3 jun 2009

BBVA y Santander: los bancos más blindados contra la mora

por Jaime E. Navarro

Bankinter es el que menos impacto sufre de la mora y Sabadell cuenta ahora con menor margen para afrontar nuevos impagos, debido a su política de dotaciones extraordinarias.

El incremento de la morosidad se ha convertido en uno de los principales quebraderos de cabeza para las entidades financieras españolas. Como ha señalado el Banco de España, las bajas tasas de impagos con las que han convivido los bancos y cajas de ahorros españoles en el ciclo expansivo ya han dejado de ser un hecho diferencial de nuestro sistema financiero en comparación con Europa y el colchón de las provisiones genéricas (que se dotaban a medida que crecía el crédito) no hace inmune al sistema.

La morosidad se ha quintuplicado desde el inicio de la crisis, hasta el 4,17% en marzo, y se espera que alcance el 9% el próximo año.

De entre las principales entidades, BBVA y Santander son los que cuentan con una mayor capacidad de asumir nuevos incrementos de la mora utilizando como parachoques los recursos que genera su negocio habitual. Así se desprende del cálculo de su ratio para asumir nuevas provisiones en el primer trimestre del año.

Esta variable pone en relación el margen neto de la entidad (sus ingresos de su actividad recurrente menos los costes generales) con las provisiones por impagos en la cartera de créditos, dividido por el saldo medio de crédito en el trimestre.

BBVA logra obtener un beneficio operativo (antes de los saneamientos crediticios) de 3,36 euros por cada cien que tiene concedidos como crédito, de los cuales apenas utiliza algo más de un euro para provisiones por insolvencia. De esta forma, cuenta con una ratio para afrontar nuevos incrementos de la mora del 2,28%. En el caso de Santander, su capacidad para asumir nuevas provisiones es del 1,88%.

Sobredotar
En el lado contrario, se sitúa Banco Sabadell, con el 0,84%. La entidad gana –antes de realizar dotaciones– 281 millones de euros. No obstante, las provisiones en el mismo período (142 millones) se comen casi la mitad de estos recursos, lo que reduce su capacidad de maniobra para lidiar con nueva morosidad a costa de su cuenta de resultados. Su tasa de morosidad, sin embargo, no se encuentra entre las más altas del sector (2,82%).

Desde la entidad explican este alto nivel de dotaciones por su decisión estratégica de “sacrificar resultados” para mantener sobredotado al banco, como ha ocurrido en el último año. La entidad empleó los 500 millones de plusvalías de la venta a Zurich de su negocio asegurador a nuevas provisiones cautelares.

Además, apuntan que aún sin ingresos extraordinarios, su negocio recurrente es “fuerte”, lo que les permite llevar esta política de sobredotación de provisiones. Sin embargo, pese a que este esfuerzo se traduce en que mantienen intacto el colchón genérico de provisiones, los recursos de su actividad ordinaria dan menos de sí ante nueva morosidad.

La ratio de Bankinter para asumir nuevos impagos en su cartera de créditos es del 1,12%. Si bien no se encuentra entra las tasas más elevadas del sector, el coste de las dotaciones en su cuenta de resultados ha sido la menor del sistema en el último año (0,32%).

En el lado de las cajas, La Caixa obtiene un resultado operativo de 2,28 euros por cada cien euros de crédito concedido y su coste en provisiones es de 0,64 euros. Caja Madrid logra rentabilizar más su cartera de créditos (2,56%), pero su coste de dotaciones por morosidad –entre las más altas del sector, con un 5,5%– es de más un euro por cada cien de crédito.

Tocar la genérica
Los analistas apuntan que tras las diferencias de la ratio entre entidades está la estrategia de cada una respecto a sus provisiones genéricas. Algunas entidades, previendo que las alzas de morosidad no van a deparar demasiadas sorpresas, han decidido comenzar a tirar de este colchón de provisiones acumulado durante la etapa de bonanza, para no sacrificar tanto resultado. Algunas menos optimistas, como Sabadell, prefieren mantenerlo.

En este sentido, una parte de los bancos y las cajas españoles ya han comenzado a tirar de sus provisiones genéricas. Por ejemplo, Santander restó de este fondo en el primer trimestre del año 420 millones para cubrir morosidad. No obstante, este colchón genérico del banco asciende a 6.261 millones (3.431 en España, que durarán hasta 2010). BBVA ha restado en el mismo periodo 225 millones a su fondo genérico, que asciende en conjunto a 4.334 millones.

Fuente: Expansión