8 may 2009

Los inversionistas recuperan el apetito por el riesgo y los mercados emergentes

Por John Lyons, Alex Frangos y Alastair Stewart

Los inversionistas están regresando en masa a mercados que hasta hace algunas semanas eran considerados demasiado riesgosos, disparando las bolsas de los países en vías de desarrollo y alarmando a algunos bancos centrales.

En momentos en que los temores de una recesión global dan lugar a las expectativas de una recuperación, los inversionistas han redescubierto su apetito por el riesgo en lugares que van desde Brasil y China hasta Rusia. El índice Bovespa de la Bolsa de São Paulo, que agrupa a las principales empresas brasileñas, ha subido 75% desde sus mínimos de octubre y las bolsas de los mercados emergentes han avanzado 50% desde comienzos de marzo, según el índice MSCI de Mercados Emergentes, que sigue el desempeño de 23 mercados.

[EmergeCharts]

Durante la semana que concluyó el 6 de mayo, las inversiones en fondos dedicados a los mercados emergentes ascendieron a los US$4.000 millones, la mejor semana para estos fondos desde fines de 2007, según Bank of America- Merrill Lynch. En tanto, los inversionistas retiraron US$9.800 millones de fondos de EE.UU. en siete semanas.

Detrás del optimismo hay señales de que la recesión de la economía global podría estar cediendo y de que el enorme plan de estímulo de China ha surtido efecto, lo que se ha traducido en un repunte en la demanda de materias primas y productos agrícolas.

"Estas recuperaciones son reales", afirma Robert Weissenstein, director general de inversiones del negocio de banca privada de Credit Suisse. El ejecutivo alude a la renovada creencia de que economías como Brasil y China crecerán más aceleradamente que los países desarrollados. Excluyendo los imprevistos, afirma, "el agujero negro delante nuestro desapareció", en referencia a la amenaza de un colapso de algunos mercados o economías.

El repunte ha causado preocupación entre quienes consideran que los inversionistas están demasiado eufóricos. Hasta hace poco, los líderes brasileños estaban molestos porque Wall Street subestimaba la capacidad de recuperación del país en medio de una ola generalizada de ventas. Tras un rebote en sus acciones y su moneda, el mensaje ha cambiado: cálmense.

"El exceso de optimismo es peligroso y podría llevar a una desilusión la primera vez que aparezca una cifra negativa", afirmó el presidente del banco central brasileño, Henrique Meirelles, durante una conferencia reciente. "Brasil ha mostrado signos de recuperación en los márgenes, pero eso no quiere decir que llegó el fin" (de la crisis).

Brasil se vio forzado a intervenir en dos ocasiones la semana pasada para impedir que el real se fortaleciera demasiado contra el dólar. En la actualidad, la moneda se transa a cerca de 2,07 unidades por dólar.

Hace apenas seis meses, el hundimiento del real cavaba grandes agujeros en los balances de empresas de primera línea como la papelera Aracruz Celulose SA. El valor de mercado de la compañía descendió en US$2.000 millones cuando la moneda se desplomó. Aracruz y otras empresas brasileñas habían realizado operaciones de cobertura en las que apostaron equivocadamente a que el real se seguiría apreciando frente al dólar.

Ahora las acciones brasileñas tienen el segundo mejor desempeño del mundo detrás de las de Rusia, según MSCI Barra. Los ADR de Aracruz se han casi duplicado desde el 8 de abril.

Los inversionistas, quienes habían acaparado efectivo mientras los mercados caían en picada en todo el mundo, ahora están más dispuestos a volver a volcar parte de ese dinero en acciones de otros países.

Los inversionistas parecen estar intentado hacer una apuesta a largo plazo: que las economías de los mercados emergentes se recuperarán mucho antes que EE.UU. o Europa.

"Varias economías emergentes ingresaron a la crisis en mejores condiciones y, por ende, probablemente mantendrán un desempeño económico mejor que la mayoría de los países industrializados de aquí en más", afirma Mohamed El-Erian, gestor de Pacific Investment Management Co., el fondo de bonos más grande del mundo.

Economistas consideran la recuperación de los precios globales de las materias primas como una señal temprana de que economías como China se están reactivando. China es uno de los consumidores más voraces de petróleo, metales y otros commodities. Los precios a futuro del crudo aumentaron 10% la semana pasada para alcanzar US$58,63 el barril, su mayor nivel de los últimos seis meses.

Uri Landesman, director de renta variable internacional para ING Investment Management, compró acciones de Rusia y Brasil la semana pasada. Ahora, un 30% de su cartera está dedicado a los mercados emergentes, la mayor proporción de la historia. "Estoy con el pie en el acelerador", señala.

Jonathan Auerbach, director ejecutivo de la firma de valores Auerbach Greyson, comparte su optimismo. "Estamos a unos 12 meses de que se produzca un auténtico regreso al crecimiento global y va a ser impulsado por los mercados emergentes", afirma.

Fuente:WSJ