29 dic 2010

Por qué no creo en el repunte bursátil 'navideño'

Por Brett Arends

Ha sido un Repunte Navideño con mayúsculas.

El mercado bursátil ha avanzado alrededor de 10% en este trimestre, su mejor desempeño entre octubre y diciembre desde 2003 y el séptimo mejor en 30 años. Wall Street lo está celebrando. Los comercios tuvieron una buena Navidad. La economía podría estar reanimándose. Los inversionistas se están volviendo a alegrar y los estrategas están prediciendo un feliz año nuevo para los valores.

Tres palabras: bah, cuentos chinos.

No puedo festejar esta alza 'navideña'. Llámenme Scrooge. Pero les daré diez razones por las que no puedo hacerlo y ni siquiera hacen mención a la deprimente economía.

1. Las acciones pueden estar más caras de lo que le están diciendo.

Wall Street dice que el mercado todavía está valuado razonablemente, a alrededor de 14 veces las ganancias pronosticadas. Pero otras dos formas de medir dicen algo diferente. La "relación precio-ganancias cíclicamente ajustada" compara los precios de los papeles con las ganancias promedio de las compañías durante los últimos diez años, no solamente de uno. Y una medida llamada "Tobin's q" compara los precios de las acciones con el costo de sustituir los activos de una compañía. Estas pueden ser formas de medir rebuscadas, pero por más de un siglo han demostrado ser muy buenas guías para los inversionistas de largo plazo. En este preciso momento dicen que el mercado está alrededor de 75% por encima de su valor promedio: no es una burbuja, pero está caro. Esas medidas no quieren decir que el mercado va a estancarse. Pero sugieren que sus retornos a largo plazo a partir de ahora pueden ser modestos.

2. Las ofertas son difíciles de encontrar.

Los inversionistas que buscan valor se están quedando sin aire. ¿ Está buscando acciones por debajo, digamos, 16 veces de las ganancias probables, y con dividendos que rindan más de 3%?. Buena suerte. Una vez que descarta las acciones de compañías con respiración artificial, o aquellas que ofrecen magros intereses, a usted le queda una serie de nombres de empresas con un tamaño decente, mayoritariamente compañías que fabrican medicamentos o de servicios públicos, más un puñado de otras como Chevron y Kraft. En un mercado con valores razonables, usted normalmente encuentra muchas acciones que son muy baratas. No en este mercado.

3. ¿Es esto realmente el precio justo?

El mercado bursátil está hoy donde estaba antes de que Lehman Brothers colapsara. Y si usted excluye las acciones financieras, el valor de mercado de los títulos estadounidenses está ahora en alrededor del 15% del pico alcanzado en octubre de 2007. Creer que las acciones (no financieras) están razonablemente valuadas implica que fuimos muy razonables entonces, en el pico de la burbuja y que, por lo tanto los últimos tres años fueron poco más que un mal sueño. ¿Se lo cree? ¿Me lo creo?

4. El rendimiento de los dividendos es deprimente.

A medida que el mercado ha subido, los rendimientos se han derrumbado. Hoy son del 1,7%, muy por debajo realmente de los estándares históricos. David Rosenberg, de Gluskin Sheff, dice que el promedio de largo plazo ha sido de alrededor de 4,4%. Por supuesto, los dividendos no son la única forma que tienen los inversionistas de ganar dinero: las recompras de acciones y el crecimiento también pueden generar retornos. Pero los dividendos han sido históricamente un impulso clave para las ganancias de las inversiones y el actual nivel es irrisorio.

5. Las deudas de las empresas son mucho más grandes de lo que la gente cree.

Wall Street está vendiendo el cuento de que los balances de las compañías gozan de buena salud y que a las empresas de Estados Unidos simplemente inundadas les sobra el dinero. Es engañoso. Algunas empresas, naturalmente, están bien. Pero en su conjunto, las deudas de las empresas han estado subiendo, no cayendo. Los datos de la Reserva Federal muestran que las empresas no financieras debían US$7.400 millones de millones a fines del tercer trimestre —un incremento de US$250.000 millones en un año, y un nuevo récord—. Tan recientemente como en 2005 la cifra era de apenas US$5,5 billones (millones de millones). La Fed dice que las corporaciones no financieras ahora tienen deudas que equivalen al 58% de su valor neto, en comparación con apenas 41% hace cinco años. Y cuando usted agrega estas deudas al valor de los papeles, el denominado "valor empresarial" de las compañías que cotizan en bolsa es ahora alrededor de 2,2 veces las ventas anuales, de acuerdo con FactSet. Ese es un nivel extremo, mucho más alto que en 2006 o 2007 y solamente superado por la locura de 1999-2000.

