15 oct 2009

El profesor que casi nunca falla en sus predicciones

Por Dennis K. Berman

Lo leyó aquí primero. La fusión entre las empresas de medios Comcast y NBC Universal saldrá adelante. Vivendi, que está decidiendo qué hacer con su 20% de NBC Universal, que a su vez es una división de General Electric, estudiará la posibilidad de sacar a bolsa su participación, pero cederá ante el plan de Comcast. El precio, en todo caso, será más bajo de lo que muchos esperan.

O al menos, eso es lo que predicen los números en la hoja de cálculo.

Las cifras son obra de Bruce Bueno de Mesquita, un investigador de la Universidad de Nueva York y la Universidad de Stanford de aspecto sencillo y con una cierta predisposición a las declaraciones grandilocuentes como, por ejemplo, que su modelo matemático es inusualmente certero a la hora de predecir el futuro.

Bueno de Mesquita está en el negocio ultra especializado conocido como teoría del juego aplicada. Este es el tipo de asunto que ocupaba a los estrategas de la Guerra Fría, que recurrían a los computadores para encontrar las opciones más lógicas para combatir. La innovación de Bueno de Mesquita es poner al día muchos de esos conceptos de la era de Atari para la generación Wii. Eso significa incorporar la sofisticada teoría del juego y las técnicas de predicción a temas cotidianos como la política local, las batallas legales y, en efecto, los negocios de Wall Street.

Bueno de Mesquita, de 62 años, ha perfeccionado muchos de estos conceptos en un libro llamado The Predictioneer's Game (algo así el juego del predictor). Si el lector puede soportar el alto concepto de sí mismo que tiene el autor, se trata de una apasionante y reveladora introducción a la toma de decisión estratégica, que es la base del juego de las fusiones.

Bueno de Mesquita es hostil al sentimiento humano. Desde su perspectiva, los actores del mundo —ya sean figuras religiosas, políticas o financieras— son astutos calculadores de sus propios intereses. ¿La madre Teresa? Alguien que hace el bien impelida por una necesidad material de recibir aplausos. ¿Qué hay de un presidente ejecutivo que evalúa la venta de su compañía? Al igual que muchos en Wall Street, Bueno de Mesquita es partidario de los "paracaídas dorados", gigantescos paquetes de indemnización, como manera de motivar a los presidentes ejecutivos a vender, y así conseguir dinero para los accionistas.

Se trata de un mundo brutal, pero racional. Y puesto que es racional, puede ser observado, comprendido y a menudo previsto o manipulado, dice Bueno de Mesquita.

La clave reside en el modelo matemático que ha desarrollado a lo largo de 30 años con la asistencia inicial del Departamento de Defensa de Estados Unidos (el ejército y la CIA lo han usado).

El modelo toma insumos sencillos de cada jugador: un número que refleja el resultado deseado por cada jugador, su poder, su flexibilidad a la hora de negociar y la importancia del asunto.

Cuando se trata sólo de unos pocos actores involucrados, es fácil seguir la dinámica. Pero cuando el grupo aumenta a docenas o cientos de personas, "uno, siendo humano, sólo puede procesar cierta cantidad de información", dice Bueno de Mesquita. "El computador tiene una memoria increíble".

El modelo luego procesa los datos y detecta los vaivenes de la negociación: quién podría formar una coalición; quién pierde interés y quién puede ejercer un mayor poder a medida que cambien las condiciones. Es como el ajedrez, sólo que con personas.

En el caso de Comcast y NBC Universal, le proveí a Bueno de Mesquita una aproximación básica de las posiciones de docenas de jugadores con las mayores probabilidades de influenciar el juego.

Por ejemplo, estimé que el líder de NBC, Jeff Zucker, tendría una gran aversión al acuerdo con Comcast, pero cuenta con escaso poder en las negociaciones. Estimé que el presidente ejecutivo de Vivendi, Jean-Bernard Levy, tendría menos apremio por alcanzar un acuerdo con Comcast si pudiera obtener un buen precio con una salida a bolsa de su participación en NBC Universal. John Malone, el hombre fuerte de Liberty Media, fue clasificado como un actor secundario, dispuesto a comprar NBC Universal sólo a un precio barato.

Evidentemente, estas eran estimaciones aproximadas hechas de afán. Tal y cómo me recordó Bueno de Mesquita, mis evaluaciones podrían ser defectuosas. Su trabajo se realizó en el curso de un fin de semana, lo que podría influenciar la calidad de los resultados. La mayoría de sus encargos puede tardar tres semanas, con un precio base de US$50.000. Bueno de Mesquita ha asesorado a empresas y bancos en al menos una docena de fusiones, dice. La mayoría no las puede revelar, a excepción de su asesoría a British Aerospace durante la compra de Marconi Electronic Systems en 2000.

Bueno de Mesquita sigue confiando en que con datos rigurosos su modelo podría predecir resultados con un éxito inesperado. Acierta nueve de cada 10 veces, según una valoración de la CIA desclasificada, de la que no duda en presumir.

Si acertará o no con su predicción de NBCU es indiferente. El valor del "juego del predictor" es que elimina el artificio detrás de la presentación de una nueva ley por parte de un político. O de la aseveración por parte de una compañía de que una transacción es, en lenguaje de Wall Street, en el mejor interés de los accionistas.

En este mundo cruel y racional, "obtener el mejor acuerdo posible no implica que sea el mejor para los accionistas", dice Bueno de Mesquita. "Significa el mejor para las personas que están fraguando el acuerdo".

Fuente: WSJ