6 mar 2009

Crece el envío de remesas a Cuba, pese a la contracción global

Por Joel Millman

Los cubanos que trabajan en el exterior están aumentando el envío de dinero a sus familias en la isla en un momento en que la crisis de la economía global está disminuyendo las remesas de los emigrantes en todo el mundo, según un informe que será divulgado hoy.

Los trabajadores cubanos en el exterior también se están diversificando más allá de Estados Unidos en su búsqueda de empleos, indica un sondeo realizado por Inter-American Dialogue, un centro de estudios latinoamericanos con sede en Washington.

Cuba recibiría este año remesas por más de US$1.400 millones, comparado con cerca de los US$1.000 millones obtenidos en 2004 y los US$766 millones de hace una década, de acuerdo con estadísticas del gobierno cubano y académicos estadounidenses.

El crecimiento de las remesas podría representar un soporte económico para la isla en medio del declive del turismo y la caída de los precios del níquel, la principal exportación de Cuba. Las remesas equivalen actualmente a más de la mitad de sus ingresos en divisa extranjera, según el académico Manuel Orozco, autor del estudio.

Detrás del auge de las remesas está la flexibilización de la estricta política cubana de restringir la salida de sus ciudadanos de la isla. Cuba envía ahora a miles de sus profesionales para que trabajen en países como Venezuela con contratos a corto plazo. Otros trabajadores, conocidos como PRE, por "Permiso de Residencia en el Exterior", salen del país en misiones no gubernamentales. Unos 8.000 a 10.000 cubanos reciben visas para ir a México cada año, las cuales les permiten vivir en el país hasta por un año, según un vocero de la embajada mexicana en La Habana.

El dinero que estos inmigrantes temporales envían a sus familias ayuda a aliviar la tensión económica y a mantener la estabilidad social.

Cuba recibe relativamente poco en remesas cuando se compara con otros países de la región, un promedio de US$110 per cápita comparado con US$492 per cápita en El Salvador, por ejemplo. "Existe un amplio margen para crecer", dice Orozco.

Aunque unos 200.000 cubanos lograron ingresar legalmente a Estados Unidos esta década, el exilio estadounidense sólo envió la mitad (US$625 millones) del total de remesas que ingresaron a Cuba en 2008. En 2005, EE.UU. fue el origen de más del 80% de las remesas a la isla. Desde entonces, nuevas colonias de cubanos en España, Alemania, Pakistán y Venezuela también se han convertido en generadores de remesas. De acuerdo con el informe de Inter-American Dialogue, Kuwait superó a Canadá como el destino preferido de los expatriados cubanos.

Las remesas provenientes de EE.UU. probablemente serían más altas si el gobierno de George W. Bush no hubiera impuesto límites al monto que exiliados cubanos pueden enviar a la isla. Muchos esperan en Washington y La Habana que dichas restricciones sean relajadas por el gobierno del presidente Barack Obama.

Cuba a veces ha permitido la circulación de dólares. Hoy, el país prohíbe los dólares, pero permite que tanto los cubanos como los turistas los cambien por pesos convertibles. Los cubanos, sin embargo, se quejaron en el sondeo de que un tipo de cambio artificial de US$0,83 por peso convertible reduce su poder adquisitivo.

Fuente: WSJ

5 mar 2009

Barroso: "La UE rescatará a los países de la eurozona con riesgo de quiebra"

por Expansión.com

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, insistió hoy en que la UE tiene los instrumentos necesarios para salir al rescate de los países de la eurozona que tengan problemas para refinanciar su deuda como consecuencia de la crisis económica y financiera.

"Estamos vigilando la situación dentro de la eurozona y fuera de la eurozona y estoy seguro de que podremos responder a cualquier situación difícil", resaltó el máximo responsable del Ejecutivo comunitario, que añadió que desde Bruselas se están "considerando todas las opciones".

"Si hay un problema en la eurozona, tendremos los medios para actuar. Pero no voy a hacer especulaciones sobre cómo, cuándo o qué países porque estamos tratando con mercados y tenemos que ser cuidadosos con las declaraciones que hacemos", subrayó Barroso.

