4 jun 2009

Bernanke advierte sobre los riesgos del alza del déficit fiscal en EE.UU.

Por Jon Hilsenrath y Brian Blackstone

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, advirtió al Congreso y a la Casa Blanca que la economía sufrirá las consecuencias si no actúan con prontitud para controlar el déficit fiscal, al que sindicó como el principal responsable del alza en las tasas de interés a largo plazo.

Bernanke, que fue una importante voz de apoyo este año al plan de estímulo económico de US$787.000 millones del gobierno, dijo el miércoles en el Congreso que "incluso mientras tomamos medidas para hacer frente a la recesión y a las amenazas a nuestra estabilidad financiera, mantener la confianza en los mercados financieros requiere que, como nación, empecemos a planear ahora para restablecer el equilibrio fiscal".

Los retornos de los bonos del Tesoro de largo plazo han ido en aumento a pesar de los esfuerzos de la Fed para mantenerlos a raya mediante la compra de valores del Tesoro. El banco central quiere que el rendimiento de la deuda del Tesoro sea bajo porque es el referente para muchas tasas de interés del sector privado, como las tasas hipotecarias y los bonos de empresas.

Pero las dudas en torno al déficit complican esa campaña. "Las preocupaciones sobre los grandes déficit fiscales", dijo Bernanke, son una de las causas del aumento indeseado en las tasas a largo plazo. Mientras mayor sea el déficit, más toma prestado el Tesoro y más altas son las tasas. Los grandes déficit también estimulan los temores de inflación, que hacen subir los rendimientos.

Los temores en relación al déficit, en otras palabras, podrían estar empezando a ir en contra de los esfuerzos de la Fed por reactivar la economía. Medidas enérgicas del Congreso estadounidense y la Casa Blanca para atacar el déficit reducirían el rendimiento de los bonos. Bernanke está "tratando de llevar el proceso político en la dirección de hacer más para enfrentar el déficit fiscal a mediano plazo", dijo Tom Gallagher, analista de ISI Group, una firma de investigación de Wall Street.

La Fed deberá decidir, tal vez en su reunión fijada para el 23 y el 24 de junio, si aumentar la compra de bonos del Tesoro. De aquí a septiembre, habrá comprado unos US$300.000 millones en bonos del Tesoro.

Si los inversionistas perciben las acciones de la Fed como un esfuerzo para facilitar déficit mayores, podrían concluir que la inflación va a ir en aumento y retirarse de los bonos del Tesoro, provocando un aumento en las tasas de interés. Los comentarios de Bernanke tuvieron el objetivo de desvirtuar tal percepción.

Su advertencia a los políticos se produce siete meses antes de que se venza su mandato al frente de la Fed. El presidente Barack Obama tiene que decidir si volver a nombrar a Bernanke en el cargo y cualquier señal de desacuerdo entre el presidente de la Fed y la Casa Blanca será vista como evidencia de tensión. Hasta ahora, sin embargo, la advertencia de Bernanke sobre el déficit no es muy distinta a la ofrecida por Obama y su director de presupuesto, aunque el presidente de la Fed —más que la Casa Blanca— hizo hincapié en las "difíciles decisiones" que se avecinan y mencionó la posibilidad de aumentar los impuestos si el gasto no se controla lo suficiente. "A menos que demostremos un firme compromiso con una política fiscal sostenible en el largo plazo, no tendremos ni estabilidad fiscal ni un crecimiento económico saludable", manifestó Bernanke en un discurso pronunciado ante el Comité Presupuestario de la Cámara de Representantes.

La Casa Blanca estima que el déficit fiscal excederá US$1,8 billones (millones de millones) este año y se reducirá a unos US$900.000 millones de aquí a 2011. Eso, dijo el presidente de la Fed, incrementará la deuda al 70% del Producto Interno Bruto de aquí a 2011 —el nivel más alto desde principios de los años 50— desde el 40% del PIB antes de la crisis.

"La política fiscal sostenible" dijo Bernanke, implica "una situación en la que la proporción de deuda gubernamental y pago de intereses respecto al PIB es estable o va en disminución y las tasas impositivas no son tan altas como para impedir el crecimiento económico". Eso requiere que "el gasto y el déficit fiscal estén bien controlados", añadió.

Asimismo, la jubilación de la generación de posguerra ejercerá aún más presión sobre los programas sociales como la Seguridad Social y "no podremos seguir tomando prestado indefinidamente para responder a esas demandas", aseveró.

Fuente: WSJ