17 jun 2011

¿Desarrollo o burbuja? BNDES, el banco de la discordia en Brasil

Por Paulo Prada

RIO DE JANEIRO— Una de las razones que explica el auge de la economía brasileña es un banco estatal que se encarga de que las empresas tengan toda la liquidez que necesitan.

Ahora, sin embargo, este motor de crecimiento está chocando de frente con otro imperativo: el control de la inflación.

El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) anunció la semana pasada un préstamo de US$1.600 millones, a una tasa de interés inferior a la del mercado, para ayudar a una compañía importante a construir una planta de celulosa. Dos días después, el banco central elevó la tasa de interés de referencia por cuarta vez en el año y la dejó en 12,25%, el nivel más alto entre las mayores economías del mundo.

Las acciones contrapuestas ponen de relieve el papel protagónico, y cada vez más controvertido, de BNDES, organismo que financia un amplio abanico de negocios, desde represas hasta puertos y adquisiciones corporativas.

Aunque el éxito de la mayor economía latinoamericana en años recientes ha sido ampliamente difundido, el papel jugado por los enormes préstamos estatales en ese éxito es menos conocido. Para entender la escala en la que opera BNDES basta mencionar que los créditos que otorgó el año pasado, solamente en Brasil, triplicaron la cantidad que el Banco Mundial prestó a más de 100 países durante idéntico lapso.

Los críticos de la entidad dicen que estimular la demanda en una economía que ya se expande a toda velocidad alienta presiones inflacionarias y no le deja más alternativa al banco central que fijar tasas altas, que castigan a los deudores y perjudican las exportaciones al fortalecer la moneda. El real ha subido casi 40% con respecto al dólar en dos años.

El gobierno está tratando de calentar y enfriar la economía al mismo tiempo", señala Marcos Mendes, economista que asesora al Senado de Brasil. "Las autoridades monetarias tienen pocas opciones, aparte de seguir siendo estrictas, cuando el gobierno continúa volcando dinero en vehículos como BNDES", indicó.

El debate sobre la política de BNDES se intensifica en momentos en que Brasil comienza a ver cifras económicas menos favorables. Los economistas han reducido sus pronósticos de crecimiento en 2011 a entre 3,5% y 4%, aproximadamente la mitad de la expansión del año pasado. La economía creció 4,2% en el primer trimestre frente al mismo período del año previo.

Aunque el desempleo se ubica en modesto 6,4% y sigue cayendo, la inflación en 12 meses se ha acelerado significativamente hasta bordear 6,5%, más de un punto porcentual por sobre la del año pasado. Los especuladores se han abalanzado sobre el mercado inmobiliario, generando alzas de dos dígitos en los precios de algunas ciudades y un acalorado debate respecto a la formación una posible burbuja. El precio de alimentos básicos como los frijoles y el arroz casi se han duplicado en los últimos tres años.

Luciano Coutinho, presidente de BNDES, defiende la entrega de créditos, diciendo que el organismo se limita a llenar un vacío dejado por el sector privado.

Debido a la historia de volatilidad económica del país, insistió, los bancos brasileños históricamente han sido renuentes a apostar al futuro con créditos de largo plazo. "O el BNDES provee la financiación o no hay financiación", aseguró.

Para el gobierno, en todo caso, la justificación del crédito estatal va más allá del estímulo económico. El Partido de los Trabajadores, que ha gobernado Brasil por más de ocho años, estima que el crédito estatal es un medio para conseguir metas más amplias, como proyectar el poderío económico del país en el exterior. El banco busca estimular la creación de grandes empresas brasileñas con influencia global.

La idea, inspirada en parte en un estudio del que Coutinho fue coautor años atrás, es que Brasil necesita multinacionales de primer nivel para competir contra los países desarrollados y gigantes emergentes como China.

"Brasil todavía tiene relativamente pocas empresas de magnitud mundial cuando se compara con otras grandes economías en desarrollo", dijo Coutinho en una entrevista con The Wall Street Journal. La mayoría, resalta, son "hormiguitas" en un contexto global.

