24 sept 2010

El Banco de Japón sugiere que podría adoptar nuevas medidas para apuntalar la economía

Por Tomoyuki Tachikawa
Dow Jones Newswires

Tokio, Japón—Un miembro del comité de política monetaria del Banco de Japón dijo el miércoles que el banco central tomaría acciones "oportunas y apropiadas" si los riesgos a la baja para la economía japonesa se materializan, lo que sugiere que el banco central está avanzando hacia una postura de política monetaria más relajada en medio de las crecientes preocupaciones por la salud de la economía mundial.

"A medida que la incertidumbre sobre las perspectivas económicas crece—principalmente en Estados Unidos— no podemos bajar la guardia contra los riesgos a la baja para nuestra economía", dijo Ryuzo Miyao a los líderes empresariales reunidos en Tokushima, al sur de Japón.

"Mientras mantenemos una estrecha vigilancia sobre la economía [de Japón] y la evolución de los precios, tomaremos medidas política de una forma oportuna y apropiada, si fuera necesario", dijo Miyao, que se unió al comité de política monetaria en marzo.

[Banco] Bloomberg News

Masaaki Shirakawa, gobernador del Banco de Japón (dcha.) habla con Shozaburo Jimi, ministro de servicios financieros japonés, en una conferencia.

Los comentarios probablemente reforzarán las especulaciones de que el Banco de Japón podría verse obligado a aflojar su política monetaria otra vez si el yen se mantiene fuerte frente al dólar estadounidense y la economía japonesa muestra signos de deterioro.

Este punto de vista se ve apuntalado por las expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos podría aplicar pronto medidas de expansión por sí misma. Esto empujaría a la baja los tipos de interés de EE.UU. que de ese modo haría sus inversiones menos atractivas, lo que podría enviar más dinero hacia el yen y empujar su valor hacia arriba.

Miyao dijo que el Banco de Japón está observando el efecto de la subida del yen sobre la economía en su conjunto, advirtiendo que una moneda fuerte puede lastrar a la economía de Japón, muy dependiente de las exportaciones, al reducir las ganancias corporativas y al empeorar la confianza empresarial a través de unas cotizaciones más bajas en las acciones.

Miyao también sugirió que el banco central continuará trabajando en estrecha colaboración con el gobierno para evitar que la economía se tambalee debido a la subida del yen.

La semana pasada, el gobierno japonés sorprendió a los mercados lanzando una intervención masiva mediante la venta de yenes para detener una subida constante de la moneda. Por su parte, el banco central tomó la inusual decisión de permitir que el dinero adicional que se obtuvo a través de la intervención de 2 billones de yenes permanezca en los mercados monetarios.

La intervención subió el dólar casi 3 yenes y lo situó alrededor de los 85,8 yenes, aunque los efectos ya han comenzado a desaparecer, con el dólar a 84,85 yenes a última hora de la tarde en Tokio.

En una reunión de emergencia del comité de política monetaria el mes pasado, el Banco de Japón decidió ofrecer a las instituciones financieras nacionales 10 billones de yenes en préstamos a seis meses, además de los 20 billones de yenes en préstamos a tres meses que ha estado ofreciendo durante los últimos meses.

El Banco de Japón tiene previsto celebrar una reunión de política de dos días que dará comienzo el 4 de octubre.

En su discurso del miércoles, Miyao expresó profunda preocupación por el rumbo futuro de la economía de EE.UU., diciendo que están aumentando los riesgos de que el crecimiento sea "a un ritmo lento en el medio y largo plazo", en parte porque las condiciones de empleo del país siguen siendo inciertas y el gasto del consumidor es frágil.

Si la economía de Estados Unidos se enfrenta a un lento crecimiento, "las perspectivas para la economía mundial probablemente se pondrán peor, (...) lo que podría afectar a nuestra economía principalmente a través de la disminución de las exportaciones", dijo Miyao.

En su última declaración posterior a la reunión llevada a cabo el martes, la Fed reconoció un ritmo más lento de la recuperación, un escenario que incluye un gasto menor de los hogares, un elevado desempleo y una restricción del crédito.

La Fed dijo que "seguirá de cerca las perspectivas económicas y la evolución financiera y que está dispuesta a proporcionar medidas acomodaticias adicionales si es necesario para apoyar la recuperación económica y para llevar a la inflación, con el tiempo, a niveles constantes con su mandato".