10 oct 2011

El FMI se retracta de su propuesta de comprar bonos

Por Riva Froymovich

WASHINGTON—El Fondo Monetario Internacional no estudia comprar bonos de los mercados de deuda europeos en cooperación con el fondo de rescate de la eurozona, dijo en un comunicado el director del FMI para Europa, moderando comentarios anteriores.

"No tenemos pedidos adicionales de apoyo de miembros europeos, y no estamos contemplando ninguna participación en el mercado junto con el MEEF", dijo Antonio Borges, director del Departamento de Europa del FMI en un comunicado. El Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera, o MEEF, es el fondo de rescate financiero de la eurozona de 440.000 millones de euros (US$580.000 millones).

Previamente el miércoles, Borges había dicho que el FMI podría intervenir en el mercado secundario de bonos junto con el fondo de rescate de la eurozona. En virtud de tal propuesta, el FMI crearía un vehículo de finalidad especial para comprar bonos en problemas en los mercados secundario y primario, había dicho Borges en una conferencia de prensa en Bruselas.

Borges dijo en su declaración posterior que no pueden usarse recursos de fondos actuales para intervenir directamente en los mercados de bonos. Toda financiación alternativa como la compra de bonos "requeriría una estructura legal diferente y el uso de una fuente de financiación diferente", dijo.

El personal del FMI no ha debatido estos asuntos con sus miembros, agregó Borges.

Borges indicó previamente que los efectos de la crisis de deuda de la eurozona se están propagando a los países del centro del bloque, a los bancos y a los inversionistas, y no se puede descartar una nueva recesión económica.

El FMI prevé que el crecimiento de Europa se desacelere al 2,3% en 2011 desde el 2,4% de 2010, y al 1,8% en 2012. Espera también que la inflación se ralentice desde el 4,2% en 2011 hasta el 3,1% en 2012.

Como resultado, estaría justificada una política monetaria más relajada. Además, la Unión Europea debería facilitar que el Banco Central Europeo tenga una presencia firme en los mercados, dijo el FMI.

Sin embargo, Borges, dijo que la mayor parte de los países no están en posición de llevar a cabo un programa de estímulo.

"Tendrán, por supuesto, que mantener una disciplina fiscal muy sólida", dijo Borges.

Grecia, en particular, debe acelerar la implementación de las reformas económicas, como las privatizaciones de empresas públicas.

Borges dijo que las negociaciones entre Grecia y la troika de acreedores internacionales para el desembolso del siguiente tramo del paquete de rescate no tienen prisa.

Grecia firmó el año pasado un préstamo de 110.000 millones de euros con el resto de países de la eurozona y con el FMI a cambio de drásticas reformas fiscales y económicas.

"El mensaje clave es que no tenemos ninguna prisa especial", dijo Borges, que añadió que confía en que las negociaciones desembocarán en una "conclusión positiva".

Se espera ahora que la revisión que está realizando la troika sobre la economía de Grecia esté finalizada en la segunda mitad de octubre.

Borges también indicó que el tamaño del segundo rescate de Grecia, que previamente se calculó que sería de 109.0000 millones de euros, tendrá que ser revisado. Calificó esa cifra de "desfasada". "Todas las cifras eran provisionales", dijo.

El próximo programa tendrá que poner un mayor énfasis en la generación de crecimiento económico, en vez de centrarse principalmente en el balance de Grecia, dijo Borges.

Los líderes europeos acordaron previamente que el FEEF debería poder intervenir en los mercados secundarios de bonos. Eslovaquia y Países bajos aún tienen que aprobar los términos y se espera que lo hagan este mes.

Borges destacó el riesgo particular de los bancos europeos y repitió la posición del FMI de que todos los grandes bancos de la región deberían ser recapitalizados. La recapitalización debería provenir de los Gobiernos en el caso de que no venga del sector privado, indicó.

Pero estas decisiones deben tomar una aproximación más pan-europea. Instó a que se cree un mecanismo de resolución europeo y un fondo de garantías de depósitos.

Dijo que esto es factible aunque resultará difícil ponerlo en práctica por los obstáculos políticos.

En cuanto a Dexia, que se ha visto muy presionado esta semana, Borges dijo que Francia y Bélgica no tienen otra opción más que trabajar juntos para resolver el problema.

Fuente: WSJ