6 feb 2009

Una racha de medidas proteccionistas puede retrasar el repunte de la economía global

Por John W. Miller

Líderes en todo el mundo han estado advirtiendo sobre el arribo de una ola proteccionista en respuesta a la crisis económica. Pero ya se nota una reacción en cadena en varias partes, desde Rusia hasta la Unión Europea e India, a medida que los gobiernos batallan para salvar sus propias industrias.

Desde principios del mes pasado, diversos gobiernos han implementado decenas de medidas proteccionistas, dicen autoridades de comercio, confirmando una tendencia que, según muchos economistas, podría retrasar la recuperación de la economía global.

Mientras la atención se ha centrado en la cláusula que obligaría a quienes reciban fondos del plan de estímulo de Estados Unidos a utilizar productos del país y en el efecto proteccionista de los rescates de la banca, los gobiernos también están adoptando medidas para restringir la importación de bienes, desde tornillos chinos vendidos en Europa a cosechadoras importadas por Rusia. Las medidas preocupan a la Organización Mundial del Comercio (OMC), que anunció el 23 de enero que en general los gobiernos tenían la presión proteccionista bajo control. Ahora, funcionarios de la OMC dicen que las medidas proteccionistas están llegando tan rápido que están recurriendo a reportes de prensa para mantenerse al día con los cambios que los gobiernos tardan en comunicar. Entre los más recientes está la propuesta de India en enero de elevar los aranceles sobre el acero.

La OMC, con sede en Ginebra, ha convocado a una reunión especial el próximo lunes para tratar medidas proteccionistas específicas y podría verse obligada a revisar sus conclusiones de enero si la tendencia persiste. "El objetivo es proporcionar a los miembros una radiografía clara de las medidas comerciales impuestas tras la crisis económica", dijo el portavoz de la OMC Keith Rockwell.

Analistas y autoridades de comercio dicen que el actual aumento del proteccionismo es distinto y menos extenso que las guerras comerciales de los años 30, en gran medida porque la OMC no existía durante la Gran Depresión. Prácticamente todos los países que importan y exportan —la OMC tiene 153 miembros— ahora deben amoldar sus medidas a las reglas y límites arancelarios de la OMC.

Aún así, los analistas dicen que las actuales restricciones comerciales podrían dificultar la recuperación económica global. La OMC espera que el comercio global se contraiga en más de 2,1% en 2008, tras crecer 6,2% en 2008.

Rusia, que no es miembro de la OMC, está entre los países que han erigido nuevas barreras, dicen funcionarios de comercio y empresas. Esta semana, Moscú impuso un peaje especial a camiones de la UE, Suiza y Turkmenistán. El gobierno ruso anunció la semana pasada que había presentado 28 cambios a los impuestos de importación y a los subsidios a la exportación desde noviembre y estaba redactando otros seis. Eso se compara con 40 cambios en todo 2007.

Diez comisionados de la UE participarán en Moscú en conversaciones con el primer ministro ruso, Vladimir Putin, y otros miembros del gabinete, en las que plantearán quejas respecto a las nuevas barreras comerciales. Autoridades de la UE dicen que también sacarán a colación preocupaciones antiguas, como los US$500 millones que las aerolíneas europeas pagan cada año a la aerolínea rusa OAO Aeroflot por sobrevolar Siberia.

"Putin visita una fábrica de segadoras trilladoras y decide en ese preciso momento que aumentará los aranceles de esa maquinaria", dijo un funcionario de la UE que no quiso dar su nombre. "Así funciona últimamente". El 9 de enero, Rusia aumentó los aranceles de importación sobre esas cosechadoras, poco después de que Putin visitara una fábrica en Rostov, en el sur del país.

Las barreras "no son muy buenas para el negocio", dice Olivier Neumann, portavoz del fabricante estadounidense Deere & Co, que vende cosechadoras en Rusia. El 12 de enero, Rusia también elevó los aranceles a autos importados en entre 5 y 10 puntos porcentuales.

La UE tampoco ha perdido el tiempo. El 15 de enero retomó su práctica de otorgar reembolsos de exportación a la industria lechera. Tales subsidios podrían costarle a Nueva Zelanda US$2.000 millones en ventas este año, según Federated Farmers, un grupo de lobby de agricultores neozelandeses.

La semana pasada, la UE añadió aranceles antidumping a la importación de tornillos y tuercas de China. Los aranceles le costarán empleos a China, dice un funcionario de la misión china en la UE. Los casos antidumping han subido 40% desde hace un año, según la OMC.

La UE planea decidir el 12 de marzo si impondrá aranceles sobre el biodiésel de EE.UU., como represalia por el subsidio de US$300 por tonelada que EE.UU. otorga a los exportadores de EE.UU., alrededor de la mitad del precio de venta de una tonelada de biodiésel en Europa.

EE.UU., en tanto, informó el 13 de enero que planea imponer aranceles al agua italiana y el queso francés en represalia por la restricción de importaciones de la UE al pollo y la carne de res de EE.UU.

Fuente: WSJ