12 oct 2011

S&P y Fitch rebajan la calificación de deuda de los bancos españoles

MADRID (EFE Dow Jones)--Las agencias de calificación de riesgo Standard & Poor's Ratings Services y Fitch Ratings a última hora del martes rebajaron un escalón la calificación de la deuda a largo plazo de varios bancos españoles.

De acuerdo con sendos comunicados de estas firmas, S&P recortó la nota de Banco Santander SA, Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, Bankinter SA, Banco Sabadell SA y Banco Español de Crédito SA, o Banesto.

Por su parte, Fitch degradó la calidad de la deuda de Banco Santander, Banesto, BBVA, Caixabank SA, Banco Popular SA y Banco Sabadell.

S&P indicó que mantiene en perspectiva negativa a todas esas entidades porque teme que la economía española se deteriore más de lo que ya calcula la firma de calificación.

Por su parte, Fitch justificó la rebaja de estos bancos en el recorte de la nota de la deuda soberana española acometida el pasado viernes.

Según Fitch, la puntuación de Banco Santander y Banesto pasa de AA a AA-, la de BBVA de AA- a A+, la de Caixabank desciende de A a A+ y la de Banco Popular y Banco Sabadell bajan de A- a BBB+.

Además, justificó el recorte de las calificaciones de todas estas entidades en ahora es más pesimista sobre el riesgo de todo el sistema bancario español.

La banca está sufriendo las consecuencias del colapso de la economía y del mercado inmobiliario, así como las turbulencias en los mercados financieros, dijo S&P.

Frente a estos recortes, CaixaBank, y Bankia SA corrieron mejor suerte, ya que S&P no varió su calificación, si bien las puso en perspectiva negativa.

En el caso del Banco Popular, S&P puso la calificación en revisión para un posible recorte tras anunciar su fusión con Banco Pastor SA.

Para S&P, la deuda a largo plazo de Banco Santander y de BBVA pasa de AA a AA-. La misma nota recibe Banesto.

Las calificaciones de Bankinter y Banco Sabadell pasaron de A a A-, dijo S&P.

En el grupo de las cuatro entidades que mantienen su calificación aunque con perspectiva negativa, S&P situó a CaixaBank, con A+, y Bankia, con A-.

Por último, S&P amenazó seriamente con rebajar la calificación de A- de Banco Popular, tras anunciar la absorción del Banco Pastor.

S&P dijo que sigue siendo pesimista en el corto plazo --los próximos 15-18 meses--, ya que cree que la banca española seguirá viéndose perjudicada debido a que la economía del país continuará corrigiendo sus desequilibrios.

La agencia admitió que, en general, los bancos españoles han resistido la recesión, pero señaló que con el tiempo sus perfiles financieros se han debilitado, con lo que han acumulado altos niveles de activos problemáticos y han agotado la mayoría de sus provisiones.

En consecuencia, sus ingresos y, a su vez, su capacidad para absorber las pérdidas, se ha deteriorado, al tiempo que los bancos se enfrentan a mayores dificultades para financiarse como consecuencia de la falta de confianza de los inversionistas en los bancos.