4 mar 2010

EEUU: Lo que debe saber sobre las tarjetas de crédito

Por Robin Sidel

La nueva ley de tarjetas de crédito que entró en vigencia el 22 de febrero podría ahorrarles dinero a los consumidores en tarifas e intereses. Sin embargo, las compañías emisoras de tarjetas ya diseñan nuevas tácticas que podrían salirle caro hasta a los clientes más cuidadosos.

La nueva ley, conocida en inglés como Credit Card Accountability, Responsability and Disclosure Act of 2009, incluye cambios importantes. Ahora, las compañías deben avisarles a sus clientes cuánto tiempo les tomará cancelar su deuda si sólo pagan la cantidad mínima mensual sugerida. Los usuarios sólo pueden exceder su límite de crédito si han acordado con anterioridad pagar una multa. Y a menos que dejen de hacer pagos por más de 60 días, los aumentos en las tasas de interés sólo afectarán las compras nuevas, no el balance existente.

Los cambios le costarían a la industria unos $12,000 millones al año en ingresos, estima la firma de abogados Morrison & Foerster. Por eso, prepárese para un alza en las cuotas anuales, cargos por transferencias de balance y tarifas por transacciones en el extranjero.

Citigroup Inc., por ejemplo, les dará a sus clientes un crédito de 10% sobre el interés que pagan si son puntuales. Pero si se retrasan en su pago, la tasa de interés será de 29%.

La nueva táctica a la que recurrirán más a menudo los bancos es tal vez la más antigua: elevar las tasas de interés. Siempre y cuando las empresas le informen con 45 días de anticipación, tienen la libertad de subir el interés que cobran. Otra táctica involucra cambiar a clientes a tarjetas con tasas variables en vez de fijas. Las tasas variables son bajas. Pero les dan a las compañías más flexibilidad para cobrar un interés más alto en el futuro, siempre y cuando les notifiquen a los usuarios con antelación. Muchas compañías ya han enviado notificaciones que cambian los términos del contrato de la tarjeta a una tasa más alta o variable.

Los clientes deben esperar nuevos cobros por servicios adicionales, como solicitar una lista detallada de todas sus compras a fin de año, estados de cuenta por correo o garantías extendidas sobre compras.

Los bancos ya están cobrando más por transacciones en el exterior. No sólo están aumentando las tarifas, sino que están ampliando su definición de lo que constituye una transacción en el extranjero.

Después de reducir de manera considerable sus ofertas por correo, las compañías mantienen sus esfuerzos de atraer nuevos clientes, pero esta vez con una avalancha de tarjetas que incluyen cuotas anuales y tarifas por transferencia de balance de hasta 5% de la cantidad transferida. Evitar esas tarifas será complicado. Sólo un 20% de las tarjetas de crédito cobra una cuota anual, según estadísticas de la industria.

Los consumidores sólo necesitan una o dos tarjetas de crédito que sean aceptadas ampliamente así que podría convenirle consolidar su deuda en la tarjeta que ofrezca el interés más bajo. Es cierto que eliminar tarjetas afectará su puntaje crediticio, pero John Ulzheimer de Cre dit.com tiene una solución: si puede mantener su "utilización de crédito" —su balance en menos de 10% de su crédito disponible— entonces tiene sentido cerrar cuentas para evitar tarifas extra. Por lo tanto, use su tarjeta o ciérrela porque podrían cobrarle un cargo por inactividad.

Hay formas de evitar las cuotas anuales. Citigroup, por ejemplo, está dispuesto a reembolsar la cuota anual de $60 que cobra si el cliente gasta $2,400 en un lapso de 12 meses.

A partir del 20 de agosto, las compañías de tarjetas de crédito deberán revisar el interés que cobran a sus clientes cada seis meses. Los clientes pueden rechazar los cambios en su contrato y entonces la compañía deberá cerrar la cuenta y dejar que el cliente pague el balance bajo las condiciones originales.

Los consumidores deben evitar las tarjetas de cadenas minoristas cuyos descuentos iniciales no compensan las tarifas más altas que suelen cobrar.

Fuente: WSJ