21 oct 2010

El yen vuelve a subir y Japón espera

Por Takashi Nakamichi

TOKIO—Aunque Japón realizó el mes pasado una masiva intervención en el mercado cambiario para detener el alza del yen, desde entonces no lo ha vuelto a hacer, y su moneda se ha apreciado aún más llegando casi a niveles récord con respecto al dólar. No ha habido respuestas definitivas de funcionarios japoneses, pero parece que la reticencia de Tokio se debe a la preocupación por una eventual reacción en Washington.

Luego de la intervención del 15 de septiembre por el equivalente en yenes a US$24.640 millones, la primera que hizo Japón en más de seis años, Estados Unidos se mantuvo en silencio. Esto llevó a la impresión en Japón de que Washington si bien no estaba entusiasmado por la medida, aceptaba el hecho de que Tokio tenía que hacer algo para evitar el descarrilamiento de su economía que depende de las exportaciones.

La intervención, sin embargo, se produjo en un momento inoportuno para los funcionarios estadounidenses, que estaban intentando persuadir a China de que dejase que las fuerzas del mercado determinasen el movimiento del yuan.

Considerando que intervenciones regulares seguramente disgustarán a Washington, Tokio posiblemente encontrará más difícil actuar nuevamente. La intervención debilitaría temporalmente al yen, pero también arriesgaría generar fricciones diplomáticas que podrían por sí mismas disminuir el impacto de la medida. Los analistas señalan que cualquier protesta abierta de parte de Washington dejaría clara la falta de coordinación en materia de políticas cambiarias.

También es probable que EE.UU. se haya mantenido silencioso para evitar sugerir que hay divisiones entre los países desarrollados antes de la cumbre del G-20 del próximo mes en Corea del Sur.

Las tensiones globales vinculadas con las divisas también dificultan que Japón actúe. Los países emergentes están cada vez más molestos con los desarrollados que están bajando las tasas de interés para contrarrestar las presiones deflacionarias ya que el flujo de liquidez generado por una política monetaria relajada está inundando sus mercados, fortaleciendo las monedas emergentes y creando el riesgo potencial de burbujas con el precio de algunos activos.

La intervención de septiembre elevó el dólar tres yenes a 85,78, pero desde entonces, la moneda verde ha caído a niveles inferiores previos a la medida, y el martes cerró a 81,40 yenes.

Fuente: WSJ