19 nov 2010

El pasado secreto del mercado de acciones de China

Por Jason Zweig

Hace poco, China sacudió a los mercados bursátiles del mundo con una sorpresiva alza de las tasas de interés y los líderes del Partido Comunista chino llamaron a "acelerar la transformación de los patrones del desarrollo económico del país". La cosa extraña es que el gobierno chino hizo la misma declaración el 22 de abril de 1903.

En medio de la casi irresistible emoción respecto al explosivo crecimiento de China, es importante entender que el gigante asiático ha corrido esta carrera antes —varias veces— y los resultados no fueron los mejores.

El crecimiento de la economía china es real y no es mi intención despreciarlo. Pero las acciones requieren más que crecimiento para ser rentables: también necesitan una buena regulación por parte de los burócratas y los directivos de las empresas.

La crónica de los mercados de capitales en China se remonta 150 años. Las acciones comenzaron a transarse en Shanghai en la década de 1860. La primera "manía" bursátil llegó en 1871 cuando las acciones de las empresas navieras subieron casi 70%. En 1882, hubo otra burbuja, esta vez con títulos de compañías mineras emitidos por los gobiernos provinciales. Desde 1889 hasta 1891, Shanghai fue atrapada por una manía de las empresas inmobiliarias y en 1910 llegó una obsesión por las plantaciones de caucho.

Cada una de estas veces, los bancos respaldados por el gobierno inundaron el mercado con crédito barato, de la misma forma que sus sucesores han hecho recientemente. Cada vez, los inversionistas se dejaron llevar por el entusiasmo y el auge terminó inevitablemente derrumbándose.

En 1920, National Geographic llamó a China "el mercado subdesarrollado más grande del mundo de hoy". Al año siguiente, promotores lanzaron una serie de ofertas de commodities; solamente en Shanghai aparecieron más de 140 mercados bursátiles. Para 1922 muchas de las acciones habían explotado y solamente 12 de los mercados sobrevivían.

Incluso a fines de la Segunda Guerra Mundial, hubo más de 100 ofertas públicas iniciales de acciones en China, dice Zhiwu Chen, un profesor de finanzas de la Universidad de Yale.

Los líderes de China hace tiempo que creen que pueden de alguna forma dar rienda suelta y al mismo tiempo controlar al capitalismo. La historia, al menos hasta hace poco, ha demostrado que están equivocados.

"La mayoría de los estadounidenses no podría concebir que el Partido Republicano o el Demócrata nombrara al presidente ejecutivo de Exxon Mobil", dice Cheah Cheng Hye, presidente de Value Partners, una empresa de inversiones de Hong Kong que administra US$7.400 millones, buena parte de ellos en China. "Pero muchos de los presidentes ejecutivos en China son nombrados por el Partido Comunista y no están necesariamente preparados para ser capitanes de empresa", advirtió.

De acuerdo con datos de Morningstar y TrimTabs Investment Research, alrededor de US$507 millones se volcaron en septiembre a fondos mutuos vinculados con China y a fondos que se cotizan en las bolsas de allí. Los inversionistas que van detrás del glorioso futuro de China quizás tengan que esperar más de lo que se imaginan.

Fuente: WSJ