7 may 2009

Una conferencia en la que los evasores de impuestos se sientan a la mesa con los reguladores

Por Jesse Drucker

MIAMI BEACH, Florida— Dirigiéndose al público reunido la semana pasada en la conferencia anual que organiza aquí, el periodista David Marchant dio una noticia escalofriante: Dos semanas atrás, un participante en la conferencia del año anterior había recibido un disparo en la cabeza en las Bahamas en relación aparente con una disputa de negocios.

Marchant dirige una de las reuniones de negocios más inusuales de Estados Unidos. Desde 2002, la OffshoreAlert Conference ha reunido a una colección diversa de cazadores y cazados: evasores fiscales, agentes de lavado de dinero, inversionistas, y sus asesores y ayudantes —así como los reguladores y agentes del orden que tratan de apresarlos. La semana pasada, se sentaron unos al lado de otros en distintos paneles de la conferencia, sorbieron cócteles a unos metros de la playa del lujoso hotel Eden Roc.

"Es como ese famoso bar de 'La Guerra de las Galaxias', donde se juntan todos —los buenos, los malos y los incuestionablemente culpables— y todos intercambiar información en un territorio neutral", dijo Jack Blum, un abogado de Washington y experto en paraísos fiscales y lavado de dinero, que ha participado como ponente en varias de las convenciones.

Organizar una reunión que de a los paraísos fiscales extranjeros la oportunidad de promocionarse parecería algo inusual para un periodista dedicado a exponer los abusos en paraísos fiscales. Pero Marchant dice que quiere crear un foro donde todo el mundo pueda exponer su punto de vista. "Creo que de ahí proviene nuestra credibilidad", dice, añadiendo que existe una gran diferencia entre "algo ilegal y algo inmoral o anti ético".

La convención de este año atrajo a unos 250 asistentes de 29 países; incluyendo funcionarios de finanzas de países del Caribe, así como varios agentes del Servicio de Rentas Internas (el Ministerio de Hacienda de EE.UU.), ex funcionarios de la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. y varios especialistas en liquidaciones y abogados defensores para delitos financieros y para bancarrotas, quienes pagaron entre US$1.295 y US$1.695 para asistir a la reunión.

Desde 1997, Marchant ha publicado un boletín informativo, "OffshoreAlert," exponiendo fraudes fiscales, estratagemas de Ponzi, lavado de dinero y los últimos sucesos en lugares como La Bermuda, Las Bahamas y Las Islas Caimán. El eslogan de la publicación es: "La pluma es más fuerte que el fraude". El boletín ahora tiene unos 4.000 suscriptores.

Al menos 11 personas han sido imputadas de cargos en relación a estafas expuestas por él, y al menos cinco han ido a la cárcel. Le han demandado por difamación siete veces, y ha recibido muchas amenazas de muerte.

El crecimiento del negocio de Marchant llega en momentos en que un nuevo interés en el mundo de los paraísos fiscales, debido en gran medida a la crisis financiera global y al imperativo para los gobiernos en necesidad de financiación para luchar contra la pérdida de ingresos fiscales.

El Departamento de Justicia investiga un supuesto fraude fiscal por parte de acaudalados clientes de UBS AG; cientos de clientes extranjeros de LGT Group, el mayor banco de Liechtenstein, son sospechosos de evasión fiscal; el gobierno Obama recientemente respaldó un par de propuestas de ley para luchar contra los paraísos fiscales; y la Organización para la Cooperación y del Desarrollo económico en los últimos meses ha convencido a muchos países de adherido a nuevos estándares para compartir información fiscal y así evitar ser añadidos a una lista negra internacional de paraísos fiscales.

"La energía y esfuerzo que se está destinando a luchar contra los paraísos fiscales ahora es mayor de la que he visto nunca", dijo Marchant. "Es un juego constante del gato y el ratón, y lo ha sido por décadas, pero parece que el gato tiene más empeño ahora.

A lo largo de los años, al menos dos ponentes en la conferencia de Marchant han recibido citaciones judiciales en el estrado. Un año un panel incluí a un asistente de fiscal estadounidense y a un hombre al que este había procesado con éxito por conspiración para cometer fraude.

El boletín de Marchant se considera lectura obligada en los paraísos fiscales. "El trabajo de David es un total sine qua non para todos en la industria", dijo Robert A. Mathavious, gerente director y presidente ejecutivo de la Comisión de Servicios Financieros de las Islas Vírgenes Británicas, el principal regulador financiero del país.

Marchant, de 44 años, tiene la cabeza morena y afeitada y el físico atlético de un corredor de larga distancia. Tuvo sus inicios en periodismo en su Gales nativo. Una de sus primeras asignaciones fue cubrir una huelga de mineros de carbón que se volvió violenta, causándole la muerte a un minero. Se mudó a Las Bermudas, donde empezó a indagar pronto en la corrupción de la isla, incluyendo con una serie de artículos sobre el aparente fraude financiero por parte de una gran compañía de seguros. Ya en 1996, los funcionarios de Bermudas, con quien no se pudo contactar para obtener una reacción, no le renovaron su permiso de trabajo.

Lanzó su boletín informativo desde Miami Beach, Florida, con una donación de una fuente cuya identidad que no quiere revelar —diciendo tan sólo que se trata de un "inversionista privado y filántropo extraordinariamente rico". Su primer gran noticia llegó en 1998, cuando reveló la supuesta pirámide financiera del financista residente en Panamá Marc Harris. Harris está sirviendo una sentencia de 17 años tras ser hallado culpable en un caso de evasión fiscal.

En un panel que moderó lunes, Marchant interrogó educadamente a un grupo de representantes de gobiernos de paraísos fiscales. Le preguntó a un funcionario de las Islas Caimán si algunos de los fondos de cobertura registrados en la isla empleaban a personal allí. El funcionario contestó algo apenado que "casi ninguno tiene empleados".

Fuente: WSJ