20 ene 2009

Obama toma posesión con un mensaje de unidad y responsabilidad

Por Laura Meckler y Jonathan Weisman

Dow Jones Newswires

WASHINGTON -- Barack Obama se convirtió en el presidente número 44 de Estados Unidos el martes, bajo un cielo soleado y frente a un océano de simpatizantes, llamando al país a dejar la avaricia, la irresponsabilidad y "nuestra incapacidad colectiva de tomar decisiones difíciles" a un lado y rechazar las "tormentas" de la guerra y la recesión.

En un ambicioso discurso de 20 minutos, Obama buscó derrumbar las divisiones entre conservadores y liberales y transformar la política estadounidense.

"Que los hijos de nuestros hijos digan que cuando estuvimos a prueba nos negamos a dejar que este viaje terminara, que no dimos la espalda ni que flaqueamos y, con los ojos fijos en el horizonte y la gracia de Dios sobre nosotros, llevamos adelante este gran regalo de libertad y lo entregamos seguramente a las generaciones futuras", dijo Obama.


Con un récord político tan corto ¿Cómo gobernará Obama? Una mirada a lo que podrían ser sus 100 primeros días.
El presidente número 44 se encontraba a dos millas del monumento a Lincoln donde, hace 45 años, Martin Luther King Jr. pidió a la nación que juzgara a las personas por su carácter y no por el color de su piel.

"Hoy les puedo decir que los desafíos que enfrentamos son reales", dijo Obama, según comentarios preparados de antemano. "Son serios y son bastantes. No serán superados fácilmente o en un breve período de tiempo. Pero sepan esto, América, serán vencidos".

El demócrata de Illinois, quien asumió la presidencia de Estados Unidos poco después del mediodía, se comprometió a liderar el país en la difícil senda devuelta a la paz y prosperidad.

También advirtió contra los sentimientos anticapilistas, al afirmar que el mercado no debería ser visto "como una fuerza del bien ni del mal".

"Su poder para generar riqueza y expandir la libertad es sin igual, pero esta crisis nos ha recordado que sin un ojo vigilante, el mercado puede caer en una espiral sin control, y que la nación no puede prosperar mucho más cuando favorece sólo a la prósperos", afirmó Obama.

Su agenda es ambiciosa. La prioridad es la implementación de una paquete de estímulo económico de US$825.000 diseñado para salvar o crear entre 3 y 4 millones de empleos. Esto será seguido de los planes de abandonar Irak y concentrarse en la lucha contra los extremistas en Afganistán, arreglar el sistema de salud del país, y realizar una reorganización de las normas que gobiernan al sistema financiero.

Todo esto tendrá un trasfondo sombrío. La mayoría de los estadounidenses espera que la actual recesión dure al menos otro año, mientras que el déficit presupuestario -que ya se encuentra en máximos históricos- podría superar la marca de US$1 billón.

"No creo que un presidente haya asumido el cargo enfrentado problemas más severos e inmediatos desde (Franklin D.) Roosevelt", afirmó Brian Balogh, historiador del Centro de Asuntos Públicos de la Universidad de Virginia.

La transición de Obama estuvo más llena de acontecimientos que lo usual. El presidente electo estableció rápidamente un gabinete, presentó al público sus ideas sobre la economía y convenció a los legisladores de aprobar la entrega de US$350.000 millones para el paquete de rescate financiero del Departamento del Tesoro. Su equipo de asesores espera que el paquete de recuperación económica sea aprobado durante el próximo mes, y ha prometido una supervisión más rigurosa de los fondos de rescate.

Por otra parte, se prevé que el Senado confirme a los principales nominados de Obama tan pronto como el martes.

Los sólidos niveles de popularidad dan al nuevo presidente una ventana abierta para cerrar la división partidista e impulsar reformas significativas que considera necesarias.

La popularidad de Obama contrasta claramente con la de la persona que reemplaza. George W. Bush es el presidente saliente menos popular desde Richard Nixon, luego que su imagen ante el público se deteriorara como resultado de la recesión, la guerra, y un colapso bancario que los críticos vinculan a la adopción por parte de su gobierno de normas financieras indulgentes.

Obama va a necesitar toda la buena voluntad que pueda reunir. Se espera que se realicen pocos asuntos oficiales el martes en Washington. El verdadero trabajo del nuevo presidente empezará el miércoles, el primer día completo del mandato de Obama. Los asesores dijeron que una de las primeras acciones del nuevo presidente será convocar a su equipo de seguridad nacional para que empiece los preparativos para una retirada de 16 meses de las fuerzas de combate de Irak, una de las principales promesas de su campaña de dos años por la presidencia.

Esa es sólo una de las nuevas políticas que simboliza el cambio que vendrá a medida que Washington deja atrás ocho años de Gobierno republicano bajo George W. Bush. Se espera que dentro de días Obama emita órdenes ejecutivas para iniciar el cierre de la prisión en Guantanamo, Cuba, uno de los más controvertidos símbolos de la guerra contra el terrorismo del Gobierno de Bush, revertir las restricciones de Bush al financiamiento federal para la investigación de células madre de embriones y restaurar el financiamiento para programas de planificación familiar en el extranjero.

En el frente económico, el Gobierno de Obama probablemente emitirá dentro de poco nuevas normativas que obliguen a los receptores de fondos de rescate de Wall Street a ser más transparentes con el dinero, según un asesor. Las instituciones financieras con mayores problemas no serán obligadas a otorgar prestamos de inmediato, pero los bancos más saludables enfrentarán presión para que retiren dinero de sus bóvedas y lo inyecten a la economía. "La transparencia hará una gran diferencia", dijo el asesor. La ceremonia de investidura de Obama se sumará a los mayores eventos celebrados en Washington y pasará a la historia junto con la marcha que en 1963 encabezara Martin Luther King en esta ciudad, la asunción de Lyndon Johnson en 1965 y las protestas contra la guerra en Vietnam a fines de la década de los 60.

Obama se refirió el lunes al mensaje que entregará en su ceremonia de investidura: Ha llegado el momento de una nueva cultura de servicio público, además de una nueva unidad nacional tras años de dura división partidista.

"Dada la crisis en que nos hallamos y las dificultades en que se encuentra mucha gente, no podemos permitir que haya manos ociosas", sostuvo Obama. "Todos tienen que participar. Todos tienen que poner el hombro y creo que el pueblo estadounidense está listo para eso".

Obama comenzó el día de su investidura con un desayuno en la Casa Blanca con el presidente Bush. La ceremonia de investidura será seguida por un almuerzo en el Capitolio y un desfile realizado -entre otros- por bandas de distintas escuelas secundarias. La jornada concluirá con 10 bailes de inauguración oficiales y un sinnúmero de fiestas no oficiales.

T.W. Farnam contribuyó a este artículo.