5 nov 2009

El hombre que pone en marcha las políticas de la Fed

Por Jon Hilsenrath

La Reserva Federal de Estados Unidos inyectó US$1 billón (millón de millones) al sistema financiero durante un año de esfuerzos bajo presión para rescatar la economía. El trabajo de Brian Sack es descifrar cómo recuperar el dinero.

Sack, de 39 años, es un economista que dirige el grupo de mercados en la Reserva Federal de Nueva York. El grupo gestiona el corretaje de la Fed, lo que lo convierte en el puente entre los corredores de mármol de la Reserva Federal en Washington y los ajetreados pisos de corretaje de Nueva York.

En épocas normales, compra y vende valores del Tesoro para influenciar el nivel de las tasas de interés. Durante la crisis, incubó una cantidad de complejos nuevos programas que insertaron al banco central de forma más profunda que nunca en los mercados privados, al comprar valores respaldados por hipotecas, extender préstamos de papeles comerciales a empresas de primera categoría y revivir los mercados de valores respaldados por activos.

"El desafío operativo de realizar su trabajo es increíblemente difícil", afirma Laurence Meyer, vicepresidente de Macroeconomic Advisers, una firma de consultoría económica donde trabajaba Sack.

La decisión de cuándo absorber el dinero y levantar las tasas de interés proviene del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), que se reunió hoy, pero decidió mantener las tasas estables. El trabajo de Sack es implementar las decisiones cuando el comité las disponga.

"Nadie quiere ser la persona que dice [a otros funcionarios de la Fed]: 'No puedes hacer esto porque tengo restricciones operativas'", afirma Dino Kos, un director ejecutivo de Portales Partners LLC que dirigió el grupo de mercado de 2001 a 2006.

Como siempre, Sack lideró la reunión de esta semana del FOMC con una actualización sobre el mercado. También entregó una actualización sobre los programas que desarrolla para administrar las reservas del banco central.

Con cabello marrón, ojos azules y cara de bebé, Sack era una estrella en ascenso en la Fed a comienzos de esta década antes de que dejara la institución para sumarse a Macroeconomic Advisers, donde asesoraba a fondos de cobertura y otros inversionistas sobre la política de la Fed. Se graduó de la Universidad de Vermont, en EE.UU., y obtuvo un doctorado en economía del Instituto de Tecnología de Massachusetts.

Ansioso de proyectar tanto una distancia serena como una calma deliberada, Sack parece sacado de mismo molde que su mentor, el presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke. Elige sus palabras con cuidado, y dirige cualquier atención personal al grupo de 400 personas que supervisa ahora.

El centro de vida en el grupo de los mercados es una sala de conferencias ubicada junto a un pequeño grupo de mesas de corretaje en el noveno piso de la Fed de Nueva York. El cuarto se desborda de gente todos los días a las 9.20 de la mañana, para la reunión que encabeza Sack.

En 2004, mientras trabajaba como economista de planta de la Fed en Washington, Sack fue coautor de un ensayo con Bernanke, que en ese momento era gobernador de la Fed, sobre lo que debía hacer la Fed si la economía volvía a hundirse en la deflación. Durante el retiro anual de la Fed en agosto, Sack y Bernanke se sentaron al lado y compartieron comentarios susurrados mientras otros economistas discutían políticas de la Fed. Bernanke consideró reclutarlo para trabajar en Princeton cuando dirigía el programa de economía de la escuela.

Sack volvió a la Fed en junio para suceder a Bill Dudley como director del grupo de mercados luego de que Dudley se convirtiera en el presidente de la Fed de Nueva York.

El grupo de mercados creció muchísimo durante la crisis, desde alrededor de 225 empleados hasta 400 personas que monitorean los mercados para la Fed, administran su portafolio y dirigen los numerosos nuevos programas de corretaje que ha comenzado. La Fed posee más de 20.000 valores individuales.

Una decisión de ajustar la política monetaria aún podría tardar meses en llegar. Y los funcionarios aún no están seguros de cuán grandes deberán ser las operaciones que consumen dinero. Mientras tanto, el departamento de Sack desarrolla varios planes de contingencia.

Fuente: WSJ