Para remediar la situación, BNDES financia grandes fusiones y adquisiciones, ayudando a compañías brasileñas de fortaleza comprobada a absorber competidores.

Entre 2007 y 2009, el banco estatal proveyó más US$2.800 millones en créditos para que el procesador de alimentos JBS SA lograra el control de otras compañías alimentarias, como las estadounidenses Swift & Co. y Pilgrim's Pride Corp.

JBS, que se ha diversificado más allá de los alimentos, es el beneficiario del préstamo de US$1.600 millones de BNDES para financiar la planta Eldorado Celulose e Papel.

Los ejecutivos del banco de desarrollo dicen que es un error atribuir el aumento de la inflación y las altas tasas de interés a su política crediticia.

Al contrario, argumentan, la inflación justifica tales préstamos. El alza de los precios al consumidor, dicen, demuestra que el país necesita más inversión para que la oferta futura de bienes y servicios satisfaga la demanda. "Eso nos convierte en el socio más estratégico y de largo plazo del banco central, porque evitamos los cuellos de botella inflacionarios", sostiene el director de planificación del banco João Carlos Ferraz.

El organismo demostró su importancia cuando la crisis financiera eliminó el crédito global en 2008. El banco abrió el grifo y Brasil tuvo un año sin crecimiento en 2009 seguido de una notable repunte en 2010, gracias en parte a su papel como proveedor de materias primas para China.

Los brasileños pagan un impuesto a las nóminas para ayudar a financiar el banco. Para complementar este financiamiento y los ingresos que el banco obtiene de su cartera de préstamos, el gobierno inyectó US$ 116.000 millones durante los dos últimos años.

El Estado también cubre la diferencia entre las tasas a las cuales presta el banco —que pueden ser tan bajas como 6% — y los intereses de hasta 14% que el gobierno debe pagar para levanta fondos para BNDES en los mercados mundiales de crédito. Financiar esa brecha le cuesta al gobierno alrededor de US$ 13.000 millones anuales, de acuerdo con una estimación.

Fuente: WSJ

16 jun 2011

Los indicadores apuntan a una desaceleración moderada, dice la OCDE

Por Paul Hannon

LONDRES (EFE Dow Jones)--Las principales economías del mundo crecerán a un ritmo más moderado en los próximos meses, con un crecimiento en Brasil, India, Francia e Italia por debajo de la tendencia, según los indicadores económicos adelantados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

La institución, con sede en París, dijo que su indicador de la actividad económica de sus 34 miembros se mantuvo sin cambios en abril en 103,0, lo que sugiere que el reciente ritmo de expansión de la producción podría no ser sostenible.

"Los indicadores económicos adelantados (...) apuntan a una pérdida moderada de impulso de crecimiento en la mayor parte de grandes economías", dijo la OCDE.

La OCDE indicó que el probable aumento del crecimiento de Estados Unidos compensará las probables ralentizaciones en Francia, Italia y Canadá.

En cuanto a los países emergentes, la OCDE dijo que hay claros signos de que el crecimiento será menor que la tendencia a largo plazo en Brasil e India, mientras que los indicadores apuntan a una posible moderación del crecimiento en China y a un primer signo de pérdida de impulso en Rusia.

Los indicadores apuntan a un ritmo de crecimiento estable en Alemania y Reino Unido, dijo la OCDE, que añadió que no fue posible hacer un cálculo para Japón debido a los recientes acontecimientos.

En abril, el indicador de Estados Unidos subió a 103,4 desde 103,3, el de China cayó a 100,5 desde 101,1, el de Rusia bajó a 104,6 desde 104,8, el de Alemania retrocedió a 104,4 desde 104,6 y el de Reino Unido se mantuvo sin cambios en 101,6.

Un indicador de 100,0 marca la tendencia a largo plazo de la tasa de crecimiento.

