bajo el presidente del banco Zhou Xiaochuan, se mantuvo firme al rechazar las críticas de la tasa de cambio China. Las frustraciones sobre el ritmo de la apreciación del yuan frente al dólar están volviendo a resurgir en EE.UU. después que la nueva política de divisas de China, presentada el 19 de junio no logró conseguir más que una apreciación marginal de la moneda china.

"Mi perspectiva es que el yuan no tiene un rol clave en el equilibrio del comercio bilateral entre EE.UU. y China", dijo Hu. "No creo que el excesivo debate sobre este tema ayude".

La nueva política de tasa de cambio enfatizó que China se concentraría menos en gestionar al yuan frente a la divisa estadounidense y en cambio se concentraría en una canasta de divisas que incluiría a todos sus principales socios comerciales.

Hu dijo que se estaban consiguiendo avances para lograr el balance de su propia economía al estimular el consumo interno. Pero también, en lo que se ha vuelto familiar para los líderes chinos, dijo que EE.UU. también necesita cambiar y en particular dejar de tomar prestado para impulsar el consumo.

"Estamos tomando acciones concretas y esperamos que también haya algún cambio en el patrón de crecimiento de la economía estadounidense", dijo. "Esperamos que la economía de EE.UU: se aleje del exceso de consumo y que los ahorros crezcan".

Hu dijo que China continuará levantando las restricciones al uso trasnacional del yuan y que considerará permitir que las empresas usen el yuan para inversiones fuera de sus fronteras.

También aseguró que China permitirá un "pequeño programa QFII", en referencia a un plan para adaptar el actual sistema de instituciones extranjeras calificadas de inversión para permitir que los depósitos en yuanes fuera de China puedan ser invertidos en los mercados de capital de China continental.

La semana pasada, la Administración Estatal del Cambio Extranjero, una unidad del Banco Popular de China dijo que las instituciones financieras extranjeras podrán invertir sus yuanes en el mercado interbancario de bonos de China. Hu dijo que el "pequeño programa QFII" sería diferente a eso. Sin embargo, no entregó detalles de cuándo se lanzaría.

Respondiendo a preguntas sobre la forma en la que China distribuye sus masivas reservas de moneda extranjera, que alcanzan casi US$2,5 billones (millones de millones), Hu dijo que el banco central chino es un inversionista global responsable y que los factores políticos no influencian sus decisiones de inversión.

31 ago 2010

EE.UU. quiere que las personas sepan cuántas calorías van a consumir, incluso en un avión o cine

Por Janet Adamy
The Wall Street Journal

Estados Unidos planea extender la publicación de información calórica que impuso hace poco a restaurantes, a miles de lugares que ofrecen comida, incluyendo aviones comerciales, salas de cine y minimercados.

La expansión se deriva de disposiciones incluidas en la reforma del sistema de salud promulgada en marzo. La intención del gobierno es que las personas, al saber cuántas calorías tienen los platos que planean consumir, puedan tomar decisiones más saludables sobre su alimentación.

Hasta el momento, la extensión de la medida ha obtenido el apoyo de defensores de la nutrición, pero también el rechazo de varias industrias que dicen que la legislación original no estaba diseñada para ellas.

"Las personas que van al cine no lo hacen en primer lugar para comer", asegura Gary Klein, vicepresidente de un grupo que representa a dueños de salas de cine. "¿Por qué no están incluidos los estadios de béisbol? ¿Acaso piensan que la comida de los estadios es sana?".

Los estadios están exentos porque en la ley del sistema de salud dice que las cadenas de restaurantes con 20 locales o más deben anunciar la información calórica en sus menús. La medida entró en vigencia cuando el presidente Barack Obama firmó la ley, pero los restaurantes no tienen que acatarla hasta que las multas se hagan efectivas a comienzos del año próximo.

En las reglas preliminares anunciadas la semana pasada, la Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) afirmó que el ámbito de la ley va más allá de restaurantes y aplica también para aerolíneas, trenes, comedores de supermercados, cines y minimercados que ingresan en la categoría de cadenas. La FDA planea anunciar oficialmente quién estará sujeto a la ley y cómo en diciembre.

Para los consumidores, el cambio marca la nueva fase de requerimientos de etiquetado nutricional que revolucionó la industria de alimentos empacados en la década de los 90. Alrededor de 20 ciudades o estados de EE.UU. ya han aprobado ordenanzas locales que exigen incluir las calorías en menús desde que la ciudad de Nueva York impulsó la medida en 2008.

Los defensores de la salud dicen que el cambio podría ser una poderosa herramienta en la lucha contra la epidemia de obesidad en el país, una prioridad en Washington desde que la primera dama Michelle Obama hiciera de la obesidad infantil su causa principal en febrero.

"Todo el mundo tendrá que estar un poco más informado y eso es bueno", opinó Lou Sheetz, vicepresidente ejecutivo en Sheetz Inc., una cadena de minimercados con 380 locales en seis estados.

La cadena se prepara para divulgar la información calórica en los quioscos donde los clientes hacen pedidos de comidas. "Con toda seguridad, tendrá un impacto negativo en esas comidas que tienen más calorías de lo que la gente pensaba", estima Sheetz. Pero esto tendrá que sopesarse por ventas más altas de productos más sanos, predijo.

Las investigaciones muestran resultados mixtos sobre si el requerimiento de la ciudad de Nueva York llevó a los consumidores a seleccionar alimentos más sanos. Un estudio de 2009 publicado en la revista Health Affairs no encontró evidencia de que etiquetar los menús influenció el número total de calorías compradas por residentes de Nueva York. Un estudio de la Universidad de Stanford sobre locales de Starbucks en la ciudad de Nueva York encontró que el promedio de calorías por transacción cayó 6% luego de que se ajustaran los menús.

Para las industrias que no necesariamente usan menús, los requerimientos podrían imponerles un nuevo dilema. American Airlines dice que no ofrece menús impresos en la cabina principal de sus vuelos internacionales, aunque sí en primera clase.

Los reglamentos iniciales indican que los minimercados, por su parte, podrían tener que colocar información calórica para comidas vendidas en grandes cantidades en los pasillos. Las tiendas sostienen que es casi imposible darle información útil sobre el contenido calórico en los barras de ensaladas, por ejemplo, ya que el cliente determina su propia porción.