2 dic 2010

La flexibilización de la Fed choca contra la crisis de la euro zona

Por Kathleen Madigan

NUEVA YORK (Dow Jones)--Hasta los planes mejor diseñados a menudo no resultan como se esperaban.

La Reserva Federal de Estados Unidos llevó a cabo su segunda ronda de flexibilización cuantitativa -llamada QE2- con la esperanza de impulsar la economía y los mercados financieros.

Pero circunstancias fuera del control de la Fed, como la crisis de la zona del euro y la expiración del apoyo fiscal al sector de la vivienda, han limitado esas expectativas. La esperanza de contar con un dólar debilitado, que supuestamente ayudaría a las exportaciones estadounidenses, no se ha materializado, y la creciente aversión al riesgo ha afectado a los precios de las acciones. En tanto, las bajas tasas hipotecarias no han impulsado los precios de las viviendas ahora que han expirado los créditos tributarios.

El crecimiento de Estados Unidos en el cuarto trimestre aún se ve saludable, al tiempo que los consumidores gastan durante esta temporada navideña y se muestran un poco más optimistas. Parte de eso puede atribuirse al repunte de los mercados financieros antes de la QE2, luego que las autoridades de la Fed dieran pistas al respecto a fines del verano. Pero ahora que la Fed está ejecutando su plan para comprar valores, el impacto de la QE2 en 2011 podría ser descarrilado por la crisis de deuda.

Una víctima de esto podría ser la meta de la QE2 de incrementar el patrimonio y los gastos de los hogares. Como señaló el presidente de la Fed, Ben Bernanke, en el Washington Post, "los mayores precios de las acciones impulsarán el patrimonio de los consumidores y ayudarán a aumentar la confianza, lo que también puede impulsar el gasto".

En lugar de ello, el nivel de patrimonio podría estar descendiendo este trimestre. La baja probablemente no sea suficiente para afectar el gasto del cuarto trimestre. Pero si la caída continúa hasta 2011, la economía norteamericana enfrentará otro desafío.

Los mercados globales de acciones y créditos han sido fuertemente afectados por la crisis europea. Las preocupaciones ahora se extienden tanto a la deuda gubernamental como a los sistemas bancarios regionales y se han desplazado de Irlanda a Portugal e incluso a Bélgica.

Tal como ocurrió durante la crisis de deuda de Grecia esta primavera, los inversionistas se han alejado de los activos más riesgosos, incluyendo las acciones. Los mercados bursátiles de Estados Unidos están encaminados a registrar una caída en noviembre, el primer descenso mensual desde agosto. A menos que mejore la percepción de los inversionistas, las acciones podrían cerrar sin variación el cuarto trimestre, reduciendo el patrimonio de los hogares en momentos en que los precios de las viviendas se debilitan nuevamente.

El sondeo de S&P/Case-Shiller sobre los precios de viviendas mostró que los valores a nivel nacional cayeron un 1,5% en el año finalizado en el tercer trimestre. El informe destacó que la expiración del crédito tributario a los compradores de viviendas pesó sobre el sector de la vivienda, al igual que las débiles condiciones laborales y el exceso de oferta de casas.

Pese a la caída en el valor de las viviendas, es probable que el patrimonio de los hogares haya aumentando el trimestre pasado debido a que los mercados bursátiles de Estados Unidos ascendieron cerca de un 12% durante el verano en anticipación a la QE2. (La Fed dará a conocer las cifras de su hoja de balance el 9 de diciembre).

Sin embargo, la meta de la Fed es extender los aumentos de patrimonio hasta 2011 de manera que los consumidores ayuden a liderar la recuperación. Sin embargo, hasta el momento, la crisis del euro está limitando el impacto de la QE2.