13 sept 2010

Histórico acuerdo eleva los requisitos de capital para los grandes bancos

Por Damian Paletta, en Washington, y David Enrich, en Londres

Los supervisores bancarios alcanzaron un histórico acuerdo el domingo que impondría nuevas restricciones a los mayores bancos del mundo, en un esfuerzo orientado a reducir el riesgo y prevenir una nueva crisis financiera como la que sumió a la economía mundial en una recesión.

El acuerdo establecería nuevos requisitos de capital para los bancos, en un intento por impedir que las empresas se endeuden demasiado y asuman riesgos excesivos, algo que muchos consideran un preludio de la reciente crisis financiera. Los reguladores, sin embargo, les dieron a los bancos un plazo de más de ocho años para ceñirse a la nueva normativa.

Aunque el pacto tiene que ver con complejas fórmulas matemáticas y productos financieros exóticos, las normas tendrán efectos reales para las empresas y los consumidores del mundo entero al influir en los precios y la disponibilidad de créditos hipotecarios, préstamos comerciales y tarjetas de crédito, entre otros productos.

"Los acuerdos alcanzados hoy constituyen un fortalecimiento fundamental de los estándares mundiales de capital", manifestó Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo.

Es probable que las nuevas normas reduzcan las ganancias de los mayores bancos del mundo, muchos de los cuales han advertido que las medidas podrían encarecer el costo y restringir el otorgamiento del crédito .

El núcleo del convenio gira en torno a la cantidad de capital que los bancos se ven obligados a mantener en reserva. El capital es lo que los bancos utilizan para absorber las pérdidas y tanto reguladores y analistas estiman que las entidades con mayores niveles de capital corren un menor riesgo de declararse en quiebra.

Los supervisores bancarios acordaron exigir a los bancos mantener un nivel específico de capital básico conocido como recursos propios, considerado como la forma más efectiva de capital porque se utiliza para absorber pérdidas directamente. El acuerdo estipula que los grandes bancos con una activa presencia internacional deberán mantener en reserva recursos propios equivalentes a por lo menos 7% de sus activos, una proporción mucho más alta que el 2% del estándar internacional o el 4% para los bancos de Estados Unidos.

Los bancos, sin embargo, dispondrán de varios años para ajustarse a las nuevas normas. Los bancos, por ejemplo, tendrán plazo hasta 2013 para que los recursos propios lleguen a 3,5% de sus activos. En 2014 ascenderían al 4% y en 2015 al 4,5%.

En ese momento, los organismos financieros tendrán que empezar a crear un colchón de capital adicional de 2,5% que deberá estar en marcha el 1 de enero de 2019. Los supervisores estadounidenses habían deseado que estuviera en marcha un año antes pero otros países querían que la aprobación definitiva de las normas se pospusiera hasta 2020. Acordaron el año 2019 como un compromiso entre ambas partes.

Los reguladores han resaltado que la nueva normativa es necesaria para garantizar que el interconectado sistema bancario mundial no afronte otra crisis como la que condujo a los rescates bancarios financiados por los contribuyentes en 2008 y 2009. Los gobiernos quieren que los bancos cuenten con grandes reservas de capital para que puedan seguir prestando dinero, incluso si empeora la economía.

Si el capital de los bancos cae por debajo del "colchón de protección", los supervisores podrían obligarlos a conservar una mayor porción de sus ganancias para apuntalar las reservas, lo que significa que dispondrán de menos recursos para repartir dividendos u ofrecer grandes paquetes de compensación salarial. Algunos analistas creen que los nuevos estándares podrían, en esencia, forzar a los bancos a reducir sus carteras de préstamos o desprenderse de otros activos para mejorar sus posiciones de capital.

Debido a la cantidad de tiempo concedido para implementar las nuevas normas, no se prevé que los grandes bancos estadounidenses recauden capital de forma inmediata, dado que cumplen con los requisitos iniciales de capital básico. Los bancos europeos, no obstante, podrían tener que salir a levantar fondos.

El acuerdo fue negociado en el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, un consorcio de reguladores que se reúne en Suiza. Altos funcionarios de todo el mundo, incluido el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, asistieron a la reunión el domingo, para rubricar el acuerdo. Se anticipa que el grupo presente su informe ante los líderes mundiales en la próxima reunión del Grupo de los 20 que tendrá lugar en Corea del Sur en noviembre.

Fuente: WSJ