"Creemos que tenemos instrumentos en Europa para reaccionar a una situación como la que describe", afirmó, al ser preguntado por si sería posible que un país de la eurozona preste a otro con riesgo de bancarrota. "No estamos ahí y espero que nunca estemos en esa posición", destacó el presidente de la Comisión.

Emisión de eurobonos
En todo caso, dejó claro que la solución a este tipo de problemas no pasa por la emisión de bonos de deuda europea. Esta idea ha sido puesta en circulación por Italia como posible receta para ayudar a los países que tienen problemas para refinanciar su deuda, y cuenta con la oposición de Alemania.

"La idea es interesante desde un punto de vista europeo, pero en este momento hay una oposición muy clara de un gran número de países", aseguró el presidente de la Comisión. Insistió en que las posibilidades de que se apruebe una iniciativa de este tipo son "cero" porque hay Estados miembros que consideran que la emisión de eurobonos "puede poner en riesgo no sólo sus intereses sino también la estabilidad de la zona euro".

Las normas que rigen el funcionamiento de la eurozona impiden operaciones de rescate como las que ya se han puesto en marcha para países de la UE que todavía no usan la moneda única, como Hungría o Letonia. Tampoco autorizan al BCE a comprar directamente deuda de los Estados. Pero el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbrück, ya dijo hace unas semanas que si algún país de la eurozona tiene problemas para refinanciar su deuda, el resto tendrá que salir a su rescate.

4 mar 2009

EE.UU., Japón, Alemania... la industria automotriz ahora busca un rescate global

Por John D. Stoll y Takashi Nakamichi

La crisis de la industria automotriz que se originó en Detroit con las tres automotrices estadounidenses (Ford Motor Co., Chrysler LLC y General Motors Corp.) se ha transformado en un problema global que presiona a los gobiernos de todo el mundo a seguir el ejemplo de Washington y otorgar asistencia a los fabricantes en aprietos.

Ayer, General Motors (GM) informó que sus operaciones europeas podrían quedarse sin dinero en abril o mayo si Alemania y otros países del Viejo Continente no le conceden la ayuda que solicita. GM también señaló que estudia la venta de una participación mayoritaria en su filial Opel, el corazón de su negocio europeo, con el fin de conseguir la ayuda estatal.

Al mismo tiempo, Toyota Motor Corp. solicitó al gobierno japonés un crédito de US$2.000 millones para apuntalar su brazo financiero.


Bloomberg News
Fritz Henderson, director general de operaciones de GM.
En el Salón del Automóvil de Ginebra, el director de operaciones de GM, Frederick "Fritz" Henderson, dijo que la división europea de la automotriz podría quedarse sin fondos para "la primera mitad del segundo trimestre" si no obtiene préstamos u otra ayuda financiera. El ejecutivo añadió que GM está dispuesta a escuchar "ideas y opiniones", incluyendo la venta de una participación mayoritaria en Opel, si eso allana el camino para lograr la ayuda.

El gobierno de EE.UU. ha aceptado otorgar por lo menos US$42.000 millones en préstamos y otra asistencia financiera a GM, Ford, Chrysler y sus proveedores. Canadá acordó proveer ayuda adicional a las tres automotrices estadounidenses. Francia, por su parte, está asistiendo a Renault SA y PSA Peugeot Citroën SA.

GM, asimismo, consiguió un acuerdo para que España garantice préstamos por 200 millones de euros y ha buscado la ayuda de Alemania, Gran Bretaña y Suecia, países en donde tiene plantas. El jefe de GM en Europa, Carl Peter Forster, dijo en Ginebra que la empresa también podría recurrir a Polonia, donde fabrica autos pequeños.

Toyota, a su vez, acudió al gobierno de Japón luego de que Tokio anunciara que facilitará una parte de sus enormes reservas en moneda extranjera a firmas japonesas que operan en el exterior y que están teniendo dificultades para recaudar fondos en otras divisas. El ministro de Finanzas Kaoru Yosano dijo que el gobierno planea destinar para fines de este mes US$5.000 millones de sus reservas de US$1 billón (millón de millones) al Banco de Japón para la Cooperación Internacional. Luego, el banco otorgará préstamos en dólares a las empresas que lo necesiten.

