20 jul 2009

EEUU: Bernanke explicará su Hoja de Ruta en el Congreso

por José Carlos Díez. Economista Jefe de Intermoney

La escasez de datos centrará toda la atención en la comparecencia semestral de Bernanke en el Congreso y el Senado en la que presentará un escenario optimista para 2010 y tendrá que explicar su estrategia para desmontar las medidas excepcionales que han ido adoptando desde el otoño de 2008.

Tras el repunte de la destrucción de empleo de junio que frustró las expectativas de recuperación, los datos han devuelto la confianza a los inversores. La pasada semana, las peticiones semanales de desempleo volvieron a descender, confirmando que la recesión está dando sus últimos coletazos y que la recuperación está muy próxima.

Más contundentes fueron los permisos y las iniciaciones de viviendas que como anticipamos confirman que nos encontramos en un ciclo residencial expansivo y que la salida será en V como sucedió en 1983. En junio, las iniciaciones fueron un 20% superiores al mínimo de abril, aunque siguen estando lejos del millón de viviendas iniciadas un año antes o de los dos millones de 2006.

Esta semana conoceremos datos de ventas de viviendas que esperamos confirmen la recuperación de los últimos meses y que ayuden a explicar el fuerte repunte de las iniciaciones de viviendas. No obstante, el interés de la semana estará en la comparecencia del Presidente de la Fed en el Congreso y posteriormente en el Senado. El interés de la comparecencia es máximo.

Por un lado, la economía da señales de recuperación y el mayor interés estará en conocer el escenario de la Fed y sobre todo la hoja de ruta para normalizar su política cuantitativa y de tipos 0%. En segundo lugar, su reelección está próxima y por último, aunque no por ello no menos importante, la Fed ha salido muy reforzada de los cambios regulatorios y hay muchos congresistas y senadores que comienzan a cuestionarse como neutralizar su poder y surgen dudas sobre su independencia futura.

Con respecto al nuevo escenario la Fed ha revisado al alza sus previsiones de 2010 tanto de crecimiento como de inflación para 2010. Espera que la economía crezca entre el 2% y el 3% y que el PCE central entre el 1% y el 1.5% a. Por lo tanto, a pesar de que el crecimiento será muy intenso, siguen sin ver presiones inflacionistas. La clave está en su crecimiento potencial que apenas han revisado a la baja y lo mantienen próximo al 2.5%.

La Fed no solía presentar su estimación de potencial en su escenario, pero el absurdo debate sobre las estimaciones estadísticas del crecimiento potencial les habrá llevado a frenar especulaciones. La tasa de paro estructural también la mantienen próxima al 5% y en este escenario, su brecha entre el PIB observado y el potencial acabará en 2009 próxima a 8 p.p. La tasa de paro seguirá en 2010 próxima al 10% y eso relaja que el riesgo de inflación de salarios es mínimo. Además, el uso de la capacidad instalada se situó en mayo en su mínimo histórico desde la gran depresión, por lo que el poder de fijación de precios de las empresas es mínimo.

Gráfico: Regla de Taylor frente a los tipos oficiales de la Fed. Fuente: Bloomberg y elaboración propia
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Gráfico: Regla de Taylor frente a los tipos oficiales de la Fed.
Fuente: Bloomberg y elaboración propia

No obstante, su previsión de PIB nominal, usando el PCE central, estará próxima al 4% y ya no tendría sentido tener los tipos oficiales al 0%. En el gráfico podemos observar una regla de Taylor estimada con una tasa de paro estructural del 5% y en este momento los tipos oficiales no difieren de lo que recomienda la regla. Si tenemos en cuenta que, los diferenciales de crédito siguen muy elevados y que los bancos exigen mucha garantía y los traducimos en términos de la regla de Taylor, los tipos deberían ser negativos, por lo que las inyecciones cuantitativas de la Fed compensarían el efecto de la restricción de crédito.

Si la economía confirma el escenario de recuperación, en el segundo semestre de este año, los diferenciales de crédito disminuirán por lo que la Fed tendrá que estar preparada para compensar este efecto e ir retirando sus políticas ultraexpansivas. Esto tendrá que explicar Bernanke para mantener la confianza de los inversores y de los trabajadores y empresarios americanos y evitar que las expectativas de inflación se disparen y pongan fin a la recuperación ya sea por subidas de los tipos de interés reales o de los salarios reales.

En InterMoney esperamos que después del verano la Fed comience a moderar sus compras de deuda pública y privada y en el 1tr10 comience a subir tipos hasta niveles del 2%, donde podrá pasar a “esperar y ver” cómo evoluciona el crecimiento económico y los diferenciales de tipos efectivos que pagan empresas y familias, sobre todo hipotecarios.

Con respecto a su reelección, Bernanke ha perdido el apoyo de sus amigos republicanos. Recordemos que fue nombrado como vicepresidente de la Fed con el apoyo de la Administración Bush, que luego fue Presidente de su Consejo de Asesores Económicos en la Casa blanca, puesto que abandonó para sustituir a Alan Greenspan como Presidente de la Fed. Bernanke ha dado muestras de su pragmatismo y activismo en política económica para hacer frente al riesgo de depresión y eso ha disgustado al ala más conservadora del partido Republicano que sigue defendiendo el laissez faire.

Seguramente, Obama, al igual que hizo Clinton con Greenspan cuando fue acusado por George Bush padre de haberle hecho perder la reelección, mantendrá a Bernanke al mando de la Fed, en detrimento de algún demócrata como Larry Summers, lo cual será un gesto de independencia y de apoyo a las instituciones que contribuirá con reforzar su perfil de estadista.

Con respecto a aumentar el control político sobre la Fed y la pérdida de independencia hay que ser cuidadosos con el análisis. La evidencia y la defensa que los economistas hacemos de la independencia de los bancos centrales se centra en sus decisiones de política monetaria y de financiación del déficit público. La historia demuestra que en la mayoría de hiperinflaciones, la causa ha sido que un déficit público insostenible era financiado por el banco central, por imperativo del Gobierno.

Sin embargo, la independencia de la política monetaria no está en cuestión en EEUU. Lo que están cuestionando un nutrido grupo de congresistas y senadores es que la nueva regulación le otorga mucho poder a la Fed para supervisar e intervenir entidades financieras y para gestionar cuantiosas partidas del presupuesto público en momentos de crisis bancarias.

En este sentido, la Constitución americana se basa en los contrapesos de todas las instituciones para evitar abusos de poder con el dinero de los contribuyentes y tiene todo el sentido que la Fed tenga que reportar la soberanía popular que representan el Congreso y el senado sus decisiones de política financiera. En este sentido, no habría diferencias con el caso europeo, donde las leyes de independencia de los bancos centrales, impuestas por Alemania antes del nacimiento del euro, tan sólo se refieren a sus decisiones de política monetaria, no a las de supervisión o regulación bancaria.

En definitiva, un nuevo reto para Bernanke y hay pocas dudas que lo resuelva con éxito. Tras las críticas que provocó su nombramiento, al igual que el de Alan Greenspan en 1987, Bernanke se hizo cargo de la Fed cuando comenzaba a formarse la Tormenta Perfecta en 2005 y desde entonces ha gestionado la nava con mano de hierro y puños de seda, lo cual le otorga por méritos propios ser parte de la historia monetaria viva de los EEUU y aún no se vislumbra el final de su mandato.

Fuente: Expansión