29 jun 2009

Audiencia en el Congreso pone en duda el futuro de Bernanke

Por Michael R. Crittenden y Jon Hilsenrath

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, se topó con la hostilidad de legisladores que criticaron al jefe del banco central por su manejo de la crisis financiera, en un interrogatorio público que refleja la creciente frustración respecto al rol de la Fed en la reformulación del sistema bancario.

Dejando de lado el trato deferente normalmente reservado al presidente de la Fed, legisladores del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes repetidamente interrumpieron a Bernanke durante la audiencia para revisar el papel de la Fed en la creación del segundo paquete de rescate para Bank of America. Los legisladores diseccionaron los correos electrónicos internos de la Fed, solicitados oficialmente por el comité.

Gran parte de la audiencia se enfocó en el rol que desempeñó la Fed en la presión para que Bank of America Corp. completara la compra de Merrill Lynch a fines del año pasado. Políticos de los partidos demócrata y republicano cuestionaron a Bernanke sobre si amenazó con forzar la salida del presidente ejecutivo de Bank of America, Kenneth Lewis. Le acusaron de inconsistencias en sus declaraciones y de no proporcionar información a otras agencias. Un legislador llegó a preguntarle a Bernanke si estaba mintiendo.

Se trató de la audiencia más dura a la que se ha sometido un presidente del banco central estadounidense desde fines de los años 90, un reflejo del desasosiego generalizado sobre el rol de la Fed en el combate contra la crisis financiera y del rechazo popular a los rescates gubernamentales, que la Fed ha ayudado a implementar.

Para muchos legisladores, la saga de Bank of America se ha convertido en símbolo de frustraciones más generales. Los críticos a la derecha dicen que el banco central intervino de manera demasiado agresiva en el sector privado. Los críticos a la izquierda dicen que ha sido muy poco transparente.

El mandato de Bernanke concluye el 31 de enero y el presidente Barack Obama debe decidir si nominar al presidente de la Fed a otro mandato de cuatro años. Obama ha elogiado a Bernanke, y el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, reiteró el jueves el apoyo presidencial, pero el duro escrutinio del Congreso constituye un revés, ya que cualquier presidente de la institución tendría que ser confirmado.

El mayor desacuerdo tiene que ver con si Bernanke amenazó a Lewis de Bank of America. El banco a mediados de diciembre se acercó al gobierno en un intento de cancelar su acuerdo de compra de Merrill Lynch, forjado en medio de la crisis en septiembre. Al final, el gobierno otorgó un paquete de rescate de US$20.000 millones para cubrir crecientes pérdidas en el banco de inversión, tras un forcejeo en el más alto nivel.

Bernanke dijo a los legisladores que nunca hizo ningún comentario a Lewis sobre su salida, y que no recordaba una conversación por correo electrónico con el presidente de la Fed de Richmond, Jeffrey Lacker, en el que Bernanke decía que "la gerencia pasará a la historia" en caso de que el banco anulara la compra y más tarde necesitara más dinero.

El representante Darrell Issa, republicano de California, dijo que los documentos solicitados por el comité muestran que funcionarios del gobierno sí realizaron estas amenazas contra Lewis, sugiriendo que se han hecho declaraciones contradictorias bajo juramento.

Muchos economistas temen que la independencia de la Fed y su capacidad para realizar su labor de controlar la inflación podrían verse coartadas por la investigación. "Tiró por la ventana 80 años de límites en lo que la Fed normalmente hace", dice Bryan Caplan, un profesor de economía de la Universidad George Mason y ex alumno de posdoctorado de Bernanke. Caplan es coautor de un popular blog de economía que ha sido muy crítico con su ex profesor.

Los defensores del presidente de la Fed argumentan que Bernanke tomó las decisiones apropiadas para proteger una economía al borde del colapso. Datos económicos divulgados ayer muestran que los pedidos de bienes manufacturados por empresas han subido en mayo por tercer mes consecutivo.