15 jun 2011

China no aliviará la desaceleración mundial

Por Tom Orlik

Cuando el crecimiento mundial se desplomó en 2008, los enormes estímulos monetarios de China formaron parte del paquete de rescate. Pero ahora que la recuperación está perdiendo impulso en todo el mundo, los inversionistas no deberían esperar que se repita la medida. Los costos inflacionarios de ese estímulo aún restringen la capacidad de China para actuar.

Se espera que la inflación continúe aumentando en los próximos meses. La política, aunque no es restrictiva, es más restrictiva que hace nueve meses. El crecimiento de la oferta monetaria ha caído desde cerca del 30% a finales de 2009 a un 15,3% en abril. Con restricciones en el crédito, cuatro aumentos en las tasas de interés desde octubre de 2010 y un 55% de los deudores pagando tasas superiores a las de referencia, una postura de política más restrictiva está perjudicando el crecimiento.

En tanto, los principales motores de la demanda están fallando. En el sector inmobiliario, la superficie residencial en construcción aún crecía a una tasa interanual del 32,3% en los primeros cuatro meses de 2011. Sin embargo, el crecimiento de las ventas registra un fuerte descenso. A medida que las firmas inmobiliarias completan proyectos y enfrentan condiciones de crédito más restrictivas y una débil demanda, una caída en las inversiones privadas parece ser inevitable. Un aumento de las viviendas sociales compensará una parte de esa caída, pero no toda.

El consumo interno siempre ha jugado un papel secundario en las inversiones, pero las señales aquí tampoco son positivas. El crecimiento real de las ventas minoristas disminuyó al 11,8% en abril frente al mismo mes del año anterior, lo que se compara con una expansión del 14,5% a finales del año pasado. La desintegración de las ventas de automóviles tras el fin de los incentivos del gobierno causó un colapso de la producción, la cual retrocedió un 1,6% interanual anual en los datos de abril.

El crecimiento de las exportaciones este año ha sido fuerte, aunque con una baja base comparativa a comienzos de 2010. Debido a la inestabilidad de la recuperación de Estados Unidos y más comparaciones difíciles a partir de mayo, las perspectivas de crecimiento de las exportaciones se están deteriorando. Eso ya es evidente en la debilidad del crecimiento de las importaciones de partes utilizadas por las empresas manufactureras en la fabricación de productos para exportación.

En circunstancias normales, la respuesta del gobierno a dicha evidencia de crecimiento vacilante sería soltar el freno. En junio de 2010, la mera sugerencia de una caída en el crecimiento industrial desencadenó un cambio no declarado de la política, donde las restricciones a los préstamos de los bancos fueron cayendo lentamente. Los nuevos préstamos protagonizaron un inusual aumento en el segundo semestre.

En esta oportunidad, el obstáculo de la inflación reduce el campo de acción para un cambio en la política. Si la desaceleración moderada se transforma en un colapso, no se puede descartar un relajamiento de los controles sobre los préstamos o una conclusión de la campaña contra la especulación en el mercado de viviendas. Pero con una inflación lista para alcanzar el 5% en el año y tasas de interés reales que aún están en territorio negativo, una respuesta de ese tipo se vuelve más difícil. Los mercados aún están incorporando a sus precios un aumento más en las tasas de interés, o posiblemente dos.

La consecuencia será un verano largo y caluroso de crecimiento más lento y una mayor inflación. Ninguno de los dos debería ser un desastre. Una proyección de crecimiento del PIB de cerca del 9,3% para el año después de un 10,3% en 2010 es bastante mediocre. Pero con una recuperación vacilante en Estados Unidos, la crisis de deuda en Europa y Japón luchando después del devastador terremoto, China no será la contraparte positiva que los inversionistas quieren ver.

Fuente: WSJ

14 jun 2011

Trichet sugiere un alza de tasas en julio

Por Mark Brown

LONDRES (EFE Dow Jones)--El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, apuntó a que habrá una subida de los tipos de interés oficiales del banco el próximo mes, al defender una "fuerte vigilancia" frente a las presiones inflacionistas.

