3 feb 2010

China avanza en la reducción de la desigualdad social

Por Andrew Batson

BEIJING— El aumento en la desigualdad en China se ha nivelado en los últimos años y podría ser menos severo de lo que se pensaba, afirma la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, lo que sugiere que Beijing comienza a mostrar mejorías para superar uno de sus mayores problemas sociales.

La OCDE, en su encuesta económica de China publicada el martes, afirmó que un mayor gasto social en áreas rurales y un aumento en la migración a las ciudades ayudaron a detener una ampliación de la brecha en los niveles de ingreso. La organización con sede en París instó a China a reducir lo que aún es un alto nivel de desigualdad al impulsar los programas sociales y eliminar la discriminación contra los residentes rurales.

El informe es el segundo gran estudio de la OCDE sobre China, que no es miembro de la organización. La economía de China va camino a superar a Japón este año como la segunda del mundo detrás de Estados Unidos. La OCDE exhortó a China a adoptar una serie de medidas para desregular su economía, como liberar las tasas de interés para alentar a los bancos a prestarles más a pequeñas empresas, y privatizar compañías estatales. También indicó que permitir la apreciación de la moneda ayudaría al gobierno a manejar mejor la economía.

[China]

El crecimiento económico vertiginoso de China durante las últimas tres décadas ha sacado de la pobreza a cientos de millones de personas. Pero los ingresos de quienes se ubican en la parte más alta de la escala aumentaron con mucha más rapidez que los del resto, lo que creó nuevos conflictos en una sociedad que solía ser equitativa. Las tensiones entre los urbanizadores y los granjeros desposeídos y entre los jefes de las fábricas y su fuerza laboral rural a menudo sirven de combustible para conflictos sociales. Eso ha llevado al gobierno chino a decidir reducir la brecha, y los funcionarios han dicho una y otra vez que harán más para impulsar los ingresos de los más desposeídos.

"Ya hemos visto, en los últimos cinco años, una estabilización de las disparidades", afirmó Richard Herd, un economista de OCDE, durante una conferencia de prensa en Beijing. Gran parte se debe a un enorme movimiento de campesinos que dejan las granjas y toman empleos en las ciudades, un cambio que les permite aumentar sus ingresos de forma significativa. "Se ha producido un importante ajuste en los mercados laborales desde mediados de los años 90", indicó.

La desigualdad del ingreso en China medida por el índice Gini —una escala en la que cero es equidad perfecta y 100 es desigualdad perfecta— era de 49,6 en 2005, ya mayor a la de EE.UU., según la Academia China de Ciencias Sociales. Pero la OCDE, al usar lo que afirma que son mejores estimaciones de cambios en los precios y los migrantes rurales indocumentados en las ciudades, ubica al índice Gini para 2005 en 41, y afirma que la medida de la desigualdad bajó a 40,8 para 2007.

Las cifras de la OCDE indican que la inequidad sigue siendo más alta en China que en EE.UU. y la mayoría de los demás países desarrollados. Pero la desigualdad del país asiático sigue siendo menos severa que la de Sudáfrica, Brasil, Chile, Rusia o México. Muchos comentaristas locales instaron a China a reducir la brecha en los ingresos y evitar la llamada latinoamericanización de su economía, una referencia a las disparidades crónicas de riqueza en esa región.

Funcionarios chinos suelen concentrarse en la brecha entre el campo y las ciudades. El año pasado, el ingreso anual per cápita en zonas urbanas era de alrededor de US$2.500, más de tres veces los US$750 en áreas rurales, una proporción que subió durante la última década.

Sin embargo, esa comparación no toma en cuenta el creciente número de trabajadores rurales migrantes en áreas urbanas, o el hecho de que los precios de la mayoría de las cosas son más baratos en el campo.

Tras realizar ajustes para incluir esos factores, afirma la OCDE, los ingresos urbanos promedio de hecho se acercan más al doble que los rurales, no el triple.

Gran parte de la brecha restante entre ingresos urbanos y rurales proviene de trabajadores urbanos que tienen más educación que los rurales, señaló Herd. Exhortó al gobierno de China a que facilite 12 años completos de educación que esté disponible de forma universal en el campo.

También es importante, indicó, reformar el sistema de registro de los hogares, que a menudo impide que los inmigrantes rurales reciban una cobertura médica o educación en las ciudades en las que trabajan, y los desalienta a la hora de establecerse allí de forma permanente.

Esas iniciativas requerirán dinero, que China debería poder gastar. La OCDE indicó que el bajo nivel de deuda gubernamental de China le da la capacidad de gastar más en programas sociales a largo plazo, en particular después de que desaparezca el gasto en proyectos de estímulo económico.

Fuente: WSJ