18 feb 2009

China amplía su acceso a recursos naturales esenciales

Por David Winningand, Shai Oster y Alex Wilson

China alcanzó un acuerdo de largo plazo a través del cual prestará US$25.000 millones a dos energéticas rusas a cambio de una mayor provisión de petróleo ruso. Esto deja al descubierto cómo la tercera economía mundial está usando su fuerza financiera para conseguir acceso a recursos naturales.

El negocio, parte de un acuerdo más amplio de cooperación energética chino-rusa firmado el martes en Beijing, llega tras varios pactos en el extranjero alcanzados en las últimas semanas, que en conjunto ascienden a casi US$50.000 millones en capital chino. Las medidas, que prometen convertir a China en un jugador mucho mayor en la industria global de materias primas, están apuntalando la relativa fortaleza financiera de China en momentos en que la mayoría de las demás grandes economías están en recesión.

Los acuerdos en el extranjero están alimentando temores en Australia, donde China se ha mostrado especialmente activa últimamente. El lunes, China Minmetals Corp. ofreció unos US$1.700 millones para comprar la australiana OZ Minerals Ltd., y la semana pasada Aluminum Corp. of China anunció que planeaba una inversión de US$19.500 millones en el gigante minero Rio Tinto.

Algunos funcionarios australianos temen que las inversiones realizadas por las empresas chinas controladas por el Estado puedan permitirle a Beijing valerse de la influencia que le darían esos activos para promover sus intereses nacionales, como por ejemplo presionar para que bajen los precios de los commodities. Las empresas chinas afirman que sus inversiones están motivadas por razones empresariales, no políticas.

En tanto, empresas de recursos naturales muy endeudadas, en Australia y en otros lugares, necesitan inversiones en un momento en que los precios de las materias primas continúan su caída. "Siendo realistas, China es el único lugar al que recurrir", afirma Charles Freeman, director de estudios chinos en el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington y un ex representante comercial asistente de EE.UU. Ahora "el mundo de los commodities necesita a China más que nunca", asegura. Según el acuerdo de ayer, la estatal OAO Rosneft, el mayor productor de petróleo de Rusia, y OAO Transneft, su operador de oleoductos, dividirán los US$25.000 millones en préstamos del Banco de Desarrollo de China, aseguró un vocero de Transneft. A cambio, Rusia proveerá a China de 15 millones de toneladas de crudo extra al año, afirmaron el vocero y otra fuente al tanto.

Ese acuerdo de suministro —que representa unos 300.000 barriles al día, o casi 10% del volumen actual de importaciones chinas de petróleo— tendría vigencia durante 20 años, según una fuente cercana. Los detalles sobre el acuerdo de crédito y el precio que pagará China por el petróleo no fueron revelados.

El negocio se produjo tras prolongadas negociaciones. China y Rusia han conversado sobre un oleoducto a través de sus fronteras durante más de 10 años, pero no habían logrado un acuerdo, en parte porque la demanda de petróleo ruso era abundante y sus empresas disfrutaban de un acceso fácil al crédito.

Ahora, la crisis de crédito y la caída de la demanda global han convertido a la industria petrolera en un mercado que favorece al comprador. Rusia quiere asegurarse clientes y encontrar un contrapeso que compense su dependencia de Europa Occidental.

El nuevo acuerdo de provisión de petróleo se suma al crudo que Rusia ya exporta a China a través de otras rutas, según una fuente al tanto. En 2008, Rusia exportó 11,64 millones de toneladas de crudo a China, el equivalente a 233.000 barriles diarios, un descenso de casi 20% con respecto al año anterior.

China, el segundo consumidor mundial de petróleo después de EE.UU., está ansioso por lograr un mayor acceso al petróleo ruso, como parte de su estrategia de disminuir su dependencia de Medio Oriente. China importa alrededor de la mitad del petróleo que usa, gran parte a través de rutas estratégicamente vulnerables. Un acuerdo de oleoducto le ofrece a China un aprovisionamiento más seguro y estable.

Fuente: WSJ