La expresión es la misma que utilizó Trichet en su rueda de prensa de marzo, que precedió a la primera subida de tipos del BCE desde 2008.

En respuesta a preguntas, el presidente del BCE aclaró que: "Podría haber, en la próxima reunión, una subida de los tipos, pero nunca nos comprometemos de antemano".

También dijo que "no apuntamos a ningún ritmo particular" de futuras subidas de los tipos.

En otro momento de la rueda de prensa, Trichet reiteró que el BCE sigue oponiéndose a cualquier forma de reestructuración de la deuda de Grecia que no sea "puramente voluntaria y sin ningún elemento de obligatoriedad".

Los comentarios confirman la división de opiniones entre el BCE y muchos, si no la mayoría, de los gobiernos de la eurozona, ansiosos por asegurarse de que no tendrán que soportar toda la carga de la continua financiación a Grecia. Un informe al que tuvo acceso Dow Jones Newswires el miércoles indicaba que el país probablemente necesitará más ayuda externa.

"Sería un enorme error provocar un evento crediticio", señaló Trichet, destacando que los temas de la eurozona pueden tener consecuencias más allá de Europa. Agregó también que "no es nuestra intención ni mucho menos" aumentar la exposición directa a la deuda griega que el BCE ha asumido al comprar bonos helenos.

Trichet también negó las insinuaciones de que el BCE está bloqueando la resolución de la crisis de deuda griega oponiéndose a la reformulación de la deuda del país y dijo que la responsabilidad de la deuda soberana es exclusivamente de los gobiernos y los parlamentos.

Apuntó que la privatización y la inversión interna directa supondrían igualmente una "contribución del sector privado" sin requerir una pérdida de confianza en la deuda soberana de un país.

El euro subió inicialmente a US$1,4655 en reacción a la elección de palabras de Trichet, pero no logró mantener el impulso y para las 1315 GMT había caído a en torno a US$1,4535, cerca de su mínimo intradía de US$1,4515.

Trichet dijo que el BCE seguirá con su política de prestar tanto como pidan los bancos a través de sus operaciones habituales de refinanciación durante al menos otros tres meses.

Esto implica que los bancos que actualmente no tienen acceso a los mercados internacionales de capital debido a los temores en torno a los altos niveles de deuda soberana de sus respectivos países seguirán pudiendo obtener todo el crédito que necesiten para cubrir sus necesidades inmediatas de liquidez durante otros tres meses, siempre y cuando puedan aportar el suficiente colateral aceptable.

Los sistemas bancarios de Irlanda, Grecia y Portugal tienen una escasez combinada de liquidez de más de EUR250.000 millones, que actualmente cubren el BCE y los bancos centrales nacionales.

Los comentarios de Trichet se produjeron después de que el banco dejara en el 1,25% su tipo de interés de referencia en la reunión mensual habitual, ante el panorama de sólido crecimiento del primer trimestre del año y el continuo problema de una tasa de inflación superior al objetivo del banco a medio plazo, que está en un nivel "cercano pero inferior al 2%".

Trichet dijo que los riesgos para la estabilidad de los precios se mueven "al alza" y que la amplia provisión de liquidez del banco podría amortiguar las presiones inflacionarias que, señaló, proceden principalmente de los mercados mundiales de energía y materias primas.

Trichet espera que la inflación permanezca "claramente por encima del 2% en los próximos meses" y dijo que sigue siendo "de vital importancia" evitar que arraiguen las expectativas de mayor inflación.

Trichet indicó que el BCE ha revisado ligeramente al alza sus previsiones tanto de crecimiento como de inflación para 2011, pero mantuvo las de 2012 sin cambios en ambos casos. El BCE ahora espera que el Producto Interior Bruto crezca entre un 1,5% y un 2,3% este año y que la inflación alcance, de media, entre el 2,5% y el 2,7%.

