29 may 2009

El alza de las tasas de largo plazo no desvela a la Fed

Por Jon Hilsenrath y Liz Rappaport

WASHINGTON—Funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) creen que la reciente alza en los rendimientos de los bonos del Tesoro podría reflejar una mejoría de la economía y un menor riesgo de una catástrofe financiera. Esto sugiere que es improbable que el banco central reaccione con premura, aunque algunos inversionistas consideran que el aumento en el costo del financiamiento del gobierno es peligroso.

Los mercados de bonos vivieron ayer otra jornada de grandes fluctuaciones después de que el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años se disparara el día anterior. El mercado hizo caer los retornos de los bonos del Tesoro a 10 años a 3,674%, frente al 3,7% del miércoles, pero el rendimiento sigue muy por encima del 2,5% que rondaba a mediados de marzo. El rendimiento de los valores respaldados por hipotecas, mientras tanto, siguió subiendo, llevando a las hipotecas a 30 años de tasa fija a 5,44%, su mayor nivel desde comienzos de febrero.

[Fed]

En los últimos meses, la Fed se ha embarcado en una gigantesca campaña para comprar bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas, en un intento por subir sus precios y reducir los retornos. El objetivo es mantener bajos los costos de los préstamos para estimular la economía. Las compras de la Fed también inyectan dinero en el sistema financiero, fondos que espera que los bancos devuelvan a la economía en forma de préstamos.

Hasta el momento, la Fed ha comprado US$130.500 millones de los US$300.000 millones en deuda a largo plazo del Tesoro que comenzó a adquirir en marzo. También ha comprado US$507.000 millones en activos respaldados por hipotecas, una operación que podría ascender a los US$1,25 billones (millones de millones). La escalada hizo circular rumores de que la Fed podría incrementar las compras de bonos para moderar el alza en las tasas a largo plazo, un tema que el banco central deberá afrontar en su reunión del 23 y 24 de junio, y tal vez antes.

"El mercado cree que la Fed expandirá sus compras de valores respaldados por hipotecas y bonos del Tesoro, pero mientras más demore en hacerlo, mayor es la probabilidad de que el mercado supere los esfuerzos de la Fed y aumente el riesgo de un aumento más pronunciado en los retornos", afirmó Ronti Pal, director de corretaje de tasas de interés de EE.UU. para Barclays Capital.

La Fed estima que el aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro en marzo y abril fue, en su mayor parte, benigno. El banco central comandado por Ben Bernanke determinó, a fines de abril, que las alzas en las tasas estaban relacionadas con "las mejores perspectivas económicas, una disminución de la preocupación sobre las instituciones financieras y quizás cierta reversión de los flujos de capital que habían favorecido los activos de mayor calidad", según las minutas de la reunión.

En esa reunión, la Fed decidió "ver cómo responden la economía y las condiciones financieras a las acciones ya implementadas antes de decidir si ajustar el tamaño o el momento de las compras de activos", señalaron las minutas.

Replanteo de estrategia

El reciente aumento en las tasas, sin embargo, ha obligado al banco central a reevaluar su estrategia. Si las tasas de largo plazo suben de forma muy abrupta, podrían perjudicar el repunte de la economía al elevar el costo del financiamiento. Los retornos se están acercando a los niveles que imperaban a fines del año pasado, aunque la economía aún es frágil.

Si la Fed interpreta el alza de las tasas de largo plazo como una señal de recuperación, una indicación de que los inversionistas están dispuestos a abandonar la seguridad de los valores del Tesoro de EE.UU. en busca de mayores retornos o un suspiro de alivio de que la deflación parece una posibilidad más lejana, es menos probable que actúen con energía para controlar el alza. Si, en cambio, el banco central concluye que el mercado de bonos pone en riesgo el repunte de la economía, podría aumentar sus compras de activos.

El banco central ha seguido muy de cerca la evolución de las tasas de interés de los préstamos del sector privado. Aunque las tasas de los créditos hipotecarios han subido, no ha pasado lo mismo con las de los préstamos a empresas. Los rendimientos de los bonos corporativos con calificación Baa, por ejemplo, han caído de 9,2%, cuando empezó la venta masiva de bonos del Tesoro, a 7,8%. La menor brecha entre los rendimientos de los bonos del Tesoro, considerados la inversión más segura del mercado, y los bonos corporativos es vista como una de las tantas señales de que los mercados de crédito se están normalizando paulatinamente.

Los mercados, en todo caso, están haciendo subir las tasas hipotecarias a pesar de las medidas de la Fed.

El banco central compró otros US$25.000 millones en valores hipotecarios hasta la semana terminada el miércoles. Sin embargo, a medida que otros inversionistas venden, la brecha entre los rendimientos de los valores respaldados por hipotecas y los bonos del Tesoro comparables se amplió en aproximadamente 1,69 puntos porcentuales el jueves, de 1,33 puntos hace una semana, según la firma de servicios financieros FTN Financial. "Esto se ha convertido en una ola de ventas de dos días, lo que es inusual", señala Kevin Cavin, estratega de FTN.

En los últimos seis meses, a cualquier ampliación de la brecha en un sólo día le ha seguido un estrechamiento a medida que los rendimientos de los valores se ponen al día con el movimiento de las tasas del Tesoro. "Hoy es diferente. Esto va en contra de lo que la Fed está tratando de hacer", señala.

Fuente: WSJ