Toyota, que reportó pérdidas de US$1.800 millones en el trimestre que cerró el 31 de diciembre, ha solicitado un crédito para su brazo financiero Toyota Financial Services Corp. Apenas unos años atrás, la automotriz registraba ganancias anuales de US$10.000 millones, pero la crisis financiera global ha causado una caída precipitada en las ventas de autos en casi todos los mercados.

Las ventas de autos y camionetas en EE.UU. cayeron 40% en febrero, a 690.000 unidades, según estimados de la industria. Las ventas de vehículos en Japón declinaron 32% en febrero, el mayor descenso mensual en más de 30 años. Europa Occidental experimenta un fenómeno similar.

La división europea de GM necesita una inyección de US$4.200 millones para mediados de abril o podría verse obligada a cesar sus operaciones a pesar de una presencia masiva en el mercado, según fuentes al tanto.

La automotriz aceleró sus negociaciones con el gobierno alemán esta semana, sosteniendo que necesita que Berlín aporte dos tercios de los préstamos que necesita en Europa. Opel tiene su sede en Alemania y la empresa emplea a miles de personas tanto en sus plantas como en sus concesionarios.

Henderson reveló que GM no tiene un plan de contingencia sólido para Opel. A diferencia de su negocio estadounidense, que podría acogerse a la protección de la ley de bancarrota, su división europea se reparte por varios países del continente, volviendo la opción de una bancarrota casi inviable, aseveró.

El ministro de Economía de Alemania, Karl-Theodor zu Guttenberg, le dijo ayer a Reuters que Opel no le ha dado al gobierno suficiente información como para decidir si debe rescatar a la empresa. En los últimos días, el gobierno alemán ha manifestado sus dudas de que la ayuda pueda ser usada para eliminar en lugar de resguardar empleos en el país y que GM podría aprovechar el dinero alemán para reestructurar sus operaciones en EE.UU.

Un fracaso de GM en Europa podría estropear el plan de viabilidad que la automotriz acaba de presentar al Departamento del Tesoro estadounidense como parte de los requisitos para obtener ayuda federal. En el plan, GM dijo que requería US$6.000 millones en ayuda de otros gobiernos para hacer la empresa viable.

Por su parte, los asesores de los principales tenedores de deuda de GM anunciaron ayer que planean reunirse mañana con el equipo de trabajo del presidente Barack Obama dedicado a la industria automotriz.

Según una fuente, en el encuentro analizarán si el gobierno estadounidense garantizará nuevos bonos que la empresa emitirá como parte de su reestructuración.

Fuente: WSJ

3 mar 2009

El paquete de estímulo de EE.UU. impone restricciones a visas H-1B

Por John D. McKinnon

Una cláusula que ha pasado casi desapercibida en el paquete de estímulo de Estados Unidos trata de disuadir a los bancos que han recibido ayuda gubernamental de que contraten trabajadores extranjeros y presagia medidas más amplias para restringir los programas de visas laborales este año.

La estipulación impone un mayor escrutinio por parte del gobierno sobre bancos y otras empresas que reciban ayuda federal cuando usen el programa de visado H-1B. El programa generalmente otorga visas temporales a al menos 85.000 trabajadores al año.

Los defensores argumentan que el programa de visado es necesario para ayudar a las compañías a contratar trabajadores más capacitados, en particular en áreas como ingeniería. Señalan que el programa ya tiene estrictas protecciones que exigen que los empleadores declaren que no están reemplazando a trabajadores estadounidenses y que paguen a los extranjeros sueldos de acuerdo al mercado.

Los detractores, sin embargo, dicen que el programa, iniciado en 1990, perjudica a los trabajadores estadounidenses al animar a las compañías a contratar empleados temporales. Agregan que muchas de las protecciones legales del programa de visas H-1B no funcionan como se preveía, permitiendo a los empleadores pasar por alto a trabajadores estadounidenses y contratar mano de obra extranjera más barata. A algunos legisladores les preocupa que el programa esté siendo abusado por algunas compañías que pagan menos a los extranjeros.