Para 2012, el BCE espera que el crecimiento sea de entre el 1,6% y el 2,8% y la inflación de entre el 1,1% y el 2,3%.

Por otra parte, el BCE emitió un comunicado de prensa el jueves en el que daba su bendición al nombramiento del gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi, como presidente del BCE tras la marcha de Trichet a finales de octubre. Se espera que la nominación de Draghi, que ya pertenece al consejo de gobierno del BCE, se confirme en una reunión de jefes de gobierno de la UE este mismo mes.

Fuente: WSJ

13 jun 2011

Los mercados emergentes, más tolerantes con la inflación

Por Alex Frangos

HONG KONG—Los bancos centrales en mercados emergentes de rápido crecimiento, en especial en Asia, parecen estar listos para adoptar una postura menos enérgica sobre los aumentos de tasas de interés y otras medidas de control en los próximos meses, conforme ceden las presiones globales de crecimiento e inflación.

La mayor economía del Sudeste Asiático, Indonesia, se convirtió en el país más reciente en moderar su tono sobre la inflación. Su banco central dejó la tasa de referencia a 6,75% el jueves. En un comunicado que acompañó la decisión, el Banco de Indonesia afirmó que "las presiones inflacionarias se están desacelerando" y omitió ciertos términos incluidos en sus declaraciones previas que indicaban que podría adoptar una "respuesta que comprendiera las tasas de interés" ante las presiones de los precios.

Hasta hace poco, las autoridades de mercados emergentes consideraban la inflación como la mayor amenaza. Pero la caída en los precios de alimentos y energía, donde los aumentos de precios fueron más acusados, además de las señales de desaceleración en Estados Unidos y China, las dos mayores economías, está llevando a las autoridades a reevaluar el riesgo de un alza de precios.

"Los bancos centrales están comenzando a pensárselo dos veces si aumentar las tasas, mientras que hace un mes parecía mucho más claro que las tasas debían subir", señala Robert Subbaraman, economista de Nomura en Hong Kong.

El panorama cambiante hace que los mercados se lleven alguna sorpresa. En Polonia, una de las economías emergentes de más rápido crecimiento en Europa, el banco central afirmó el jueves que haría una pausa en las medidas de austeridad luego de aumentar por cuarta vez este año su tasa de interés de referencia 0,25 puntos porcentuales.

"Estamos más cerca del fin de las subidas de lo que algunos pensaron", afirmó Bartlomiej Wit, corredor jefe de renta fija de ING en Varsovia.

Una gran pregunta es China. Una serie de medidas para enfriar su economía y combatir la inflación parece estar teniendo efecto, a medida que los indicadores de crecimiento como las encuestas entre gerentes de compras y las ventas de bienes raíces empiezan a perder fuelle. Sin embargo, el gobierno informó que los datos de inflación aún deben enfriarse más.

Sacar el pie del acelerador ahora significa que los bancos centrales podrían tener más problemas para combatir la inflación si el crecimiento repuntara a fines de este año, tal como prevén muchos economistas. Casi todas las economías emergentes están funcionando a su plena capacidad, o casi, lo que aumenta la presión para que los precios de consumo y los salarios aumenten. Además, se percibe que muchos bancos centrales fueron reticentes a aumentar las tasas durante el último año. También podría pronosticar una apreciación más lenta de la moneda en algunos países.

En América Latina, Perú, la economía de crecimiento más rápido en la región durante los últimos cinco a 10 años, ha señalado que relajará sus medidas de control. Además, según previsiones de economistas, Chile, el mayor exportador de cobre del mundo, frenará el ritmo de sus alzas de tasas después de subir su tasa de interés de referencia en 0,5 puntos porcentuales tres veces en tres meses hasta mayo.

Brasil es una llamativa excepción. El miércoles subió las tasas y sugirió más aumentos, conforme los expertos pronostican que la inflación seguirá siendo fuerte ahí.

—Marynia Kruk, en Varsovia, contribuyó a este artículo.

Fuente: WSJ