6. El apalancamiento sistémico otra vez llega al techo.

Luego de tres años de supuesto "desapalancamiento", los hogares de Estados Unidos se las ingenieron para reducir sus enormes cargas de deudas hipotecarias y de otra índole un total de … 3,5%. Mientras tanto, los gobiernos y las corporaciones se han endeudado mucho más. ¿El resultado neto? Las deudas totales han subido 15% desde la caída de 2007 y han llegado a US$36 billones. Quizás esto esté bien, quizás no. Hay brillantes economistas en cada una de esas posiciones. Pero más apalancamiento significa más riesgo. Esto es economía básica. Sin embargo, aquí estamos, el mercado está en racha, y todo el mundo parece pensar que todo simplemente está muy bien.

7. Los administradores de dinero están demasiado optimistas.

Los gestores de dinero globales están teniendo una visión optimista de las acciones y de la economía y el 40% ya tiene un exceso de acciones en sus portafolios, de acuerdo con la última encuesta de Bank of America/Merrill Lynch. Y esos administradores de dinero no están manteniendo mucho efectivo en reserva: solamente 3,5% del portafolio promedio, un nivel muy bajo. Incluso los gestores de fondos de cobertura, esas almas escépticas que se supone que desinflan cualquier euforia del mercado, están peligrosamente alegres. Los administradores de fondos de cobertura se han vuelto "extremadamente optimistas con respecto a los valores estadounidenses", de acuerdo con el sondeo más reciente de TrimTabs/BarclaysHedge. Caramba. De acuerdo con Bank of America, los fondos de cobertura ya están apostando fuertemente a un alza del mercado, oh, y su apalancamiento está ahora "en el más alto nivel reportado desde marzo de 2008".

8. También lo está el resto.

Un sorprendente 63% de los inversionistas minoristas están ahora optimistas, dice el último sondeo de la Asociación Estadounidense de Inversionistas Individuales. Ese es un nivel extremo. Solamente 16% son pesimistas, la mitad del promedio de largo plazo. Y el sondeo semanal de Investors Intelligence muestra que los asesores están ahora más optimistas que en ningún momento desde el pico de octubre de 2007. Los estrategas consultados por Barron's, nuestra revista hermana, predijeron a comienzos de este mes un enorme avance del 10% de las acciones en este año. Los medios de comunicación son muy optimistas: revisen los artículos que están prediciendo lo que va a pasar en 2011. Perdón, muchachos, pero todo eso marca una tendencia a la baja. El momento de comprar acciones es cuando todo el mundo las odia.

9. Mucha gente en la que confío es cautelosa.

Claro, usted puede escuchar a muchos estrategas de Wall Street hablando bien de las perspectivas del mercado, de la misma forma en que puede escuchar a muchos vendedores de Chrysler hablando a favor de sus autos. Pero puedo recordar a los estrategas de Wall Street diciéndonos que era un gran momento para comprar acciones allá por el 2000, justo antes de la peor década de que se tenga memoria. Las personas que tenían razón durante la última década son en su mayoría todavía pesimistas. Eso incluye a Rosenberg, de Gluskin Sheff, y a Albert Edwards de S.G Securities. Incluye a John Hussman, de Hussman Funds, que califica este momento de terrible para invertir en acciones. Y esto incluye a Jeremy Grantham, de GMO. Aunque todavía le gustan las acciones de empresas de primera línea y de los mercados emergentes, sus análisis más recientes sugieren que las acciones de empresas estadounidenses de alta capitalización es improbable que ofrezcan un rendimiento muy superior a la inflación en los próximos siete años, mientras que las pequeñas podrían de hecho perder valor.

10. Un mercado al alza navideño' no significa un Feliz Año Nuevo.

El mercado ha subido 10% este trimestre. ¿Y qué? Hizo lo mismo antes de la Navidad de 2001, para desplomarse en 2002. Tuvimos un alza de 8% en la Navidad de 2002, seguida de una caída de 4%. Y después de un avance de 9% en el tercer trimestre de 2004, el mercado cayó 3% en los siguientes tres meses. ¿Son las subidas 'navideñas' habitualmente seguidas de fuertes comienzos de año? No realmente. Revisé los datos de los últimos 30 años y las acciones subieron apenas menos de 2% en el primer trimestre promedio. En las 16 ocasiones cuando se produjo un alza por Navidad de más de 5%, el avance promedio en el primer trimestre fue de solamente algo más de 2%. Como dije: bah, cuentos chinos.

Fuente: WSJ