9 mar 2011

La respuesta al alza del crudo divide a la Fed

Por Luca Di Leo

WASHINGTON (Dow Jones)-Dos altos funcionarios de la Reserva Federal mostraron el lunes opiniones opuestas sobre la respuesta correcta al aumento de los precios del petróleo, dando inicio a lo que posiblemente sea un animado debate dentro del banco central.

Mientras el presidente de la Fed de Dallas, Richard Fisher, señaló que los precios más altos del petróleo podrían motivar al banco central a retirar su enorme estímulo monetario para evitar un brote de inflación, el presidente de la Fed de Atlanta, Dennis Lockhart, dijo que podría necesitarse más estímulo para evitar otra recesión.

El aumento de los precios del petróleo puede derivar en dos escenarios. Dependiendo de la salud de la economía, puede llevar a un aumento en la inflación si el crecimiento es fuerte y las empresas elevan los precios para contrarrestar los mayores costos de las materias primas, o puede generar una casi recesión al perjudicar el gasto de los consumidores si la economía es demasiado débil. En el peor escenario posible, puede provocar ambas cosas: una economía débil con alto desempleo y alta inflación, fenómeno conocido por los economistas como estanflación.

La agitación en países ricos en petróleo en África del Norte y Medio Oriente ha dado lugar en las últimas semanas a un aumento abrupto en los precios del petróleo, lo que llevó al Banco Central Europeo a advertir que podría tener que endurecer su política monetaria para mantener bajo control la inflación en la zona del euro. En Estados Unidos, los precios del petróleo necesitarían subir, y mantenerse en niveles más altos, antes de que la Fed considere tomar medidas para modificar el balance inflación-recesión. Pero el debate sobre la respuesta correcta de política monetaria ya ha comenzado.

Fisher dijo que podría votar a favor de que se interrumpa el último programa de estímulo de la Fed de compra de bonos -conocido como QE2- antes del plazo original de julio si considera que el mismo está amenazando a la economía estadounidense. Un antiguo escéptico de la compras de bonos por parte del gobierno, Fisher dijo que el programa podría perjudicar a la economía al aumentar las expectativas de inflación.

"Sigo dudando lo suficiente sobre su eficacia como para que si en algún momento entre ahora y junio demuestra ser contraproducente, votaré para restringirlo o tal vez discontinuarlo", dijo Fisher en una conferencia de ejecutivos bancarios.

En contraposición, Lockhart dijo que el banco central estadounidense podría lanzar otra ronda de compras de activos si un aumento en los precios del petróleo amenaza con llevar a la economía a la recesión. El presidente de la Fed de Atlanta dijo que no está pronosticando una escalada en el precio del petróleo, pero que tampoco descarta una.

"Quiero mantener una posición abierta a cualquier cosa que se deba hacer o se necesite hacer en algún momento dado", dijo Lockhart en una reunión de economistas.

"Creo que las circunstancias en Medio Oriente (...) son en este momento impredecibles y no podemos descartar que vaya a haber un aumento mayor en los precios de la energía", dijo. Añadió que un petróleo en US$120 por barril sería manejable para la economía estadounidense, mientras que uno en US$150 el barril sería más preocupante.

Los futuros del petróleo crudo subieron el lunes en medio de los enfrentamientos persistentes en Libia. El crudo para entrega en abril subió un 0,5% a US$104,94 el barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York, después de alcanzar un máximo de sesión de US$106,95 el barril.

El jefe de la Fed de Dallas enfatizó que el banco central observa cuidadosamente la situación en busca de señales de que los precios más altos del petróleo estén provocando un incremento de la inflación. Dijo que el aumento ya ha afectado a los estadounidenses a través de los precios más altos de la gasolina. Fisher señaló el factor crucial para determinar si se acelerará la inflación general será la capacidad que tengan las compañías para trasladar a los consumidores los mayores costos de los insumos a través de precios más altos para sus productos.

Lockhart puso más énfasis en el impacto que pueden tener los precios más altos de la energía sobre lo que considera una economía aún débil, y dijo que el riesgo principal sería una recesión renovada.

El presidente de la Fed de Atlanta destacó que las aerolíneas ya han tratado de trasladar los costos más altos de los combustibles a los consumidores, y que las empresas de transporte terrestre podrían imitarlos. Otras materias primas, como el algodón y los ingredientes para fabricar acero, también están golpeando a las empresas.

Fisher, quien este año es miembro con derecho a voto del comité encargado de fijar la política de la Fed, se cuenta entre aquellos funcionarios que tienden a preocuparse más por una aceleración de la inflación. Lockhart, que tendrá voto en el 2012, tiende a preocuparse por un desempleo alto sostenido.

La tasa de desempleo se mantiene en un nivel alto del 8,9%, pero ha estado descendiendo lentamente. La inflación aún se ubica por debajo del 2,0%, pero ha estado subiendo gradualmente. Con esas condiciones sobre la mesa, es poco probable que los funcionarios de la Fed modifiquen sus planes de estímulo actuales en el corto plazo. Pero eso podría cambiar si los precios del petróleo persistentemente altos comienzan a tener un impacto más fuerte sobre la economía estadounidense.