26 ene 2011

Las empresas tratan de navegar una recuperación económica asimétrica

Por Jon Hilsenrath y Anjali Cordeiro

A medida que la crisis financiera de 2008 se convierte en cosa del pasado, las empresas de todo el mundo se ven forzadas a navegar una recuperación económica desequilibrada, caracterizada por un crecimiento sobrecargado en el mundo emergente y una expansión dolorosamente lenta en las economías maduras, las más afectadas durante la recesión.

Atraídas por el impresionante ritmo de expansión en China y otros mercados emergentes, multinacionales como YUM! Brands y Manpower Inc., están realizando grandes inversiones en estos países, generando más crecimiento e inflación.

En el mundo desarrollado, estas mismas empresas proceden con cautela, debido a su magro crecimiento y la incertidumbre sobre presupuestos gubernamentales y políticas regulatorias.Este desequilibrio económico mundial será probablemente uno de los principales temas a tratar entre los ejecutivos, funcionarios, académicos y periodistas reunidos en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, que arranca hoy.

Las evidencias de una recuperación global a dos velocidades son amplias. Este año, YUM! Brands, la cadena de restaurantes de comida rápida, construirá unos 900 establecimientos de KFC, Pizza Hut y Taco Bell, 80% de ellos en mercados emergentes. La filial de China sumará por sí sola entre 500 y 600 restaurantes.

AkzoNobel, fabricante holandés de pinturas, planea abrir dos tiendas al día en China y está invirtiendo dinero en un negocio de celulosa en Brasil. Su presidente ejecutivo, Hans Wijers, afirma que su principal preocupación en esos mercados es si la empresa está creciendo con la suficiente rapidez. En cambio, en EE.UU. y Europa su temor es un exceso de capacidad.

ManpowerInc., una firma estadounidense de contratación de personal, dice que 95% de sus nuevas oficinas este año —entre 100 y 125— se abrirán en mercados emergentes como Polonia, India, China y Vietnam.

En muchos mercados emergentes, es como si la crisis económica no hubiera ocurrido nunca. En China, las compras anuales de autos y camiones se han disparado de cinco millones en 2005 a más de 18 millones en 2010. En EE.UU. y Europa, las ventas aún están por debajo de sus niveles anteriores a la crisis. General Motors vendió más autos en China el año pasado que en EE.UU. La producción industrial real ha subido más de 70% en China desde 2005 y alrededor de 55% en India, pero tan sólo 16% en EE.UU.

El dinero está entrando a raudales en las economías emergentes, creando presiones inflacionarias que a los bancos centrales les cuesta contener. Las reservas de divisas de las principales economías emergentes han subido considerablemente desde la crisis, a más de US$5 billones (millones de millones), seis veces más que su nivel hace diez años, según cálculos de la Reserva Federal de EE.UU. China posee alrededor de la mitad del total, ligeramente por encima de US$2,6 billones.

El Fondo Monetario Internacional estima que los mercados emergentes crecerán a una tasa anual de 6,5% en 2011 y 2012, mientras que las economías avanzadas se expandirán 2,5%. En el mundo desarrollado, "el crecimiento sigue contenido, el desempleo es alto y las renovadas presiones en la periferia de la eurozona están contribuyendo a los riesgos de una recaída", dijo el FMI en un reciente informe.

Una encuesta de PriceWaterhouseCoopers llevada a cabo entre septiembre y diciembre entre 1.200 presidentes ejecutivos documenta el cambio de actitud entre las empresas. Entre los ejecutivos asentados en Norteamérica, 94% pronostica un crecimiento de los ingresos en Asia este año, y 80% en América Latina. Sin embargo, el porcentaje baja a 67% en Norteamérica y 51% en Europa Occidental. Los ejecutivos en Europa tienen opiniones incluso más dispares: 49% predice una expansión en sus mercados locales, pero 86% sitúa el crecimiento en América Latina y 92%, en Asia.

Si bien están disfrutando de los frutos de su rápido crecimiento, las economías emergentes enfrentan peligros por este período de expansión desequilibrada. Una amenaza es el exceso de confianza, un ingrediente clave en las burbujas de tecnología e inmobiliaria de los últimos años así como en la crisis asiática de los 90.

"La euforia existente en los países emergentes, especialmente China e India, se va a ver atenuada un poco por los temores a un sobrecalientamiento y a las burbujas de activos", afirma Nariman Behravesh, economista jefe de IHS Global Insight. Behravesh se muestra particularmente inquieto por China. El experto calcula que el valor de las viviendas en el país es 3,5 veces mayor que el valor de su producción económica anual, una relación con implicaciones alarmantes porque sugiere que el sector de la vivienda está sobrevalorado. En EE.UU., esta relación fue mucho menor, de 1,8, durante su reciente burbuja inmobiliaria. "Existen razones para preocuparse", apunta Behravesh.

Los responsables de las políticas económicas del mundo emergente están pasando apuros para controlar estos aumentos de los precios de los activos y las presiones inflacionarias. El yuan está ligado al dólar, un vínculo que limita la capacidad de las autoridades monetarias de subir las tasas de interés para controlar la inflación. Otras economías emergentes, como Brasil, han subido las tasas de interés y permitido que sus monedas se aprecien, pero son reacias a ir demasiado lejos por temor a colocar a sus propios exportadores en una posición de desventaja contra los chinos.

Los inversionistas se muestran cada vez más ansiosos ante la posibilidad de que los bancos centrales no hayan actuado con la suficiente rapidez para contener la inflación y suban las tasas de interés más de lo esperado este año.

Las autoridades de países como Brasil y Taiwán están interviniendo directamente en los mercados de divisas para proteger a sus monedas. Sin embargo, no existe un modelo que recomienda la combinación ideal de políticas para no tener que recurrir a los volátiles mercados de capital. "Las consecuencias de estas políticas no son bien entendidas", dice Ramin Toloui, codirector de mercados emergentes del gigante de la inversión PIMCO. "Generan una serie de signos de interrogación y riesgos".

[Economía]
Fuente: WSJ