29 dic 2009

Un golpe maestro en medio del pánico bancario

Por Gregory Zuckerman

El fondo de cobertura de David Tepper logró una ganancia de US$7.000 millones en 2009, y el ejecutivo se encamina a cosechar más de US$2.500 millones para sí mismo, según personas al tanto. Eso se destaca entre las mayores ganancias anuales de los últimos tiempos.

Detrás de estos resultados está una apuesta de miles de millones de dólares a que Estados Unidos evitaría repetir la Gran Depresión.

Entre febrero y marzo, Tepper compró acciones de bancos con problemas mientras muchos inversionistas huían despavoridos. Día tras día, Tepper compraba acciones de Bank of America, que en ese momento se vendían a menos de US$3, y acciones preferentes de Citigroup Inc., cuando esos títulos estaban por debajo de US$1. Amigos que compartían sus creencias optimistas temían imitar sus pasos en medio de la especulación de que el gobierno podría nacionalizar los grandes bancos.

"Me sentí solo", recuerda Tepper. Algunos días, señala, "nadie hacía siquiera una sola oferta".

Las apuestas dieron sus frutos. Un mercado renaciente ha ayudado a la firma de Tepper, Appaloosa Management, a ganar alrededor de 120% luego de los honorarios de la firma, hasta comienzos de diciembre. Gracias a esas ganancias, Tepper, especializado en acciones y bonos de empresas con problemas, administra alrededor de US$12.000 millones, una cifra que convierte a Appaloosa en uno de los mayores fondos de cobertura del mundo.

Ahora, Tepper apunta a un nuevo objetivo. Compró alrededor de US$2.000 millones en valores comerciales respaldados por hipotecas con mal desempeño. Entre sus compras se encuentran bonos respaldados por paquetes de deuda de Peter Cooper Village & Stuyvesant Town y del número 666 de la Quinta Avenida en Nueva York, dos propiedades inmobiliarias de alto perfil que perdieron valor en los dos últimos años.

Algunos expertos predicen más malas noticias para los bienes raíces comerciales, y afirman que si la apuesta de Tepper no da buenos resultados, podría poner en peligro parte de sus ganancias recientes. Tepper asegura que se mantiene optimista.

Ya no son mimados

Los fondos de cobertura, que en su momento fueron los niños mimados de los inversionistas con mucho dinero, sufrieron mucho en 2008, precipitándose 19%. Casi 1.500 fondos, o 16% del total, quebraron en 2008. En 2009, los fondos de cobertura se recuperan, con subidas de 19% hasta noviembre, al ritmo para lograr sus mejores ganancias anuales en una década, según Hedge Fund Research Inc.

Un puñado de fondos —incluidos los fondos de mercados emergentes de Everest Capital y la firma especializada en acciones Glenview Capital— consiguieron suculentas ganancias este año. En dólares, sin embargo, ninguno parece haberse siquiera acercado a las ganancias de Appaloosa.

A fines de los años 80, Tepper trabajaba en Goldman Sachs. Tras ser pasado por alto una y otra vez para un ascenso, dejó la firma y fundó Appaloosa en 1993. Para 2008, tenía un historial de ganancias anuales que promediaban alrededor de 30% y un patrimonio neto de alrededor de US$2.000 millones.

Tepper se ríe con facilidad, pero los empleados afirman que puede cambiar de humor con rapidez cuando se enoja. Tepper tiene una réplica de un par de testículos de bronce en un lugar visible en su escritorio, un regalo de ex empleados. Cada día, como chiste con sus colegas, frota el regalo para tener suerte durante la jornada de operaciones.

Sus mayores logros a lo largo de los años los consiguió comprando grandes paquetes de inversiones caídas en desgracia. Cuando los mercados asiáticos se derrumbaron en 1997, Tepper agregó acciones coreanas a un portafolio lleno de deuda rusa. Las iniciativas llevaron a cientos de millones de dólares en ganancias cuando los mercados repuntaron dos años después. Ganó mucho dinero con bonos basura en 2003 y su apuesta en 2007 por el acero, carbón y otras empresas de recursos naturales rindieron sus frutos en 2008 cuando los precios de los commodities se fueron por las nubes.

Puro terror

Debido a que a veces coloca más de la mitad de su portafolio en una sola apuesta de corretaje, Tepper también es propenso a sufrir pérdidas abruptas y brutales.

Ese enfoque le costó más de US$1.000 millones el año pasado. En enero de 2008, salió a la luz que el corredor de Societé Général SA Jérôme Kerviel perdió US$7.200 millones, una de las mayores pérdidas de corretaje del mundo. Tepper vendió una gran parte de sus valores, al temer una caída generalizada del mercado. Sin embargo, los precios se mantuvieron, lo cual perjudicó a Appaloosa.

En la primer mitad de 2008, se volvió optimista sobre las acciones de grandes empresas y realizó algunas compras, pero se vio perjudicado cuando los mercados empezaron su declive.

También perdió casi US$200 millones en una fallida inversión en el proveedor de autopartes Delphi, tras una batalla legal que terminó hace unos meses.

El mayor fondo de Tepper cayó 25% en 2008, peor que el promedio de 19% de la industria.

"Invertir con David es como volar: son horas de aburrimiento seguidas de minutos de puro terror", señala Alan Shealy, un cliente durante más de 18 años. "Es un oportunista innato, que invierte en cualquier clase de activo, pero es necesario tener un estómago de hierro (para trabajar con él)".

Tepper empezó 2009 con cautela, con más de 30% de los activos de su firma en efectivo, o más de US$2.000 millones. Quería salir de compras.

El 10 de febrero de este año, Tepper leyó que el Departamento del Tesoro de EE.UU. presentaba un plan que incluía un compromiso por parte del gobierno para inyectar capital en bancos y comprar sus acciones preferentes.

Tepper lo tomó como prueba de que el gobierno respaldaría a los bancos. Les indicó a sus corredores que compraran acciones y deuda de bancos.

Pocos inversionistas se sentían tan optimistas. Tepper insistió en que el gasto en estímulo y las bajas tasas de interés impulsarían la economía. Estimaba que había sólo un 20% de posibilidades de que EE.UU. nacionalizara bancos como Citigroup.

A lo largo de varias semanas, el equipo de Tepper compró inversiones en varios bancos, incluyendo deuda, acciones preferentes y acciones comunes. A pesar del dinero que el gobierno inyectaba en empresas financieras y bancos, sus acciones no dejaban de caer.

En marzo, la firma registraba una pérdida de 10% para el año, o unos US$600 millones. Tepper comenzó a llamar en persona a los corredores de Wall Street para averiguar qué tan grave era la situación.

La respuesta era la misma en todas partes: realmente grave. Tepper afirma que le dijeron que era el único gran inversionista que seguía comprando.

Para fines de marzo de 2009, las acciones de Citigroup se habían triplicado en valor, y otros activos de Tepper, incluidos bonos basura, subían. Él y su equipo compraron más, gastándose más de US$1.000 millones, cuando varios bancos vendieron acciones. Tepper asegura que el costo promedio que tuvo por acciones de Citigroup fue de 79 centavos de dólar y para Bank of America fue de US$3,72.

Poco después de mediados de este año, Tepper había conseguido alrededor de US$1.000 millones en ganancias en acciones sólo de Citigroup y Bank of America, y sus ganancias totales superaban los US$4.500 millones.

Tepper sigue siendo optimista. Prevé que las tasas de interés se mantendrán bajas, y sostiene que las acciones y los bonos tienen precios razonables.

Fuente: WSJ