24 nov 2009

El BCE pone el modelo financiero español como ejemplo internacional

por D.Badía/R.Casado.Madrid/ Londres

El Banco Central Europeo alaba al sistema bancario español y lo pone como modelo internacional. "En muchos aspectos, España puede ser un ejemplo destacado para la reforma financiera global", aseguró ayer Jean-Claude Trichet, presidente de la institución. Este fin de semana, un documento de discusión del Banco de Inglaterra sugiere que se deben ampliar determinadas áreas de supervisión, ya que el sistema de provisiones dinámicas "no sirve para suavizar el suministro de crédito", ni "está diseñado para responder a shocks en el sector financiero de un modo flexible".

El Banco Central Europeo (BCE) reiteró el lunes en Madrid su apoyo a la regulación de la banca española. La principal base del modelo del Banco de España son las "provisiones dinámicas", un mecanismo por el que las entidades deben reforzar su capital en las épocas de bonanza, para cubrir las pérdidas cuando llegan malos tiempos.

El lunes Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, dijo que ese sistema sigue siendo válido. En unas jornadas organizadas en Madrid por la Asociación de Mercados Financieros, Trichet alabó el comportamiento mostrado por el sector financiero español, hasta el punto de que se refirió a él como "una fuente de fortaleza y orgullo nacional para este país" (refiriéndose a España).

"En muchos aspectos, España puede ser un ejemplo destacado para la reforma financiera global", añadió.

Trichet no escatimó el lunes elogios hacia el modelo español. El presidente del BCE recordó que la banca española se ha mostrado más resistente al shock de la primera etapa de la crisis y elogió la prudente regulación y supervisión aplicada por el Banco de España. Indicó que "el tradicional rol de la banca, que se ha basado en fundar una relación a largo plazo con los clientes, se ha preservado en España".

El propio Trichet aseguró el lunes que la morosidad seguirá sometiendo a presión los resultados de las entidades y alertó de que se necesitarán ajustes en el sector. El presidente del BCE respaldó las palabras de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, quien la semana pasada aseguró que al menos quince cajas deberán fusionarse antes del verano.

Debate
Por su parte, el Banco de Inglaterra publicó el lunes un documento de discusión en el que analiza algunos aspectos del sistema financiero español y plantea si las entidades españolas deben ser una referencia para otros países.

El Banco de Inglaterra admite que el modelo español ha servido para "reforzar la resistencia del sector bancario", pero no para evitar totalmente el denominado riesgo sistémico, por el que el excesivo aumento del crédito y el riesgo por parte de las entidades se contagia por toda la economía y crea serios desequilibrios que estallan en una crisis.

En el informe de la autoridad monetaria británica con propuestas sobre el futuro del sector bancario, se indica que "la experiencia en España demuestra que las provisiones dinámicas hacen poco para suavizar el suministro de crédito". Según el Banco de Inglaterra, "desde la introducción de ese sistema, la ratio de deuda privada sobre el Producto Interior Bruto (PIB) en España ha aumentado más del doble, creciendo a un mayor ritmo que en Reino Unido, Estados Unidos, Suiza y Alemania". Además, según el Banco de Inglaterra, las provisiones en España se deben ampliar a otras áreas de negocio y no únicamente "a cubrir las posiciones tomadas en el negocio bancario. [Que] no capturan la exuberancia en otras partes del balance, como en la cartera de trading o de títulos de deuda".

Alternativa
Pero el regulador británico plantea el debate sobre si la regulación española es la adecuada cuando empiezan los problemas. "Al ser una regla fija, basada en pérdidas históricas [las provisiones se calculan en función de la experiencia de impagos en crisis anteriores], el sistema no está diseñado para responder a shocks en el sector financiero de un modo flexible. Un régimen basado en el pasado no puede distinguir entre los shocks de oferta o demanda de crédito".

Como alternativa dentro del debate internacional sobre la futura regulación financiera, el Banco de Inglaterra se inclina por un modelo de acciones discrecionales, por las que el regulador pueda exigir a determinados bancos un mayor nivel de capital en función del riesgo que asumen.

Bancos y cajas sacan provecho de las medidas anticrisis
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, hizo el lunes un extenso balance sobre las medidas aplicadas para apoyar a la banca, durante unas jornadas de la Asociación de Mercados Financieros, en Madrid. Como novedad, Trichet apuntó un dato que muestra el importante acceso que ha tenido la banca española a las ayudas.

El BCE, además de inundar el mercado de dinero con subastas a diferentes plazos desde que estalló la crisis, anunció el pasado mayo la compra de un paquete de cédulas (títulos con la garantía de préstamos y el balance del emisor) por importe de 60.000 millones de euros. Como consecuencia, según recordó Trichet el lunes, "la liquidez ha retornado al mercado". Las entidades españolas han emitido 16.000 millones de euros en cédulas desde que se anunció la medida y hasta finales de octubre, un 20% del total colocado en la eurozona, según apuntó el presidente galo.

"En España están ahora (refiriéndose a los diferenciales) más de 100 puntos básicos por debajo que el máximo que alcanzaron", añadió. En línea con sus últimas declaraciones en encuentros europeos, Trichet remarcó que, no obstante, estas medidas, las calificadas como no estándar por el banco central, "se deben retirar de forma gradual". "Las medidas extraordinarias de liquidez adoptadas fueron tomadas con gran valentía y diseñadas para que fuera fácil desmantelarlas de manera gradual cuando fuera el momento oportuno", indicó. El viernes pasado, el BCE ya anunció un endurecimiento de los criterios sobre los activos que acepta como aval en las subastas.

Respuesta de Trichet a Botín
Jean-Claude Trichet quiso matizar el lunes en Madrid que la nueva regulación financiera internacional no sólo prestará atención al tamaño de las entidades, sino que también vigilará el riesgo que conlleva esa firma para el resto del sector. La semana pasada, el presidente de Santander, Emilio Botín, fue rotundo respecto a este tema: "El tamaño no es el problema", apuntó durante unas conferencias celebradas en la ciudad financiera del banco, y advirtió de que la nueva regulación internacional podría ser muy negativa.

Fuente: Expansión