6 oct 2009

El pesimismo pasa factura a los inversionistas más escépticos

Por Gregory Zuckerman

El gestor de fondos de cobertura Peter Thiel está sufriendo, no porque perdiera dinero en la crisis, sino porque no aprovechó el repunte.

Thiel, el multimillonario cofundador de la compañía de pagos por Internet PayPal y uno de los primeros en invertir en Facebook, opina que la economía está lejos de haberse recuperado y se ha sumado al grupo de inversionistas más pesimistas en medio de un repunte sin tregua aparente.

Su fondo ha experimentado declives de dos dígitos mientras otros han registrado ganancias.

"La recuperación no es real", dice. "Los problemas estructurales profundos no han sido resueltos y no está claro cómo crearemos empleos y conseguiremos que la economía crezca de nuevo —esa ha sido mi opinión por mucho tiempo y la sigue siendo".

La postura contestataria de Thiel le sitúa entre un grupo de inversionistas con historiales de desempeño impresionantes que han decidido esperar y se niegan a aceptar la noción de la recuperación de la economía.

En Londres, el mayor fondo de la firma de fondos de cobertura de US$4.000 millones de John Horseman ha perdido 20% este año. "Es difícil estimular la confianza a largo plazo cuando las perspectivas de empleo y los mercados laborales van en declive", dijo el gestor en una carta a clientes.

En Nueva York, un gran fondo de cobertura dirigido por la firma de inversiones Renaissance Technologies perdió casi 12% entre enero y agosto al apostar por acciones prometedoras y apostar en contra de otras percibidas como más débiles. Y en Chicago, Capital Management, una pequeña firma de Benjamin Bornstein, perdió casi 5% en el primer semestre, pero aún así sigue apostando por la caída del mercado.

Las fuertes pérdidas de empleo, el débil crecimiento de ganancias para la mayoría de compañías, el encarecimiento de las acciones y la incapacidad de la economía de crecer sin la ayuda del gobierno son todos motivos por los que Bornstein sigue desconfiando del mercado bursátil.

"Pocas veces he estado tan convencido de que el próximo movimiento más amplio del mercado será a la baja", dice Bornstein, quien el año pasado consiguió evitar la mayoría de las pérdidas del mercado.

"El problema es que los gobiernos no crean ingresos o riqueza y el actual estímulo equivale a impuestos en el futuro. Eso se convertirá en una gran preocupación a mediados de 2010, cuando el estímulo haya acabado".

Clarium Capital Management, el fondo de Thiel, que el año pasado llegó a tener US$6.000 millones en activos, ha sufrido pérdidas de casi 16% en lo que va del año hasta mediados de septiembre, comparado con un aumento de 14% en promedio para los fondos de cobertura en el año hasta agosto, según Hedge Fund Research Inc.

Clarium ahora gestiona unos US$2.000 millones. En 2008, perdió 4%, mientras el índice bursátil Standard & Poor's 500 cayó 38%, y la firma ha registrado ganancias anuales de 22% en promedio desde su fundación en 2002, según inversionistas. El año pasado, el fondo registró ganancias de más de 40% antes de que el colapso de los precios de la energía tomara a Thiel por sorpresa.

Para los escépticos, los riesgos abundan. El negocio de fondos de cobertura tuvo su peor año en 2008 y otro ciclo de resultados desalentadores podría suponer el fin de muchos fondos que tuvieron dificultades el año pasado.

Thiel no parecería ser un estandarte probable de los inversionistas pesimistas. Este graduado de Derecho de la Universidad de Stanford, de 41 años, es un campeón de ajedrez universitario de reconocimiento nacional y fue presidente ejecutivo de PayPal en esta década y logró un gran triunfo cuando en 2002 cuando eBay Inc. compró la compañía por US$1.500 millones. A todo esto, Thiel añadió sus éxitos en el capital de riesgo con sus inversiones tempranas en Facebook y Palantir Technologies, una firma de alta tecnología que rastrea a terroristas.

En 2002, lanzó Clarium y registró ganancias importantes durante varios años, al invertir en energía con la idea de que el aumento global de la demanda y los menores suministros impulsarían los precios del petróleo.

Durante la mayor parte de este año, la firma de Thiel ha hecho una serie de apuestas en contra del mercado, en parte porque las valuaciones de gran parte de los mercados globales de renta variable parecían altas, dice. A medida que los mercados han escalado, se ha visto obligado a reducir sus posiciones para evitar pérdidas mayores.

Ha apostado por el yen japonés y el dólar y ha comprado bonos seguros, todo con la creencia de que el temor volverá a los mercados. Ha tomado también otros pasos conservadores porque "una recuperación sostenida y real no es posible sin un aumento de la productividad".

"EE.UU. y gran parte del mundo desarrollado no son muy competitivos globalmente, ya que eso requeriría mejorías difíciles en tecnología y no estoy viendo que eso esté sucediendo lo suficiente", dice.

—Alistair Barr contribuyó a este artículo

Fuente: WSJ