5 oct 2009

EEUU: Los inconvenientes de reducir el nivel de deuda

Por David Wessel

La evolución de la economía estadounidense durante los últimos años se podría resumir en unas cuantas oraciones. Las firmas financieras, otras empresas y las familias se endeudaron mucho más de la cuenta. Fue divertido. Las entidades financieras y los inversionistas prestaron dinero sin mayor reparo y no se protegieron lo suficiente contra el riesgo que estaban asumiendo. Cuando los deudores no pudieron pagar sus préstamos y la garantía que habían ofrecido no fue suficiente para cubrir el crédito, muchos de los prestamistas perdieron dinero. Eso no fue divertido.

Ahora, es mucho más difícil obtener un préstamo y muchos estadounidenses, la mayoría de los bancos y otras compañías están tratando de aligerar su deuda, lo que en la jerga económica se conoce como "desapalancar".

Esta reacción prudente al frenesí del crédito está resultando perjudicial para la economía. Las instituciones financieras, que básicamente le piden prestado a unos para prestarles a otros, están asumiendo menos deuda y, por lo tanto, otorgando menos crédito. Los consumidores están escatimando en sus gastos para reducir sus niveles de deuda. El resultado es un crecimiento económico tan anémico que es incapaz de reducir el desempleo. El gobierno no puede frenar este desapalancamiento, pero trata de aliviar al endeudarse más mientras los demás se endeudan menos. El desapalancamiento está en sus etapas iniciales. Las grandes entidades financieras han hecho su parte, en especial después del colapso de Lehman Brothers hace un año. Los últimos datos de la Reserva Federal muestran que el sector financiero de EE.UU. redujo su endeudamiento a una tasa anualizada de 12,2% en el segundo trimestre, después de haberlo reducido a un 10,4% en el primer trimestre.

Los bancos, no obstante, todavía son cautos. "Aunque las ganancias de los bancos se están recuperando, no se espera que sean suficientes para compensar las rebajas contables que se anticipan para los próximos 18 meses", dijo el Fondo Monetario Internacional.

La combinación de "ganancias insuficientes y las continuas presiones de desapalancamiento significan que los bancos aún no están en una posición sólida para dar apoyo a una recuperación económica", advirtió el FMI.

Las familias de EE.UU., que son las beneficiarias de casi un 40% de los préstamos del país, no han recorrido tanto como los bancos en el camino del "desapalancamiento". Ya sea por voluntad propia o porque no pueden obtener crédito, empezaron a reducir su deuda hace un año, dice la Fed. En el segundo trimestre, la deuda familiar se redujo a una tasa anualizada de 1,7%, una diferencia muy marcada con el ritmo de crecimiento de más de más de 10% registrado hace unos años. Todavía tienen un largo camino que recorrer. "El desapalancamiento en los hogares apenas comienza porque es difícil que las familias reduzcan sus cargas de deuda sin declararse en bancarrota", dice Martin Barnes, quien ha seguido de cerca el ciclo de crédito por años para la publicación especializada Bank Credit Analyst.

El analista señala que el gobierno estadounidense le está enviando a los consumidores un mensaje algo confuso: por una parte predica las virtudes del ahorro y de vivir con menos deuda mientras que por la otra lanza programas como el de "efectivo por chatarra" (a través del cual los estadounidenses recibían un subsidio por cambiar un vehículo de alto consumo de combustible por uno nuevo y más eficiente en el uso de gasolina), el cual implicaba que los consumidores solicitaran un préstamo para comprar un carro.

La deuda de las familias de EE.UU. equivale ahora a cerca de 125% de sus ingresos después de impuestos, ligeramente por debajo de los niveles máximos, pero aún muy por encima de los niveles de 80% registrados a mediados de los 90. Mucho depende de si los estadounidenses seguirán ahorrando a las tasas actuales una vez que la economía se recupere. Mientras más frugales sean, menos gastarán en las tiendas, los concesionarios, las aerolíneas y los restaurantes. "¿Cuál es el nivel de deuda que las familias quieren mantener?" pregunta Rebecca Wilder, una analista financiera que escribe para un blog. "Nadie puede decirlo, un poco menos de 125%".

El paciente, la economía de EE.UU., sufrió un ataque cardíaco de proporciones. Salió de la unidad de cuidados intensivos, pero sigue convaleciente y tiene que pasar muchas horas en la máquina trotadora, es decir reduciendo su deuda, antes de volver a la normalidad.

Fuente: WSJ