2 feb 2011

Los bancos chinos están al acecho de compras en Europa

Por David Enrich, Jason Dean y Laura Stevens

Las instituciones financieras chinas están entrando a Europa, abriendo sucursales bancarias, buscando oportunidades de compra e incluso asistiendo a clases sobre el funcionamiento del sistema bancario alemán; otra señal de la creciente influencia de China en la economía mundial.

China Development Bank, gigante bancario estatal, es uno de los cuatro candidatos finalistas a hacerse con una participación en el alicaído banco alemán WestLB AG, según fuentes cercanas a la situación.

Otro gigante bancario, Industrial & Commercial Bank of China Ltd., abrirá este mes sucursales en París, Bruselas, Ámsterdam, Milán y Madrid. Recientemente, acordó comprar una participación de hasta 80% en un banco estadounidense.

Bancos y funcionarios creen que esto podría ser la punta del iceberg. Los bancos y fondos de inversión chinos están al acecho de acuerdos bancarios en varios países europeos, entre ellos Alemania y España.

Con reservas en divisas extranjeras que alcanzan los US$2,85 billones (millones de millones), China busca diversificar sus activos. En los últimos años, sus compañías han estado en un frenesí de inversión en todo el mundo, adquiriendo de todo, desde inmuebles hasta mineras o marcas de alto perfil, como Volvo.

Esta carrera cuenta con el apoyo del gobierno, que controla muchas de estas compañías y quiere que jueguen un mayor papel internacional, en consonancia con el peso cada vez mayor de China y las necesidades de su enorme economía.

Un área en el que China ha echado el freno son las inversiones en bancos occidentales. Las entidades chinas hicieron un primer amago de expandirse fuera del país en 2007, pero los acuerdos fracasaron. Entre ellos, el fondo soberano de inversión China Investment Corp. compró participaciones en Morgan Stanley y

Blackstone Group LP por valor de miles de millones de dólares, mientras que China Development Bank acordó invertir miles de millones en el banco británico Barclays PLC.

Los bancos vieron cómo estas participaciones se desplomaron con el estallido de la crisis financiera. En 2008, Beijing decidió no dar su visto bueno a una oferta de China Development Bank para adquirir al alemán Dresdner Bank.

El interés de China Development Bank por WestLB es la señal más reciente de que el gobierno ya no es tan reacio como antes. Coincide con el acuerdo que ICBC alcanzó este mes y por el que comprará un 80% de la filial estadounidense de Bank of East Asia Ltd. por US$140 millones. Se trata de la primera vez que una institución financiera china compra un banco minorista en EE.UU.

Los bancos chinos están deseosos de expandir su presencia en todo el mundo, en parte debido a la reciente proliferación de compañías chinas con ambiciones internacionales. A medida que esas compañías abren sedes en Europa, EE.UU y África, los bancos chinos buscan seguirlas para satisfacer sus necesidades bancarias y ayudar a financiar su crecimiento.

En Europa, hay muchas oportunidades para aquellos inversionistas que estén dispuestos a rebuscar entre las ruinas del sector bancario. Algunos gobiernos europeos buscan activamente ofertas de compañías extranjeras.

Los bancos chinos podrían estar en una posición aventajada porque no hay muchos bancos europeos dispuestos a aprovechar la oportunidad. Generalmente están más ocupados intentando sanear sus finanzas y conservar su capital, o buscando formas de expandirse a mercados con mayor crecimiento.

Hasta hace poco, los gobiernos europeos eran reacios a las inversiones de compañías estatales chinas. Alemania incluso aprobó una ley en 2009 que permite al gobierno bloquear las compras de compañías locales en caso de que se sospeche que pueda haber interferencias políticas en la economía por parte de gobiernos extranjeros.

Pero China ha trabajado duro para superar las dudas de Europa. Los líderes chinos se han ganado la admiración de las autoridades europeas por sus promesas de apoyo e inversión en países de la zona euro en apuros, como Grecia, Portugal y España. Sin embargo, la ayuda de China para la zona euro, por ejemplo mediante compras de bonos estatales, está tardando en materializarse.

Fuente: WSJ