15 jun 2009

¿Están los rescates fiscales creando otra burbuja?

Por E.S. Browning

El Promedio Industrial Dow Jones acumula un alza de 34% en los últimos tres meses, lo que lo ubica en territorio positivo en lo que va del año. Uno de los motores del repunte no podría ser más sencillo: los gigantescos paquetes de estímulo lanzados por los gobiernos han ido a parar a los mercados financieros. El Dow subió 28,34 puntos el viernes para cerrar en 8.799,26, lo que todavía lo deja un 34% por debajo del máximo de 14.164,53 unidades registrado en 2007.

Los gobiernos del mundo están inyectando dinero en sus economías a un ritmo vertiginoso. Debido a que las empresas no pueden colocar miles de millones de dólares en la economía en un lapso tan breve, los fondos han empezado a llegar a los mercados financieros. Algunos inversionistas ya han empezado a hablar de una "burbuja de rescate" en ciertos mercados.

[Oferta monetaria]

"Todo ese dinero impreso tiene que ir a alguna parte", dice Joachim Fels, codirector de economía global para Morgan Stanley. "Ha estado elevando los precios de las materias primas y las acciones, comenzando en los mercados emergentes para luego pasar a los desarrollados".

Estados Unidos, sin ir más lejos, ha destinado US$11,4 billones (millones de millones) en planes de estímulos directos e indirectos en los últimos dos años, de los cuales ya se han gastado US$2,4 billones, según los cálculos de Daniel Clifton, director de estudios de Strategas Research Partners.

China, asimismo, anunció un paquete de estímulo del orden de los US$600.000 millones, al paso que Rusia gastará US$290.000 millones, Gran Bretaña US$147.000 millones y Japón US$155.000 millones, según los datos de Strategas.

"Se trata, de lejos, del mayor estímulo fiscal combinado en la historia moderna", dice Jim O'Neill, economista jefe de Goldman Sachs. "Esa liquidez impactará todo lo que sea susceptible, desde valores de renta fija a corto plazo a precios bursátiles, precios inmobiliarios y el patrimonio de las personas".

El alza también refleja la postura de los inversionistas de que lo peor de la recesión quedó atrás y que las empresas vinculadas al crecimiento de la economía global saldrán beneficiadas. La llegada de cuantiosas sumas de dinero al sistema financiero ha exacerbado esas apuestas.

Si la recesión se prolonga más de lo previsto por los optimistas, la abundancia de liquidez tal vez no sea suficiente para impedir un repliegue del mercado. Los consumidores estadounidenses, por ejemplo, recién han empezado a controlar sus gastos y reducir su deuda, un proceso que, según muchos economistas, podría tardar años.

La creciente liquidez también está creando grandes desafíos para las autoridades. Varios economistas, incluyendo el presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Ben Bernanke, han advertido que el gobierno no puede seguir endeudándose a su actual ritmo sin crear problemas financieros severos. En los próximos años, los gobiernos tendrán que aumentar los impuestos, reducir el gasto o ambas cosas para absorber la liquidez que han inyectado. Ese proceso podría menoscabar el crecimiento o frenar el repunte bursátil.

Fuente: WSJ