16 ago 2010

El futuro de la Unión Europea podría depender de un impuesto

Por Ian Martin

¿Ha llegado el momento de que la Unión Europea grave sus propios impuestos directos? Janusz Lewandowski. El comisionado responsable del presupuesto de 140.000 millones de euros (US$183.000 millones), cree que sí y presentará propuestas el mes próximo.

A Lewandowski le gustan los desafíos. Desde 1980 el economista polaco asesoró al movimiento Solidaridad, y luego de la caída del comunismo se convirtió en ministro de privatización. Puso en marcha la bolsa de Varsovia.

Ahora está volcando su atención a la próxima etapa del potencial desarrollo de la UE. En une entrevista esta semana afirmó: "Tengo noticias de una cantidad de capitales, incluidas algunos importantes como Berlín, que dicen que les gustaría disminuir sus contribuciones [a la Unión Europea]. Muchos países quieren deshacerse de sus cargas. De esta forma se ha abierto la puerta para pensar sobre ingresos que no sean pedidos por ministros de finanzas".

Sugirió un impuesto a las transacciones financieras o a la aviación que abarque a toda la UE podrían pagar las cuentas. A propósito, me pregunto si un impuesto turístico para ingresar a la UE podría ser considerado ahora que las autoridades inmigratorias estadounidenses consideran cobrarles incluso a los que están exentos de visa US$9 para ingresar a EE.UU.

La respuesta al intento de Lewandowski de probar suerte con esta idea podría describirse como mixta. El gobierno alemán no le dio una buena recepción. Un vocero afirmó que bloquearía cualquier intento para involucrar a la Unión Europea en impuestos directos. El Reino Unido se mostró aún menos interesado, y el ministro del Tesoro Lord Sassoon enfatizó que esta propuesta no lleva a ningún lado. Para el primer ministro David Cameron, quien lidera un partido conservador en su mayoría euroescéptico aliado en coalición con los mayormente eurófilos demócratas liberales., la adopción de cualquier impuesto directo en la UE sería una decisión electoralmente tóxica.

Entonces, ¿ahí se terminó el asunto? No del todo. La oposición inicial francesa fue un poco más suave. "Creemos que esta idea de un impuesto europeo es perfectamente inoportuna", indicó el ministro de finanzas a cargo. Pero describir la propuesta como inoportuna no es lo mismo que decir que es una muy mala idea que nunca debe llevarse a la práctica. Suena más como "todavía no".

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, fue cauto. Tras una reunión habitual con el Rey Juan Carlos, indicó: "Todo el debate que busca fortalecer la capacidad económica y financiera de la UE es seguido con interés por España". Esa es una respuesta muy neutral.

Como sucede tan a menudo con la UE, esta pelea comenzada por Lewandowski es de algunas formas una farsa. Las negociaciones que acordarán el próximo presupuesto de siete años de la UE, a partir de 2014, están en marcha. Hay acuerdos que sellar y caballos que intercambiar.

Los Estados que son los mayores contribuyentes, como Alemania, un Reino Unido con poco efectivo, y Francia quieren reducir sus contribuciones al presupuesto. La Comisión Europea y Bruselas, más ansiosos que nunca por expandir sus actividades, difícilmente considerarán esta postura como otra cosa más que una mala idea. Así que Lewandowski parece estar indicando que si los Estados miembro quieren pagar menos para contribuir al pozo común entonces deben darse cuenta de que el dinero deberá venir de otras fuentes. De ahí que haya sacado el tema de los impuestos directos en la UE, posiblemente con la esperanza de que los Estados miembros puedan ser persuadidos de no recortar sus contribuciones de forma tan abrupta.

Pero no descarte el concepto de impuestos directos en la UE. Que esa es una idea sin valor y ese es un continente que necesita empleos y crecimiento que no necesita una capa de nuevos impuestos, y no hace falta decirlo. Cuando tantos políticos se involucran, y hay una emergencia, todas clases de ideas que suenan medio alocadas o simplemente muy poco probables de todas formas pueden terminar siendo implementadas.

Fuente: WSJ