6 ene 2010

El gestor de fondos que no se fía de Bernanke

Por Jeff D. Opdyke

Bill Tedford está animando a los inversionistas a apostar contra las declaraciones del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, quien le dijo hace poco a un grupo de líderes empresariales de Washington que la "inflación podría bajar desde los niveles actuales".

Por más de 20 años, Tedford ha gestionado para Stephens Inc., de Arkansas, un portafolio de bonos que ha superado los principales índices del sector. Y aunque Bernanke ve cierto letargo en la economía estadounidense que podría traducirse en una reducción de la inflación, Tedford dice que el alza general de precios en el país ya es evidente en el Índice de Precios al Consumidor y que subirá aún más en 2010 y 2011.

El gestor y su fondo han empezado a animar a sus clientes a invertir más en madera, petróleo, gas, materias primas agrícolas y metales industriales y preciosos. Todos estos commodities han sido históricamente una buena apuesta durante una inflación al alza.

"Lo que es alarmante", advierte Tedford, "es la posibilidad de que la inflación explote más allá de los números que estamos viendo ahora".

Por estos días, el debate en EE.UU. se centra en si la política fiscal de Washington ha preparado al país para un brote inflacionario y cuán severa sería. Tedford está en el grupo al que le preocupa que todos los dólares que circulan actualmente en la economía provoquen un brote de inflación.

En ese mismo grupo está John Paulson, el gestor de fondos de cobertura que ganó miles de millones de dólares al apostar que los valores respaldados por hipotecas se iban a desplomar. Paulson, que está creando un nuevo fondo especializado en inversiones en oro, dijo hace unas semanas, durante una conferencia con inversionistas, que la base monetaria de EE.UU., en plena explosión, era un presagio de inflación.

Durante 20 años, Tedford ha gestionado un portafolio que actualmente maneja US$1.250 millones, incluyendo US$800 millones en bonos del gobierno estadounidense. Durante ese lapso, su desempeño auditado ha superado el índice de referencia Barclays U.S. Intermediate Government Bond Index en los períodos de uno, tres, cinco, 10, 15 y 20 años. En los 12 meses finalizados el 30 de septiembre de 2009, su rendimiento de 8,87% superó dicho índice en más de 2,6 puntos porcentuales.

Debido a que su especialización es la deuda del gobierno estadounidense, con prácticamente cero riesgo, la única preocupación de Tedford es la política económica dictada por Washington y el panorama de la inflación. Y por estos días, el modelo en el que se ha basado durante dos décadas insiste en que la inflación lleva una trayectoria ascendente.

El dato clave en el modelo de Tedford es la base monetaria, básicamente el dinero que circula en las manos del público o los bancos de reservas depositado en la Reserva Federal. A lo largo de prolongados períodos, explica Tedford, la inflación sigue estrechamente los aumentos en la base monetaria que exceden el crecimiento económico.

Por ejemplo, señala, en los 40 años que finalizaron en 2007, la base monetaria de EE.UU. creció a 7,08% al año. Entretanto, el Producto Interno Bruto creció a 3,04%. El excedente de 4,04% en el crecimiento de la base monetaria resultante es muy parecido al IPC y al Índice de Precios de Gasto Personal, otra medida de la inflación general.

Tras la crisis financiera global que se originó en EE.UU., la base monetaria de ese país se infló a más de US$2 billones (millones de millones) a finales de noviembre, frente a menos de US$850 millones en agosto de 2008, antes de que irrumpiera la crisis, de acuerdo con datos de la Fed. Incluso si se resta el más de US$1 billón en reservas excedentes, la base monetaria de ese país ha crecido más de 11% en los últimos 15 meses. Tedford afirma que ese es uno de los cambios más altos que ha medido. El PIB de EE.UU. durante ese período se contrajo en un 2%.

"El peso de ese incremento significativo en la base monetaria apunta a una inflación severa en 2010 y 2011", agrega.

Su modelo, que "anticipa que el IPC de 12 meses pasó a terreno positivo a finales de 2009, subirá de 3% a 4% para finales de 2010, y luego se acercará a 5% o 6% para mediados de 2011". Y si algunas de las reservas excedentes se empiezan a filtrar al sistema bancario, tal como Tedford cree que está pasando, "la inflación podría subir mucho más".

De hecho, el gestor sostiene que la inflación ya es aparente. Aunque el IPC interanual ajustado para octubre mostró una caída de precios de 0,2%, el cambio desde enero hasta la semana del 25 de diciembre indica que los precios subieron más de 2,3%.

No todos los economistas aceptan la teoría de Tedford. "Uno no puede simplemente mirar la base monetaria y sacar una conclusión sobre la inflación", dice Sung Won Sohn, profesor de economía de la Universidad Estatal de California Channel Islands.

Aunque la base monetaria ha subido, Sohn señala que la velocidad del dinero (la tasa a la que una moneda circula en una economía) se ha reducido, lo que significa que las presiones de precios son bajas debido a que el dinero está cambiando de manos de forma más lenta.

Cabe aclarar que el modelo de Tedford ha recibido sus golpes. A mediados de 2004, proyectó un brote de inflación en respuesta a la decisión de la Fed de aumentar las tasas de interés desde 1%. Sin embargo, los bonos del Tesoro actuaron de forma errática y cayeron en lugar de subir, tal como lo habían hecho en otros momentos de la historia.

Con todo, Tedford defiende su modelo, asegurando que ha sido muy preciso en los últimos 20 años y es "responsable de nuestros éxito frente a las tasas de referencia". En su propio portafolio, está apostando a la caída de los bonos del Tesoro a 30 años, bajo la expectativa de que los precios caerán a medida que las tasas de interés suban.

Fuente: WSJ