"En un momento en que estamos sufriendo la peor crisis económica desde la Gran Depresión, lo mínimo que podemos hacer es asegurarnos de que los bancos que reciban un rescate de los contribuyentes no puedan importar mano de obra más barata del extranjero mientras están echando a la calle trabajadores estadounidenses", señaló el senador independiente Bernie Sanders, de Vermont, quien impulsó la restricción.

En la propuesta original del paquete de estímulo, la estipulación habría prohibido a las empresas que reciben ayuda del gobierno contratar trabajadores extranjeros bajo la visa H-1B. No obstante, fue relajada en las negociaciones de último minuto debido a protestas por parte del sector empresarial.

El sector empresarial argumentó que en 2007, menos de 1% de los trabajadores de las grandes instituciones financieras tenían visas H-1B. "En un momento en que la economía está luchando por recuperarse, bloquear el acceso de las compañías estadounidenses a los candidatos más capacitados... estorbará la recuperación", sostuvo la Cámara de Comercio de EE.UU., una entidad que representa al sector empresarial.

En vez que prohibir las visas H-1B, la ley de estímulo aumenta temporalmente el número de trámites que los bancos y otras empresas rescatadas deben hacer. También le da al gobierno una habilidad mucho mayor de controlar las prácticas de contrataciones de extranjeros de las compañías.

Pese a una victoria parcial, los partidarios del programa H-1B auguran más disputas en el futuro.

"Habrá más intentos de imponer restricciones, no sólo al programa H-1B, sino a todos los programas de trabajadores temporales", dijo Bob Sakaniwa, de la Asociación de Abogados de Inmigración de EE.UU.

Fuente: WSJ

2 mar 2009

Política de EEUU: China versus Colombia

Editorial WSJ

A juzgar por su tour asiático, Hillary Clinton claramente cree que es más realista con respecto al mundo que su predecesora. La secretaria de Estado dijo, por ejemplo, que la presión a China sobre derechos humanos "no puede interferir" con la cooperación entre Washington y Beijing en otros temas como la crisis económica y el cambio climático. Pero extrañamente, o quizás no tan extrañamente, Clinton y su jefe parecen tener una concepción mucho más cerrada de la realpolitik (el realismo político) cuando se trata de Colombia.

Recuerde que el año pasado Nancy Pelosi rescribió las reglas de la Cámara de Representantes para hundir el tratado de libre comercio con Bogotá, impulsado por el gobierno Bush, basada únicamente en argumentos de derechos humanos, incluso después de que el pacto había sido reescrito para incluir nuevas protecciones para los sindicatos. El presidente Obama explicó el año pasado que se oponía al acuerdo debido a que "la historia en Colombia en este momento es que los líderes laborales han sido marcados para ser asesinados, en una frecuencia bastante consistente, y no han habido arrestos".

De hecho, los asesinatos de sindicalistas han caído en casi 87% bajo el mandato del presidente Álvaro Uribe, y las condenas se han incrementado radicalmente. Sin embargo, ni Obama ni su principal diplomática ha movido un dedo para avanzar el acuerdo con Colombia, el cual abriría nuevos mercados para los exportadores estadounidenses cuando la mayoría de los bienes colombianos ya entran a Estados Unidos sin arancel, además de fortalecer a un aliado crucial en Latinoamérica. Esto debería ser sencillo, pero la AFL-CIO y el resto de las organizaciones sindicales han ordenado que no se lleve a cabo una votación y los demócratas hasta el momento han obedecido.

Al menos el pragmatismo económico de Clinton hacia China tiene una lógica, especialmente dada su importancia en la compra de bonos del Tesoro de EE.UU. para financiar los programas de gasto de Obama. Sin embargo, la postura del gobierno hacia Colombia tiene menos que ver con una política exterior basada en los mejores intereses del país y más en los intereses especiales que dominan al Partido Demócrata.