12 oct 2009

Las finanzas pierden atractivo para profesionales y estudiantes

Por Lisa Bannon

Al igual que casi el 30% de los graduados del Instituto de Tecnología de Massachusetts en los últimos años, Ted Fernández se interesó por las finanzas. A pesar de haber obtenido un grado en ciencia e ingeniería de materiales, se dejó tentar por las historias emocionantes de amigos que fueron a Wall Street.

Sin embargo, cuando hace un año se acercó al stand de un banco de inversión en una feria de trabajo, lo encontró escalofriantemente vacío. El puesto pertenecía a Lehman Brothers Holding Inc., y la fecha era el 18 de septiembre de 2008, tres días después de que el banco de 158 años de antigüedad se declarara en bancarrota. Ahora, Fernández, de 22 años, estudia para obtener una maestría en ingeniería en el MIT y planea enfocar su carrera hacia la tecnología de energía solar.

"Sin duda, hubiera trabajado en finanzas si la crisis financiera no hubiera ocurrido", señala. "Ahora, no gano mucho dinero, pero puedo ir a mi casa en las noches y sentirme bien con lo que hago. Eso vale más que cualquier cantidad de dinero".

Durante los últimos 20 años, las finanzas crecieron más rápido que cualquier otro sector de la economía de Estados Unidos, ofreciendo de paso salarios altos y atrayendo a un creciente número de mentes brillantes para operar con instrumentos financieros, otorgar préstamos, gestionar portafolios, idear fusiones y convertir hipotecas en derivados complejos. Ahora que la burbuja financiera se desinfló, cientos de miles de empleados se han visto obligados a buscar otros trabajos o incluso otras carreras, sobre todo en el caso de los recién graduados.

Las pérdidas de empleos en el sector financiero se extienden mucho más allá de Nueva York. El año pasado, alrededor de 3.400 personas perdieron sus trabajos en ­Seattle cuando Washington Mutual fue absorbido repentinamente por J.P. Morgan Chase & Co.

La sede central de Bank of America Corp. en Charlotte, en el estado de Carolina del Norte, eliminó 9.000 empleos en las áreas de finanzas y seguros, o un 14%, frente a su máximo de mayo de 2006, según Moody's Economy.com. La firma calcula que en el área de finanzas se perdieron 437.000 empleos en todo EE.UU., una caída de 7,1%. En Chicago se eliminaron 23.000 puestos mientras que en Los Ángeles fueron 47.000.

Aunque los bancos más importantes en ese país muestran un apetito renovado por el riesgo y ciertos instrumentos exóticos, no se prevé que muchos de los empleos que desaparecieron se recuperen pronto. La Casa Blanca espera que los empleos en los sectores de finanzas y seguros se reduzcan a 4,1% de la fuerza laboral en 2016, frente a 4,8% a fines de 2008.

Mientras tanto, los sectores de salud y servicios educativos crecerán a casi 18% de la fuerza laboral estadounidense en siete años, frente al 16% de 2008, predijo el Consejo.

Menos representación

La promoción que se graduará de Harvard en 2009 muestra el giro en la dirección de las carreras. Quienes ingresen a las finanzas y la consultoría representarán un 20% de los graduados este año, frente a casi el doble en 2008 y 47% el año anterior, según una encuesta realizada por el diario de la universidad, el Crimson. Un 15% hizo planes para dedicarse a la educación, un 50% más que en 2008.

La desregulación gradual de las finanzas y los seguros en EE.UU. posibilitó instrumentos financieros aún más complejos. La creación, el análisis y la negociación de estos valores atrajeron a personal inteligente y ambicioso. Operar con acciones, bonos, commodities y otros activos se convirtió en el 9% de los empleos de finanzas en 2005, desde 2,8% en 1980, según un estudio realizado por Thomas Philippon, profesor de finanzas de la Escuela de Negocios Stern, de la Universidad de Nueva York.

Los ingresos generados de esta forma se convirtieron en una parte primordial de la economía. El "valor agregado" de las finanzas (la contribución que hicieron sus empleados y su capital a la economía en general) era de sólo 2,3% luego de la Segunda Guerra Mundial. Para 1997, era de 4,4% y para 2006 había alcanzado 8,1%, según la investigación de Philippon.

En 1980, el sueldo de un ingeniero y de alguien con un postgrado equivalente que trabajara en el sector de finanzas era casi el mismo. Para 2005, el profesional de las finanzas ganaba en promedio entre 30% y 40% más, según Philippon.

Algunas de las personas que ahora pierden estos empleos aprovechan la oportunidad para reevaluar sus vidas y buscar una nueva actividad que realmente les guste.

"Algo que nunca había visto antes en 30 años es que esta (recesión) económica ha hecho que la gente replantee sus prioridades" dice Jeanne Branthover, jefa de servicios financieros globales de Boyden Global Executive Search, una firma de reclutamiento de talento. "Dicen, 'si no voy a ganar tanto dinero, esta vez quiero buscar algo que me guste'".

Gordon Jones, quien pasó 26 años en Wall Street vendiendo acciones y valores convertibles, actualizó un título en educación y ahora enseña matemáticas en la Escuela Secundaria Greenwich, en Connecticut. "Tengo mucha energía", afirma Jones, de 54 años. "La paso muy bien con estos niños".

La crisis también parece coincidir con un interés creciente en el gobierno y el servicio público. Un 40% de los trabajadores estadounidenses considerarían iniciar una carrera en el gobierno federal, un alza de 24% frente a 2006, según una encuesta de Gallup realizada en abril para la organización sin fines de lucro Partnership for Public Service.

Sin embargo, el fin de la burbuja financiera también trajo empleos para unos pocos. Los segmentos de inversión en activos con problemas, procesos de bancarrota y reestructuraciones se han expandido. Las fusiones y adquisiciones relacionadas a procesos de bancarrota o reestructuraciones ascendieron a 140 este año, por un valor de US$84.400 millones, versus 102 valoradas en US$20.000 millones en todo 2008, según Dealogic.

Fuente: WSJ