14 ago 2009

Cómo construir un portafolio ágil y seguro

Por Jeff D. Opdyke

¿Inflación o deflación? Ni siquiera los expertos pueden ponerse de acuerdo sobre si los precios subirán o bajarán en el futuro de la economía de Estados Unidos.

Eso deja a los inversionistas que tienen la mira en ese país perplejos: ¿cómo construir un portafolio en momentos de gran incertidumbre? Una apuesta equivocada podría ser devastadora. Si su portafolio está construido para la deflación, por ejemplo, sus activos se deprimirán si el país pasa por un período de inflación.

La respuesta es prepararse para el escenario económico que le parezca más probable, y luego preocuparse por tener algún seguro en caso de que se equivoque.

Este tipo de enfoque necesariamente significa que algunas de sus inversiones se verán perjudicadas sin importar qué rumbo tome la economía.

A continuación presentamos tres portafolios, cada uno con un seguro incorporado. El primero tendrá un buen desempeño en un período inflacionario pero no será destruido si en cambio se produce un fenómeno de deflación. El segundo es para los inversionistas que le temen a la deflación, pero quieren cierta protección contra una posible inflación. Y el tercero está dirigido a inversionistas que creen que la economía se las arreglará sin una inflación o deflación severas.

Inflación

En este caso, los recursos naturales son la mejor opción, ya que seguramente subirán desde el petróleo hasta el maíz y el cobre.

Ya que los contratos de commodities pueden ser un dolor de cabeza para inversionistas individuales, considere invertir en un fondo que le ofrezca exposición a una amplia variedad de commodities industriales y agrícolas.

Aunque parezca contradictorio, el efectivo también puede tener un buen desempeño. La Reserva Federal de EE.UU. probablemente combata la inflación con un aumento de las tasas de interés a corto plazo, lo cual puede capitalizar a través de certificados de depósito o cuentas de ahorro.

Si invierte en EE.UU., los valores del Tesoro protegidos contra la inflación, o TIPS, son una inversión obvia, ya que se ajustan al alza de precios. La inflación pronunciada suele ser negativa para las acciones.

El seguro: Los bonos del Tesoro a largo plazo y los bonos municipales, debido a su largo período de pagos fijos. Es probable que ambos aumenten en valor en medio de una deflación. Y los valores del Tesoro probablemente se conviertan en un refugio para los inversionistas extranjeros, lo que haría subir su precio aún más.

Deflación

Prepararse para la deflación es más fácil: ponga una buena cantidad de dinero en bonos del Tesoro de EE.UU. a largo plazo y gran parte del resto en efectivo y algunos bonos municipales.

Si se da un período de deflación amplio, los valores del Tesoro a largo plazo probablemente aumenten. El flujo de retornos constantes de los bonos valdría cada vez más en relación a los precios a la baja para el consumidor.

Complete su portafolio para la deflación con una buena porción de efectivo. Aunque no generará demasiados retornos en un escenario deflacionario de tasas bajas, tener efectivo en el banco tendrá cada vez más valor a medida que los precios caigan.

El seguro: los commodities reaccionan de forma más drástica ante la inflación sorpresiva, así que deberían ser parte de su seguro. Agregue TIPS y acciones de empresas con productos reconocidos de consumo masivo, como Coca-Cola.

Economía estable

Quizás los banqueros mundiales acierten y la economía no pase ni por una severa inflación ni una severa deflación.

En el escenario donde la economía no se enfría ni se recalienta demasiado, "los activos riesgosos tendrían el mejor desempeño, así que las acciones y los bonos con algunas características de acciones deberían recibir un énfasis", señala Scott Wolle, director de portafolio de AIM Balanced-Risk Allocation Fund.

Eso quiere decir una amplia exposición a acciones de empresas estadounidenses grandes y pequeñas a través de fondos y exposición a mercados desarrollados y emergentes.

Para el componente de bonos, elija un fondo que posea más que nada bonos corporativos de alta calificación y con vencimiento a mediano plazo e hipotecas, junto con deuda del gobierno y de agencias.

El seguro: contra la inflación, commodities, y contra la deflación, bonos del Tesoro a largo plazo. Y el efectivo sirve en ambos casos.

Fuente: WSJ